¡Hosanna, hosanna!
I (Medio millón de jarochos ya no son pobres)
El sueño social de Carlos Marx, Federico Engels, Mao Tse Tung, Ernesto el Che Guevara, Emiliano Zapata y Pancho Villa, entre tantos otros, de “sacar de la pobreza” a los millones de familias se ha logrado en el siglo XXI y desde Veracruz con el gobierno del Estado en turno.
Fue dicho en el V informe efectuado en la Fortaleza de Perote, las mazmorras históricas del siglo pasado, allí donde internaban a los reos más peligrosos.
Luis Velázquez
Por ejemplo, únicamente en este año por terminar “medio millón de personas salieron de la pobreza”.
"Ta’gueno".
¡Hosanna, hosanna!
Así, y de acuerdo con Pitágoras, de los seis millones y/o cinco millones y medio como dicen por ahí en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los pichurrientos salarios de hambre y la migración a Estados Unidos, medio millón ha dejado de padecer el camino al Gólgota, lleno de espinas, cardos y abrojos, para vivir sin premuras ni sobresaltos económicos.
Y también, claro, para dejar de correr al Monte de Piedad y empeñar el único patrimonio como es el anillo de matrimonio (si lo tienen) y terminar la quincena.
En este año, por ejemplo, dijo la autoridad estatal, “329 mil personas salieron de la pobreza moderada y 203 mil de la extrema pobreza” (Notiver, dominguito 19 de noviembre).
Ojo, de la extrema pobreza. Es decir, de la miseria, pues el término esotérico de la extrema pobreza es utilizado por los políticos para disimular la miseria, quizá, digamos, por vergüenza.
Pero, bueno, mientras tanto, hemos de sonar y resonar las campanas porque igual, igualito como otros gobernadores en turno medio millón de paisanos ya dejaron la pobreza… para siempre.
Y si las campanas suenan, como dijera el poeta, suenan por la autoridad estatal.
¡Bendito el Ser Superior!
II (Peregrinación a Xalapa)
Quizá convendría ahora cuando inicien las peregrinaciones, antes, claro, de las posadas, organizar con los habitantes del rancho, la mayoría en la jodidez, una caminata con veladores encendidas y rezando padres nuestros y aves marías a Xalapa, la capital, para un plantón en la escalinata de la Catedral.
Y en el plantón, claro, solicitar, pedir, rogar, mendingar a la autoridad estatal que, por favor, por favorcito, por misericordia y piedad los incorpore a todos a esos programas tan fabulosos y milagrosos para salir de la miseria y la pobreza.
En el rancho, por ejemplo, los tatarabuelos fueron jodidos. Los abuelos, jodidos. Los padres jodidos. Los hijos jodidos. Los nietos jodidos.
Se vive del campo. Pero el surco sembrado con maicito y frijolito ninguna garantía económica significa.
La mitad de la cosecha anual es para el autoconsumo. Y la otra mitad para irse vendiendo en momentos de urgencia y que son todos los días.
Una parte anda por ahí de empleado en algún ranchito y apenas, apenitas, le pagan un jornal jodido.
Otra parte pudo acomodarse en una fábrica, una industria, y de peones, pues pocos, excepcionales terminan la escuela primaria en un rancho sin escuela secundaria.
Una parte mínima es “riquilla” como dicen en el rancho pues sus hijos están de migrantes y sin papeles en Estados Unidos y viven, digamos, tranquilitos con las remesitas enviadas cada mes.
Y en la historia estatal de los 79 (setenta y nueve) gobernadores, nunca, jamás, han salido del túnel largo, inmenso, siniestro y sórdido donde están “atrapados y sin salida”.
La miseria y la pobreza forma parte de sus días y noches y hasta acostumbrados ya están.
Entonces, si en el último año, el gobierno de Veracruz logró el ultra contra súper milagrazo “de sacar de la pobreza y la miseria” a medio millón de paisanos, el último año del sexenio, 2024, bien pudiera desparramar sus bendiciones en el rancho.
Quizá, quizá, quizá, con un poquito de fe y esperanza…
III (El Sermón de la Montaña)
Acaso y luego del V informe en la antigua cárcel de Perote valdría la pena, sería conveniente, detallar, digamos, en desplegado periodístico y/o la lista del medio millón de jarochos que este año 2023 dejaron y para siempre la miseria y la pobreza.
Incluso, bien podrían ser declarados Siervos de la Nación.
Mejor dicho, el testimonio inapelable del Ultra Contra Súper Milagrazo Económico del Nuevo Siglo.
Así, por ejemplo, se podría entrevistar a jarocho por jarocho ara contar su historia y hasta incluirse en el Sermón de la Montaña de los Bienaventurados.