Colectivo… de un pueblo.
Colectivo, de una comunidad, un grupo, una ONG. Los Colectivos, por ejemplo, integrados con padres con hijos secuestrados y desaparecidos.
Dos. Una causa religiosa. Cuando la vida se apuesta por un ideal religioso. La solidaridad humana como eje central.
Y tres. Una causa personal. La familia, por ejemplo, como prioridad. Y en todos los órdenes. Los compadritos. Los amigos.

LUNES
Buda, Jesús y Grecia

Desde luego, se trata de una histórica y milenaria búsqueda del ser humano.
En Grecia, por ejemplo, famosa la anécdota de Diógenes quien salía a la calle con una lámpara y al mediodía buscando al ser humano ideal.
Y el ser humano ideal era un hombre, más que bueno, justo y equitativo. Y generoso. Solidario.
También, dar un sentido a la vida lo buscaron Séneca y Sócrates predicando en la plaza pública.
Y, bueno, Séneca fracasó tanto en su búsqueda que de pronto tomó cicuta y se quitó la vida.
El sentido de la vida de Adolf Hitler fue conquistar el mundo y crear la raza pura.
Y cuando en Rusia el invierno venció a su ejército, entonces, ordenó que mataran a su mascota, una perrita, y pegó un tiro a su esposa en la sien y se suicidó que para evitar caer en las manos de José Stalin, el otro sátrapa.
Buda dijo que la humanidad se salvaría con la misericordia y la compasión humana.
Y Grecia que con la razón.
Y Jesús que con el amor.
Tres miradas más en la historia para que cada uno tenga (o pueda tener) una razón poderosa para batear la pelota en cada nuevo amanecer así “nos esté llevando patas de catre”.

MARTES
La familia es primero

Con todo, el viejito del barrio asegura que por encima de las causas social y religiosa está la causa personal.
La misma enseñanza de la religión católica es categórica: velar por el bien común de la esposa y los hijos.
Luego, por los padres, los abuelos y los hermanos.
Después, los tíos y primos.
Simplemente, hacer el bien hacia el interior de la familia en vez de convertirse en “el candil de la calle y oscuridad de la casa” como reza el proverbio popular.
Una falacia aquella de que primero, primero, primero, está la patria, digamos, como aquellos jarochos que en 1914 tomaron como armas palos y piedras para luchar contra el ejército norteamericano entrando a Veracruz.
Más, cuando los grupos políticos llegan a creerse (como sucede) la patria misma.
La república.
Los mesías. Los tlatoanis. Los chamanes a quienes todos, ajá, deben idolatrar.

MIÉRCOLES
Esposos mandilones

Hay ocasiones cuando la esposa, por ejemplo, da un giro de más de ciento ochenta grados a la relación conyugal y cuando el marido se jubila se obsesiona por convertirlo en un mandilón.
Así, friega y friega para que barra la casa y pase jerga.
Y vaya al mercado popular y la plaza comercial a comprar la despensa cada tercer día.
Y lo enseña y obliga a guisar.
Incluso, obligado queda a servir la mesa y lavar los trastes.
Y luego, lavar la ropa y planchar.
Y en las tardecitas llevar a la pareja (y traer) a la tarde pastelera con las amigas.
Un nuevo sentido a la vida, pues, desde luego, siempre y cuando el marido acepte el matriarcado.
De pronto, en la mujer emerge la vocación autoritaria.
Por lo regular, argumentando que nadie a ella la jubila, y por añadidura, corresponde a la pareja otorgarle su pensión.
Y la pensión es, además de arañar la jubilación, establecer el reino de los mandilones en el mundo.
Incluso, la mujer acelerada por las amiguitas en el desayunito que suele durar de las diez de la mañana a las dos de la tarde y en la tarde dominical.
El marido sabrá… si acepta su nuevo sentido de la vida.

JUEVES
Búsqueda inacabable

El viejito del barrio dice que el sentido de la vida significa una búsqueda inacabable.
Se ilumina cuando la persona define con claridad lo que desea y quiere en la vida alrededor de las siguientes brújulas.
Una, en la vida personal. Dos, en la vida familiar. Tres, en la vida laboral. Y cuarto, en la vida profesional.
A partir de ahí, todos los días a trajinar la tienda para que sin descuidar ni distraer la mirada del balón, incluso, caminando en medio del lodazal, sentirse satisfecho porque se camina hacia adelante.
¡Ay de quienes suelen flaquear cuando, por ejemplo, se cae en la ladera y la vida es arrastrada por un alud de murallas!
El peor error se comete cuando el desaliento y el desencanto estrangula la vida y lleva a perder la emoción social.
Y es que sin emoción social y con el desánimo “la vida se vuelve un desierto y derriba”. (Walt Whitman)
Simplemente allí está la diferencia, la gran diferencia, entre las personas realizadas en la vida y las personas frustradas, “atrapadas y sin salida” en la amargura.
Quejándose de todos sin mirarse a sí mismo.
Haciéndose víctimas…

VIERNES
Buenas Personas Humanas

Un jefe de familia se siente realizado cuando, primero, a los hijos les va bien. Y después, cuando a los nietos les va mejor.
Sobre todo, cuando los hijos y los nietos honran y enaltecen a la familia.
Y cuando además de una carrera profesional, y más allá de maestrías y doctorados, son buenas y magníficas personas humanas.
Y mejores personas porque se trata del título más alto y elevado al que puede aspirar un ser humano.
Un título que ninguna universidad, tecnológico, politécnico del mundo otorga, sino toma forma en el día con día y suelen reconocerlo la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo y los conocidos.
Una buena persona que, de principio, sepa conjugar el par de verbos más importantes del idioma como son entender y comprender las razones de peso y con peso de los demás.
Y sin juzgar, condenar ni satanizar a nadie, pues enseña el viejito del barrio, cada persona tiene motivos y pretextos para ser como es.
En todo caso, lo decía el góber Fernando López Arias, “el peor gendarme de una persona es su conciencia”.