Entonces, el interlocutor les precisa: “¡No, no, no! ¡No es dinero de AMLO! ¡Es dinero del gobierno! ¡Es el dinero que el gobierno capta en impuestos fiscales!”.

DOS. Seniles agradecidos…

Los más aplicados en la gratitud, digamos, al hijo predilecto de Macuspana, Tabasco, son personas de la sexta década pa’lante.
Acaso los campesinos sembrando árboles.
Pero “veinte y las malas” que los “Jóvenes Construyendo el Futuro” andan en otro rollo social, económico y político.
Tan es así que, por ejemplo, y como sucedió en Tlacotalpan, los chicos agarran el dinerito para “empinar el codo”.
Sea como sea, claro, ha de precisarse que ni modo que AMLO, el presidente, disponga del dinerito de su bolsillo para darlo a los pobres considerando aquella razón bíblica de que “por el bien de todos, primero los pobres”.
Ajá.

TRES. Programa estelar

En los tiempos priistas (71 años en el poder) y panistas (doce años en Palacio Nacional), una partecita del erario también llegaba a los pobres y la gente en la miseria y la jodidez.
Pero ahora, con MORENA, la 4T y el obradorismo el programa social se ha vuelto el eje estelar. El torero en tarde de luces. “La flor más bella del ejido”.
Y por eso mismo, canturreándose en el palenque público para que la mitad del mundo y casi la otra mitad tome conciencia de la amplia, profunda, cristiana, apostólica generosidad de Andrés Manuel López Obrador.
Más, mucho más ahora cuando el tiempo electoral está a la puerta con la elección del presidente de la república, nueve gobernadores, quinientos diputados federales, 128 senadores y montón de diputados locales en el país, entre ellos, de Veracruz.

CUATRO. Comprar lealtades

Los programas sociales de AMLO como una estrategia electoral.
Desde un principio, en el año 2019, el primero del sexenio, así fue calculado.
Más porque nada garantiza que después de AMLO el programa social siga vigente con todo y que ya fue instituido por el Congreso de la Unión.
En el fondo, una dádiva social. A tono, con un AMLO profesando al mismo tiempo la religión católica y la cristiana y la adventista y los Testigos de Jehová.

CINCO. Dinero de la nación

Se insiste: en ningún momento el recurso económico de los programas sociales es sacado del bolsillo de AMLO.
Es dinero de la nación. Y si en otro tiempo fue utilizado para “ordeñar la vaca” y “meter la mano al cajón” es otro cantar.
Incluso, desviaciones del recurso público que tanto han servido para desde “La mañanera” apretar la Magnum y el botón nuclear en contra de los antecesores pillos, ladrones, corruptos y “corruptazos” como les llama “El Preciso”, el político (sexenal) más poderoso de la república “en el país de un solo hombre”.

SEIS. De AMLO a San Martín de Porres

AMLO, el santo laico. AMLO, en el altar de la patria.
El AMLO que primero se soñó con destronar a Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas del nicho en que están.
Y luego, fue considerado mejor que el quinteto patriótico.
¡Hosanna, hosanna, ni San Martín de Porres fue tan magnánimo con los animalitos!