El despertar sexual avasallado por el deseo irrefrenable en su más alto decibel.
Por eso, nada raro y extraño resulta que la ONG Equifonía encienda (de nuevo) la alerta y la alarma de que en Veracruz se continúan dando más embarazos infantiles y de adolescentes.
Incluso, enumerando a unos diez municipios como el epicentro de la teoría freudiana de que “el sexo mueve el mundo”.
De hecho y derecho, como si Veracruz fuera un gigantesco Pueblo Mágico donde las menores descubren el paraíso terrenal.
Y por eso mismo, la ONG lanzará, o ya lanzó, una campañita biológica, cívica, social, sicológica y hasta religiosa para orientar, digamos, el deseo sexual.
Las tentaciones de la carne.
Con todo y que el Congreso local legalizara el aborto para evitar, entre otras cositas, el clandestinaje en los legrados a cargo de las famosas y dichosas comadronas, brujas, espanta cigüeñas.
Pero con todo y aborto legalizado en el territorio jarocho significa, entonces, que la tentación sexual sigue derrotando los buenos deseos y voluntades oficiales para que las menores y adolescentes aprendan, y en todo caso, a cuidarse.
Más con tantos medicamentos ex profeso.
Se ignora el alcance de Equifonía para su cruzada moral.
Por ejemplo, si cabildeara con los diputados federales y Senadores para bajar el tono a la difusión (y hasta promoción) sexual en la televisión en los programas de doble sentido con el sexo implícito, telenovelas y películas.
Y bajar el tono a la publicación de revistas del corazón y en donde el sexo ocupa la noticia estelar de ocho columnas.
Vaya, y como dicen algunos ministros de la iglesia católica que suelen culpar a las mujeres de las tentaciones sexuales por usar minifalda y vestidos pegaditos, insinuantes.
Y bajar el tono a la publicación de fotografías en parte de la prensa escrita.
Y ni se diga, claro, en las redes sociales, incluyendo desde el WhatsApp a los TikTok.
Una tarea titánica que en otros tiempos han promovido diferentes asociaciones, pero sin ningún resultado concreto y específico.
Ojalá, lo mejor, los astros acomodados a su favor, para el éxito.

II (Las familias, aplicarse en casa)
En el quinto año del sexenio de la 4T en Veracruz, nunca les ha interesado el caso de las menores embarazadas.
Para ellos, como Antonio López de Santa Anna, “el hombre es nada. El poder es todo”.
Tampoco las autoridades municipales se han ocupado de la crisis social en las familias con hijas menores embarazadas.
Menos, mucho menos, claro, al gobierno central.
Únicamente resta a las familias aplicarse en sus casas para evitar, hasta es posible, los desaguisados, las sorpresas cardiacas, el embarazo prematuro.
Más, y como en el caso, cuando se trata de niñas.
Ya se sabe, dialogar, dialogar y dialogar con los hijos.
Hablar, claro, de los riesgos de la vida cuando el deseo aparece con intensidad volcánica.
Dar confianza a las hijas (y también a los hijos) para vivir sin sobresaltos.
Charlar, y “al rojo vivo” con los riesgos de una relación amorosa, pasional, descarrilada.
Vaya, platicar sin rodeos ni ambigüedades sobre la realidad real.
El sexo.
Más cuando por todos lados el bombardeo sexual suele darse.
Incluso, pendiente de las relaciones de las hijas con las amigas y compañeras del salón de clases y de la vecindad y del equipo deportivo y de las salidas los fines de semana y de qué voy a quedarme a dormir en la casa de mi amiguita, ajá.
Y de que el salón de clases va a una excursión, ajá, el sábado y el domingo.
Y es que sin prender las farolas, pero como dice el viejito del barrio, “los demonios andan sueltos”.
Y las tentaciones suelen multiplicarse cada día.