Récord Guiness, una vacilada
•Penúltimo invento de Harry Grapa para atraer turismo, el festival de las mariposas amarillas
•Alistan “la sopa borracha más gran del mundo”
•Veracruz se la pasa en puras fiestas dice politólogo Carlos Ronzón
Tal como fue vaticinado, Veracruz está a punto de convertirse en potencia turística mundial con los récord Guiness.
La última gran propuesta del tablajero Harry Grappa, secretario de Turismo, fue organizar el festival de mariposas en Cosamaloapan, a propósito del río de “Las mariposas” como también llaman al Papaloapan.
Y la última, ni hablar, fue en Tlacotalpan, allí donde quiso nacer Agustín Lara y Gabriel García Márquez filmó “cuando era feliz e indocumentado” la novela “La viuda de Montiel” con la actriz Geraldine Chaplin, la hija de Charles Chaplin.
Luis Velázquez
Y en Tlacotalpan todo está listo para que de cara a la feria de la Candelaria anuncien el récord Guiness ya con “la sopa borracha más grande” de los cinco continentes, y/o en todo caso, como opción alternativa “la exposición de muebles artísticos” más grande del planeta, incluido Marte, ahora que partirá una expedición a un viaje sin retorno y en donde un diputado federal se ha anotado como colonizador, el Hernán Cortes del sistema solar.
En contraste, la directora de Turismo municipal en Coatzintla, Claudia Vanessa Miranda, también ha propuesto para que, oh paradoja, “mejorar las fiestas patrias y atraer turismo” con el récord Guiness con “la molotiza más grande del planeta”.
Así, y como dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, Veracruz se ha vuelto pura fiesta, a tono con las caritas sonrientes a las que Octavio Paz dedicara un libro.
Y es que en cada pueblo de norte a sur de Veracruz hay una fiebre inusitada para crear sus récord Guiness que, como dijera el hotelero del siglo Ezequiel Guzmán, a cualquiera se le ocurre, de tal forma que ahora parece, mejor dicho, una vacilada, ocurrencia genial le llamaría Pedro Aspe Armella hablando del desempleo.
Incluso, y como parte del virus, el góber fogoso, Fidel Herrera, tuvo de igual manera otra disparatada.
Sucedió luego del paso del huracán Karl que destrozó medio Veracruz y por tanto convocara a crear un nuevo récord Guiness con más de 50 mil personas pintando sus casas en “el estado ideal para soñar” como parte, se cacareó entonces en el boletín, de la reconstrucción jarocha. Un pueblo en pie de lucha, vaya.
Otra gran chistosada fue aquella de cuando el secretario de Turismo dispuso que los meseros de la zona Veracruz-Boca del Río estudiaran y aprendieran el idioma chino mandarín porque dentro de unos 20 años habrá una avalancha turística asiática, lo que, bueno, al mismo tiempo sería posible, porque aprender el idioma cuesta unos cinco años, mínimo, dice un políglota.
Por si usted conociera por ahí a un presidente municipal lamentándose del bajo movimiento económico invente un récord Guiness y toque la puerta del secretario Harry Grappa para que de inmediato sea incluida en las fiestas tradicionales de Veracruz y “antes de que el gallo cante tres veces” el turismo llegue.
VERACRUZ, CAMPEÓN DE GUINESS EN EL MUNDO
Y si alguna duda tuviera, porfis, lea usted, entre otros, los récord Guiness en la tierra jarocha:
El lechero más grande del cosmos en el puerto jarocho.
La mojarra más grande del planeta en Chachalacas, ahí donde el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, levantó el primero de los hoteles de su cadena turística.
La cocada más grande de los cinco continentes en Tecolutla.
El filete de pescado relleno de mariscos más grande del sistema solar.
El zacahuil más grande del mundo en Poza Rica.
La comparsa más gigantesca del planeta en Coatzacoalcos.
Paradoja: el mayor casador (de casar por el Registro Civil) más grande de los cinco continentes, Rafael Valverde.
La marcha zoombie más grandes del mundo en Córdoba, donde, en la última ocasión, más de nueve mil personas salieron a las calles pintarrajeados de la cara y de las extremidades superiores (la espalda, el pecho, la panza, los brazos) asustando a los peatones.
La rondalla más gigantesca de todos los planetas del sistema solar en Xalapa.
Y, bueno, así se está operando en Veracruz la nueva política turística, primero, para inscribirse en el libro de Guiness; segundo, para entrar a la historia, y tercero, para atraer el turismo norteamericano y europeo que anda atrás de las cosas exóticas, pues los turistas están hartos de las siete maravillas del mundo.
Mientras tanto, una comisión oficial estudia la posibilidad de inscribir a Veracruz en el récord Guiness con tres nuevos atractivos, fuera de serie, inverosímiles:
El primero, declarar a Veracruz la potencia económica mundial.
El segundo, declarar a Veracruz la potencia turística mundial.
El tercero, declarar a la ciudad de Veracruz “la ciudad más bonita del país”.
En el Vaticano, una comisión estudia declarar el nacimiento de Papantla, que fuera obsequiado por el gobernador, como el nacimiento más hermoso del mundo, claro, con la bendición de Sumo Pontífice.
Y en reciprocidad, el Vaticano estudia la posibilidad de que Veracruz sea declarado el refugio de los sacerdotes pederastas (Benedicto XVI retiró los hábitos a 400), luego de que “El lobo estepario”, un curita de la diócesis de Xalapa, fuera absuelto por la Procuraduría de Justicia de Veracruz, gracias al litigante Fernando Perera Escamilla, a quien la cúpula eclesiástica le cabildera en pago la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.