Demi Moore y Robert Redford en el filme “Una propuesta indecente” con un rinoceronte como mascotita.
En el relato bíblico, Noé trepó en el barco a una pareja de animalitos de cada especie para salvarlos ante el diluvio de cuarenta días y cuarenta noches.
Un perrito marchaba al lado de los jefes villistas y zapatistas en la revolución.

LUNES
Amigos animalistas

Los señores “N” y “R” son amigos. Y ambos animalistas.
El señor “N” tiene un perrito y un gatito. Y el señor “R” tres gatitos.
El primero saca a su perrito a pasear al parque de la esquina y dan varias vueltas durante media hora. Todas las mañanas, antes de la salida del sol.
Y el segundo, saca a los gatitos, uno por uno, al jardín en el parque popular y juega con ellos.
Los dos viven solos. Y los gatitos y perritos son la única compañía.
Se ignora si reproduzcan la historia de Ernest Hemingway, quien tenía cincuenta gatitos en la Finca Vigía, en Cuba, y trepaba a la mesa a su gatito preferido, le servía lechita en un plato y la rociaba con unas gotitas de whisky.
Cuando por la chamba salen de viaje, entonces, los llevan a una especie de guardería a cargo de veterinarios para su manutención y cuidado y atención médica, digamos, por si los animalitos entristecieran con la ausencia de los jefes.

MARTES
Adoptar perritos callejeros

La señora “M” tiene debilidad por los perritos y gatitos, digamos, callejeros.
Cada vez cuando descubre uno en la calle deambulando solo, casi casi perdido, sin rumbo ni destino, de inmediato lo adopta.
Y lleva a su casa y en donde tiene una especie de zoológico con un montón de perritos y gatitos y a los que ha enseñado la convivencia sana sin pelear ni entrar en conflicto.
Los perritos ahí permanecen el tiempo necesario, pero los gatitos, una vez agarran confianza, en las noches suelen agarrar camino quizá a la cacería gatuna, pero regresan en la madrugada, a veces en el día ya caminando, y hasta con una sonrisa en los ojos, dichosos y felices de una buena noche.
Parte de su salario es para comprar la comidita para sus bichitos.
Y si de pronto, alguno enferma, entonces, corre al veterinario (quien le cobra quinientos pesos de consulta) para la medicina correspondiente.
Y ni modo, si es necesario, lo deja internado. Pero dándole vueltecitas en la mañana y la tarde.
La señora “M” tiene unos diez animalitos por ahora pues lo va reciclando cuando participa en las tandas promocionales para su adopción en la plaza comercial.
Además, dedica tiempo y espacio cada día para reeducarlos como en aquella historieta del siglo pasado de Pepita de nombre “Reeducando a papá”.

MIÉRCOLES
Tragedia familiar

La tarde/noche cuando se perdió el french poodle, la mascota de los niños de 5 y 6 años en la casa de mamá, la señora B., significó una tragedia.
Imposible resistir el llanto consecutivo de los niños.
El french poodle se llamaba Jackson, en honor a Michael Jackson, el cantante pop de moda.
Fue en el cumpleaños de la niña de seis años. Los amigos del primer año de la escuela primaria llegaron en montón.
Y como las piñatas las rompieron en el modesto garaje de la casa, entonces, la puerta principal estuvo abierta.
Y en una de esas, y en medio del romerío de los chicos, el perrito escapó y salió huyendo en estampita.
Eran las 6, 7 de la noche, aprox.
Y cuando dos horas después la fiesta concluyó y los padres de familia fueron por los niños, al quedarse la casa vacía los niños preguntaron por su mascota.
Y por ningún lado de la casa fue ubicado.
El padre lo anduvo buscando de casa en casa por si ahí estuviera refugiado. Incluso, gritando el nombre del perrito dio la vuelta a la manzana una y dos y tres veces.
Y nada. Entonces, fue tomada la más sabia decisión: “Ni una mascota más en casa”.
Se sufre mucho. Y el dolor es tan grande como la pérdida de un ser amado.

JUEVES
Riguroso examen para adoptar

Los animalistas son escrupulosos cuando, por ejemplo, suelen obsequiar, regalar, donar un perrito o un gatito a una familia para los niños.
Por ejemplo, elaboran por teléfono una ficha del estatus económico y social de la familia solicitante.
Luego piden la oportunidad de conocer el entorno de la familia. Y desde luego, una entrevista con los padres y los hijos en su casa.
Y van a la casa de la familia solicitante para confirmar la forma de vivir.
Y de igual modo, la calidad de vida. Las relaciones, afinidades y convivencias entre los padres y los hijos.
Entonces, si la familia aprueba el examen riguroso proceden a la donación.
Y después, y con regularidad, siguen pendientes del destino del animalito.
De hecho y derecho, como si se tratara de un niño en adopción.
Entre otras cositas, para garantizar una buena vida para el animalito.
Son protocolos del derecho internacional de los animales.

VIERNES
Animalistas admirados

El trajín diario de los animalistas implica una gran disciplina. Por ejemplo, entre las tareas comunes y de todos los días:
Pasear al perrito y el gatito en las mañanas. Procurar que los perritos hagan popó en el parque y llevar una bolsa de plástico para levantarla.
Estar pendiente de la alimentación en las horas establecidas.
Definir si cada noche duermen en su casita, digamos, en el patio, y en algún pasillo, y/o con los niños a un lado de la cama.
Precisar si se les da comer en la boca o en el plato tradicional.
Dilucidar sobre sus necesidades sexuales.
Salir corriendo al veterinario en caso de una enfermedad por ahí, un imprevisto, un accidente.
El baño frecuente.
Asear y con lejía el patio si vivieran ahí. Más, mucho más, cuando son varios como ocurre con regularidad.
Si es una hembra el cuidado sobre un embarazo imprevisto.
Y si en una ocasión el perrito se trepó en el automóvil para un paseo en el malecón tomando la brisa marina, ni modo, la apertura ya fue expresada y a seguir con la disciplina, costumbre, hábito, rutina.
Por eso, la admiración para los animalistas.