La plaza de la huasteca veracruzana está en guerra: Poza Rica, Tihuatlán, Papantla, Álamo y Cazones son objeto de deseo del Cártel de Jalisco Nueva Generación, Fuerzas Especiales Grupo Sombra (FEGS), “Gente Nueva”, así como de las células fracturadas del Cártel del Golfo (Los Tercios, Los Alamilla).

La extorsión a pipas gaseras, el huachicoleo del gas (en contubernio con empleados de PEMEX), la alta oferta y demanda de drogas, cocaína y cristal, sobre todo, el cobro de piso a los más de 800 bares de la región, prostíbulos y giros negros, así como la narcopolítica han cimbrado las estructuras de varios municipios de la huasteca veracruzana. La última muestra de la barbarie llegó el domingo pasado.

Las fotografías de entre 15 y 20 personas, apilados en tres congeladores industriales blancos, restos humanos perfectamente cortados y emplayados en plásticos, pareciera que hasta “empacados al vacío” como finas reses Angus, revelan que la delincuencia organizada ahora opera con políticas de terror que ya envidiarían los cineastas de terror, suspenso y violencia, Alfred Hitchcock y Quentin Tarantino. Vivimos tiempos violentos.

“Más de 13 personas fueron privadas de la vida” ha admitido de forma por demás escueta la Fiscal, Verónica Hernández Giadans. “Entre quince y veinte cuerpos” confesó un policía ministerial que estuvo en las diligencias forenses. Son 35 cuerpos han asegurado con total firmeza y conocimiento de causa la delincuencia organizada a través de sus voceros en el norte del estado.

Se trata de la peor masacre en tiempos de la Cuarta Transformación en Veracruz. En pocas palabras, un sangriento reacomodo narco, muy semejante a la que ocurrió en aquellos tiempos aciagos de Los Zetas en el 2011 (34 cuerpos en la extinta glorieta de los Voladores en Plaza Américas) o con el llamado “Cártel de Jalisco Nueva Generación” en 2017, con las más de 25 cabezas y restos humanos dejadas en toldos de taxis y en casas de seguridad, con escobas y litros de tequila y cloro, en clara alusión a la llamada “Barredora” de Jalisco Nueva Generación y los “operativo limpieza”.

“AQUÍ APESTA”

Vecinos de las colonias Guadalupe Victoria e Ignacio Allende fueron quienes alertaron a las autoridades de que “olores fétidos” emanaban con fuerza de un par de casas de seguridad en Poza Rica a 266 kilómetros de Xalapa, la capital del estado.

“Después de descuartizarlos fueron “emplayados”, como si se tratara de la extremidad de una res. Estaban desarticulados con cortes perfectos y puestos en refrigeradores industriales” admite uno de los Policías Ministeriales que participaron en un aparatoso operativo, en donde hasta el momento han sido detenidas seis personas. El Gobierno de Veracruz no ha querido decir a qué organización delincuencial pertenecen los sicarios detenidos.

La plaza en la huasteca de Veracruz recrudeció en su disputa desde que arrancó el 2023. La madrugada del 1 de enero hubo diez ejecutados en tres bares: El Manguito, El Cafre y Molino Rojo.

En Tihuatlán, en las congregaciones de Acontitla y Zacate Colorado, ocurrieron dos masacres los días 25 y 11 de abril. Diez personas fueron asesinadas a balazos. En Acontitlá, la adulto mayor, Demetria García, su hija, Abigail Elías García, así como la joven de 15 años, Emma Oloarte, y el joven Kevin Soto, de 16 años de edad, fueron privados de la vida con un disparo en la sien. De todos ellos Kevin era narcomenudista, al igual que su madre, quien logró huir cuando escuchó el rugir de las motocicletas subiendo a cuesta arriba en un camino de grava y arena.

Ese mismo día, los hermanos Juan y Antonio “N” fueron “levantados” en el municipio de Álamo cuando salían del baile de El Komander, quien se presentó en la Feria de la Naranja. Horas después, sus restos desmembrados fueron tirados en la colonia Independencia de Tihuatlán. El narco mensaje que les dejaron, a un costado de sus restos envueltos en bolsas de plástico, fue guardado celosamente por las fuerzas policiacas.

Casi dos semanas después, un comando armado irrumpió en el bar “La Romis” para abrir fuego contra el dueño, un par de empleados y los pocos clientes que ahí se encontraban. Seis personas fueron privadas de la vida. Entre ellas, una mujer. El escándalo salió en varios noticieros nacionales. En Xalapa, el gobernador y su secretario de Turismo, Iván Martínez, organizaron una rueda de prensa para hablar del Festival de la Salsa 2023. La vida institucional tiene sus prioridades.

En las últimas dos semanas de abril y durante todo mayo hubo cincuenta personas desaparecidas y/o ejecutadas en ese corredor que abarca Poza Rica, Tihuatlán, Papantla y Álamo Temapache. En el caso de la desaparición de oficiales y policías municipales, la Comisión Estatal de Búsqueda y la Fiscalía “condicionaron” a los familiares de los desaparecidos a entregar fotografías de las víctimas vestidos de civil, so pena de no emitir la ficha de urgente localización.

“AHÍ ESTÁN LAS MASACRES”

El 16 de abril de este año, Blog.expediente.mx dio a conocer en exclusiva que en la congregación de Totolapa, muy cerca de la Unidad de Manejo Ambiental, Akga Pun Kinsis Tanka, en un punto limítrofe con Poza Rica, colectivos de desaparecidos descubrieron una nueva fosa clandestina, en los alrededores de un galpón, de donde fueron sacados más de 40 cuerpos y contando.

Desde mayo pasado, personal de la Fiscalía General del Estado -adscrito a Xalapa- sacó más de 40 bolsas negras con igual número de cuerpos y osamentas en una comunidad de Tihuatlán. La información fue confirmada por madres de desaparecidos en esa región y cotejada con personal ministerial que participó en las jornadas de resguardo en Totolapa.

Para llegar a esta fosa sólo hay que tomar como referencia el parador de autobús conocido como “La Roquita” y tomar una vereda que cuesta arriba -en un camino de pura tierra y arbusto- conduce hacia “La Galera”, un predio particular secuestrado por células criminales, quienes aprovecharon la instalación de un toldo para cometer sus actos criminales.

De los cuerpos y restos óseos extraídos en bolsas negras durante una jornada de 72 horas, peritos forenses señalaron a las madres de desaparecidos que algunos cuerpos son de “larga data”.

Como en tiempos de los exfiscales, Jorge Wínckler Ortiz y Luis Ángel Bravo Contreras, este cementerio clandestino fue “reventado” en total secrecía y hermetismo gubernamental en aras de no opacar ni empañar la visita, en esos días de los distintos aspirantes a suceder al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, en diversos puntos de Veracruz.

Tihuatlán, Veracruz, es un municipio de más de 80 comunidades y casi cien mil habitantes, aunque tiene vestigios prehispánicos de la cultura huasteca hallados aquí en el último lustro ha saltado a la fama por ser cuna de fosas clandestinas del crimen organizado y por ser el lugar donde fue localizada “La Gallera”, otro cementerio clandestino donde fueron hallados fragmentos óseos y también por ser escondite frecuente del crimen organizado, quienes montaban sus centros de adiestramiento en lo alto de los cerros.

MÁS FOSAS

En los últimos días de junio el Colectivo Solecito dio a conocer de un nuevo hallazgo de una fosa clandestina en una congregación del municipio de Alvarado; ahí, hasta ahora, han podido ser recuperados 17 cuerpos.

En este mismo año, el Colectivo Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba dio a conocer que durante 2022 y 2023 han logrado la recuperación de más de 50 cuerpos en la congregación de Campo Grande en el municipio de Ixtaczoquitlán en las montañas de Veracruz.

El predio de Campo Grande no está concluido, la recuperación de osamentas y restos humanos hubiera sido mayor si las madres de personas desaparecidas en la región no hubieran tenido que suspender los trabajos por amenazas del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El Colectivo Familias Enlaces Xalapa y el Colectivo de Madres en Búsqueda Belén González han manifestado a la prensa que están a la espera que la Fiscalía General del Estado (FGE) consiga los permisos pertinentes para hacer las incursiones en predios y fincas particulares de los municipios de Playa Vicente e Isla, Veracruz, donde no hay cálculo de cuántos cuerpos fueron ahí enterrados en diversas acciones del crimen organizado que sembró una época de terror al inicio del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez. El mismo García admitió una docena de “levantones” inusuales en los municipios de Playa Vicente e Isla; las familias de los desaparecidos continúan buscando.

En esta vorágine de aparición de varios cementerios clandestinos, el gobernador, García Jiménez, se ha negado sistemáticamente a hablar de las fosas clandestinas que han “brotado” durante su administración; el pretexto recurrente que da a la prensa es “dejar que trabaje la fiscal” y que la procuración de justicia en Veracruz “será de hechos y no mediática”.

“Está Fiscal sí trabaja… estoy orgulloso de ella. Aquí no pactamos con delincuentes como los gobiernos anteriores” ha dicho el gobernador.

Mientras tanto, este reportero ha pedido en una decena de ocasiones entrevista con la titular de la Fiscalía, Verónica Hernández Giadans, y se ha negado sistemáticamente.

A través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) Grupo Sol ha pedido la información estadística y cuantitativa de las fosas clandestinas halladas en este gobierno, el número de cuerpos humanos recuperados, así como el número de osamentas identificadas y entregadas dignamente a sus deudos; sin embargo, la información que ha entrado el organismo autónomo remite a links rotos y a hipervínculos que no llevan a ninguna parte.

REGUERO DE CADÁVERES

En enero del 2022, nueve cuerpos fueron hallados en una carretera del municipio de Isla, con dirección a Cosamaloapan, en el sur de Veracruz. Los cuerpos, torturados, con heridas de bala, tenían un mensaje de advertencia a funcionarios estatales, entre ellos, al secretario de Gobierno, Éric Cisneros Burgos.

En un video posterior se observa cómo algunos de los victimados posan ante la cámara, arrodillados frente a sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación. Por ambos eventos, el titular de Gobierno, Éric Cisneros, se deslindó de los hechos. Esta vorágine de violencia y de advertencias delincuenciales en internet le costó la renuncia al cargo al secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, un par de meses después.

En varias regiones de Veracruz, la violencia de alto impacto continúa igual: Descuartizados, encajuelados, cabezas en neveras del OXXO, la barbarie como sello distintivo en el Golfo de México. No atendieron a tiempo, el coletazo de la violencia en Tamaulipas hacía territorio veracruzano.

El 29 de junio pasado, integrantes de la delincuencia organizada dejaron en tres distintos lugares hieleras del OXXO, las cuales, en lugar de contener cervezas de lata bien heladas tenían restos humanos en su interior: cráneos, pies y otras extremidades recién cortadas fueron dejadas en las cajas de unicel.

Apenas este jueves, dos cuerpos desmembrados fueron dejados en un puente ubicado entre Totolapa, Tihuatlán y Poza Rica. Los restos humanos fueron acompañados de un par de lonas, en donde Los Tercios exigen al gobierno de Veracruz que deje de proteger a un jefe de plaza del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) con la clave de “El Coco”, advierten que la “limpia” entre delincuentes seguirá, pese al arribo de fuerzas federales.

Lo dicho: en estos tiempos aciagos, en Veracruz se mata por poco y se desaparece por menos.