Nunca “barrieron para atrás”, entre otros, Javier Duarte, Fidel Herrera Beltrán, Miguel Alemán Velasco, Fernando Gutiérrez Barrios, Rafael Hernández Ochoa, Rafael Murillo Vidal, Fernando López Arias, Antonio M. Quirasco y Marco Antonio Muñoz Turnbell, digamos, para dejar el tiempo político ahí.
Menos, mucho menos, se creería que Nahle “barrería para atrás”, digamos, en contra de Cuitláhuac García y los suyos.
Equivaldría “a patear el pesebre” si se considera que Cuitláhuac ha puesto el aparato gubernamental a sus órdenes (igual, igualito que AMLO, el presidente) para dejar atrás a sus adversarios en la contienda interna de MORENA.
Desde luego, es el tiempo hoy de Nahle de sumar sin insinuar el terrorismo de Estado de convertir las cárceles de Veracruz en hotel de políticos.
Con todo, incluso, y la desaparición forzada, “un delito de lesa humanidad que nunca prescribe”.

LUNES
Mano dura y suave

Diputada federal, Senadora de la República, secretaria de Energía, Nahle se expresa.
Dice, por ejemplo, que en política “hay que saber tener mano dura y mano suave. Así es esto”.
Más cuando se está en “la plenitud del pinche poder” que como en su caso, de ganar en las urnas, será la jefa del Poder Ejecutivo estatal, la jefa de los recursos públicos, la jefa de las corporaciones policiacas, la jefa de parte de los Poderes Legislativo y Judicial, la jefa de la obra pública, la jefa de parte de los medios, la jefa nata de su partido político, MORENA.
Un poder omnímodo. Casi casi, el Veracruz “de un solo hombre”, una sola mujer, en el caso.
Dueña del día y de la noche, bien vale la pena recordar a Gregorio Marañón en el libro “Tiberio, historia de un resentimiento” cuando escribe que el político encumbrado ha de llegar al poder sin odios, rencores, venganzas y ajustes de cuentas”.

MARTES
Éric Cisneros “era mi amigo”

En el caso, mucha jiribilla dejó en el palenque público ocupándose, entre otras cositas y hechos, del secretario General de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos.
“¿Es su amigo?” preguntó la reportera.
“Era mi amigo. Yo no he tenido ninguna comunicación hace meses con él. Pero yo no tengo ningún problema personal. Esto así es”.
La frase es lapidaria.
Éric Cisneros “era mi amigo”.
Era. Tiempo pasado. Y un pasado con fisuras y heridas. Lo dejó claro en otra frasecita bíblica, memorable y citable:
“Yo no tengo enemigos… si lo toman políticamente. Él se anotó para contender. Ese es su estilo. Es su método. Y allá él”.
El mismo día de la entrevista, en Xalapa, el ex delegado federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara lanzó un misil en contra de Nahle.
Dijo, por ejemplo, que ella impuso a Éric Cisneros como secretario de Gobierno con Cuitláhuac García.
También, a los primeros secretarios de Salud y Turismo y a la primera Contralora.
Digamos, entonces, la mano dura de la inminente candidata de AMLO, el presidente, a gobernadora.
Sabrán ellos las raspaduras que suele dejar y con frecuencia la amistad.

MIÉRCOLES
37 años en Veracruz

Adversarios y enemigos refieren a Nahle su origen en Zacatecas. Más, mucho más, después que el góber obradorista ordenara modificar la Constitución Política creando la Ley Nahle.
Pero a ella le vale. “No es mi tema”, dijo. Ella llegó a Coatzacoalcos el 12 de octubre de 1985 para una práctica profesional.
Luego, regresó a Zacatecas para terminar la universidad y el 24 de agosto de 1986 (muy presente lo tiene) volvió… para siempre.
Tenía, entonces, 22 años. Y entró a chambear en PEMEX.
Entonces, ha cumplido 37 (treinta y siete) años en el sur.
Allá casó. Allá procreó dos hijas.
59 (cincuenta y nueve) años de edad.
Y, bueno, con casi cuarenta años arraigada en el Estado se siente tan jarocha como “La bamba” y el lechero y la canilla de La Parroquia.
Y como además tiene la bendición del Edén, bien pueden los otros recordar su origen en Zacatecas.
Basta y sobra la amistad con el presidente de la república para estar, ser y trascender.
Amigazos de Porfirio Díaz Mori, Teodoro A. Dehesa y Luis Mier y Terán, a quienes ungió gobernadores.
Amigazo Tomás Garrido Canabal de Plutarco Elías Calles lo impuso como gobernador de Tabasco.
Amigazos Fernando López Arias y Rafael Murillo Vidal de Adolfo López Mateos los puso como gobernadores de Veracruz.

JUEVES
Nahle, contestataria

AMLO, el presidente, es tozudo, terco y bronco. Desde sus orígenes insurgentes al frente de indígenas y campesinas de Tabasco a la Ciudad de México hasta “Las mañaneras”.
Nahle, a imagen y semejanza.
Por ejemplo, contestataria lanza misiles derecho, derechito, en contra del senador Julen Rementería y del titular del JUCOPO del Congreso de la Unión, José Manuel del Río Virgen.
Primero, y a propósito de la planta de Dos Bocas, les llama ignorantes. Y de inmediato, irresponsables.
“Cuando hay ignorancia… pues puedes hablar” dice a Notiver.
Y, desde luego, exhibe su forma de ser, pensar y reaccionar. Temperamento. Carácter. Bilis. Formación.
Más porque habituada vivir en guerra y en la guerra porque ha sido opositora, anuncia sin rodeos el estilo personal con que ha ejercido el poder y gobernado y así, “veinte y las malas” seguirá… en Veracruz.

VIERNES
Retrato hablado

Nahle ha deseado mostrarse y expresar, digamos, una aproximación a ideas, actitudes y sentimientos en la conversación con Notiver.
En apretada charla difícil precisar liderazgo social y moral, ingenio político, sensibilidad.
Apenas, apenitas, tiempo para saber, por ejemplo, que únicamente duerme cinco horas al día cuando Albert Einstein dormía cuatro.
Su mente trabajando a todo volumen en la lucha abierta y sistemática contra las tentaciones gastronómicas y dulceras.
“Veo la comida y engordo. No me pongan los postres enfrente y que me encantan. Hago dieta, verduras, carne, me eliminaron los carbohidratos”.
Tarea titánica, conocer, por ejemplo, los recovecos de su cerebro, el corazón y el hígado.
Imposible determinar si ha dominado los rostros de la política, entre otros, digamos, comer sapos y sonreír, aguantar vara, poner la otra mejilla, olvidar agravios y perdonar.
Faltó, por ejemplo, el pendiente número uno de Veracruz con la extorsión, el secuestro, el feminicidio, la desaparición, la desaparición forzada, el tiradero de cadáveres, las fosas clandestinas y la impunidad.
Norman Mailer escribió que lo más importante en una figura pública “no es que se le quiera, sino se le respete”.
Y Maquiavelo escribió que lo más importante es que se le tema.