Pero entre todas, las siguientes ocupan el nicho del altar en la parte más alta:
Una. Azucena Urresti. Veinte años en Milenio TV. En Monterrey, de donde es originaria, tenía un noticiero televisivo. Y fue invitada a la Ciudad de México. Y debutó y triunfó en las grandes ligas.
La firmeza en sus principios de un periodismo al servicio de la gente y siempre, sea quien sea el partido político en el poder, crítico de las tribus políticas.

PASAMANOS: Dos. Carmen Aristegui. Una sistemática y gran crítica del poder. Enfrentada y confrontada, incluso, con varios ex presidentes de la república. La verdad de los hechos por encima de los intereses políticos.
Incluso, reconocida y admirada en el palenque mundial. Por demás está recordar que a su lado muchos intelectuales, historiadores, escritores, analistas y académicos han girado, conscientes del ejercicio y con dignidad de la libertad constitucional.

CORREDORES: Tres. Denise Dresser. Politóloga. Académica. Escritora de libros. Analista. Investigadora.
Un dato habla de su honestidad. Desde el púlpito religioso, político y social de “La mañanera”, AMLO, el presidente, la ha rafagueado más de cien ocasiones.
Y, claro, entre más bombardeo presidencial, más autoridad moral gana.
Y entre más lejana del poder, más salud mental y del corazón y del hígado.
Integra, en su último libro, “¿Qué sigue? Veinte lecciones para ser ciudadano ante un país en riesgo”, editorial Aguilar, confiesa que fue amiga de López Obrador y hasta lo invitaba a desayunar con amigos comunes.
Y hasta sufragó por él en la elección presidencial. Pero pronto, pronto, pronto, llegó el desencanto político y social.

BALCONES: Cuatro. Denise Maerker. Un tiempecito fue titular del programa estelar noticioso de Televisa.
Pero la removieron.
Ahora, caray, sorpresas que da la vida, coordina un programa deportivo con reporteros especializados.
Su verticalidad está fuera de duda. Figura icónica y simbólica del periodismo y del periodismo libre, independiente y autónomo del poder público.
Su pasado, alternando en la radio y la televisión, entre otros, con su amigo Ciro Gómez Leyva, a quien, por cierto, tanta rabia tiene AMLO, el presidente.

PASILLOS: Y cinco, Elisa Alanís. Reportera de medios impresos y de televisión. Articulista. Gran movilidad social en el noticiero en Milenio TV.
Alumna, por cierto, de Gómez Leyva en la universidad. Dando juego y espacio a la polémica y la controversia.
El ejercicio reporteril más allá de la simple nota informativa de la llamada “Pirámide invertida”.
Y siempre alegre, dichosa y contenta. Con una sonrisa tamaño sandía enfrentando cada nuevo amanecer.
Cinco reporteras… por ahora. Sin duda, hay más. Mucho más. Pero la ignorancia del tecleador es universal. Y se queda con el quinteto.

VENTANAS: Desde luego, en el otro lado del mostrador también existen figuras simbólicas.
Entre otros, cinco hombres, Raymundo Riva Palacio, Ciro Gómez Leyva, Leo Zuckerman, Enrique Krauze y Carlos Loret de Mola.
Pero en un país machista y xenófobo, las cinco periodistas citadas líneas anteriores son mujeres “pero parecen (son) gigantes”.
Más, en el tiempo del más acendrado presidencialismo con toda la fuerza del aparato gubernamental.
Y en donde suele repetirse la frase memorable, citable y bíblica del presidente Ronald Reagan cuando en la Casa Blanca solía preguntar a los reporteros “si estás conmigo o estás contra mí”.