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Miércoles 10 mayo, 2023

Poza Rica, sacudido por narcotráfico

*El oficial de Tránsito, Ernesto León Sánchez, lleva 20 días desaparecido; tres sicarios encapuchados se lo llevaron de un lavado de autos a punta de pistola y esposado

*”Estamos trabajando”, única respuesta de Fiscalía, Comisión Estatal de Búsqueda, SSP y Tránsito Estatal a la familia de Ernesto León

*Ángel Evani Vidal Mateo, de 28 años de edad, “desapareció” en Poza Rica hace tres meses; Fiscalía no ha hecho una sola diligencia reprocha su padre

*Diego David Olvera, amigo de Ángel Evani, desapareció un año y medio antes//Noé Zavaleta en Misión Especial desde Poza Rica

Noé Zavaleta/En misión especial

  • Ernesto Lepon, agente de Tránsito desaparecido

  • Ángel Vida busca a su hijo Ángel Evani Vidal

  • Martha Estela Hernández Cabrera busca desde el 7 de noviembre del 2021 a su hijo, Diego David Olvera Hernández

  • Colectivo Ayuda a Regresar a Luis Alberto Calleja Martínez

POZA RICA, VERACRUZ.- El oficial de Tránsito, Ernesto León Sánchez, de 34 años de edad, salió de su turno en la delegación de Poza Rica a las 6:25 de la tarde del día 21 de abril; ahí, a un ladito, se metió a un lavado de autos para pasar al baño. Testigos narran que tres encapuchados, visiblemente armados, interceptaron a León y lo subieron a una camioneta blanca: “Lo llevaban esposado y con la cabeza agachada”. Atrás de ellos iba un coche rojo escoltándolos. Este 10 de mayo, se cumplen 18 días sin que se familia sepa de su paradero.

La hermana del oficial de Tránsito narra que han sido días desesperantes al no saber nada de Ernesto; peor aún, que en la Fiscalía Especializada en la Búsqueda de Desaparecidos, en la Comisión Estatal de Búsqueda, en la Secretaría de Seguridad Pública y en el propio Tránsito Estatal la respuesta día con día ha sido siempre la misma: “Estamos trabajando”.

El “levantón” de Ernesto León ocurrió en una vorágine de desapariciones en Poza Rica: más de 20 personas han caído en un “agujero negro” de desapariciones al arrancar el año. El 8 de mayo, el albañil Ángel Evani Vidal Mateo, de 28 años de edad, cumplió tres meses de desaparecido. Su padre, Ángel Vidal Martínez, de oficio albañil, muestra su desesperación pues no ve que muevan “un pinche dedo” en la Fiscalía para intentar dar con su paradero.

El día de la desaparición, Ángel, padre e hijo, iban juntos a una obra a poner una “loseta” en la colonia Tepeyac y el joven, a un par de cuadras de llegar al trabajo, en la calle Vicente Guerrero, le pidió a su papá que le “invitará un chesco” y “chance” para pasar a ver a un amigo. Faltaban pocos minutos para las 8 de la mañana. Las horas y los días pasaron y a Ángel se lo tragó la tierra.

En la búsqueda de su hijo, Ángel Vidal habló con un amigo carpintero de la colonia, que asegura que vio a su hijo, ese mismo día, pero a las 9 de la noche en compañía del joven Ángel Guzmán, un chaparro, muy moreno, que acababa de salir de un anexo de rehabilitación para las drogas. El joven Ángel ahí anda en la colonia, pero de Ángel Evani nadie sabe dar razón.

“Esos datos ya se los di a la Fiscalía y nadie quiere investigar nada ni entrevistar gente. Ni una sola diligencia de búsqueda”.

“YA QUERÍA IRSE DE POZA RICA”
La hermana de Ernesto León estalla en llanto, no entiende por qué le tocó a su hermano desaparecer si es un muchacho hogareño, que no se mete con nadie: “Hoy somos tres mujeres buscándolos, mi mamá, mi abuelita y yo. No sabe qué desgastante es esto, cuánta frustración que ninguna autoridad mueva nada. Que me pregunten en la Fiscalía y en la Policía cosas turbias que nada que ver con mi hermano, no era ni vago ni malandro, llevaba más de ocho años y medio de tránsito en Poza Rica”.

La hermana del agente de Tránsito repara en un dato relevador: Ernesto León le confesó a su abuela el año pasado que ya quería irse de Poza Rica, que le había pedido su cambio a su jefe, pero que esté no se lo había autorizado, que no se podía. Quería regresar a la Delegación del Puerto de Veracruz u a otra región.

“Mi hermano es muy de casa, bajaba (al puerto de Veracruz) a vernos cada dos o tres semanas, se estaba en la casa, con mi mamá, con su abuelita, conmigo… El comandante que nos entrevistó reprocha que de la delegación de Tránsito les avisaron del “levantón” casi 45 minutos después… que perdieron minutos valiosísimos para poder activar el código rojo”.
-¿Es raro eso, no? Sí testigos reportaron al minuto que se llevaron a Ernesto León dejaran pasar tanto tiempo.

-Eso yo se lo reproché al delegado de Tránsito en Poza Rica y me contestó: “Estamos en una situación muy delicada (sic), eso me dijo, pues imagínese como estamos nosotros. Allá, en el trabajo de mi hermano, se están desmarcando de que a él no se lo llevaron de la Delegación”.

La hermana de Ernesto Léon tiene un objetivo claro: “Sólo queremos que nos lo regresen vivo”. Reprocha que hay una inacción de las autoridades e incluso de la prensa de allá, pues casi nadie quiso visibilizar está desaparición: “Recurrimos a las redes sociales y con los amigos de mi hermano y todavía de la Comisión Estatal de Búsqueda me regañaron que cruzamos la barda por haber subido fotos… Pero sí vemos que ellos no se mueven ¿qué queríamos que hiciéramos nosotros?”.

INTENTARON EXTORSIONAR A SU NUERA
La esposa del joven albañil Ángel Evani Vidal recibió una llamada telefónica, le pedían 15 mil pesos de recompensa por regresarle con vida al joven de 28 años de edad. Sin embargo, no aportaban prueba de vida ni nada. Curiosamente, esa llamada vino después de que el padre de Ángel puso la denuncia en la Fiscalía General del Estado, en donde quedaron como números de contacto el de su padre y el de su esposa.

“Nadie está haciendo la investigación… Yo hablé con la licenciada Lucero, la de ministeriales, y me dijo sí vamos a hacer la orden y vamos a ir a preguntar por el chavo del anexo, sí él fue el último que vio a su hijo, algo debe de saber”.

Y nada ha pasado. En tres meses, la Fiscalía no ha podido interrogar a Ángel Guzmán, quien todos los días sigue publicando en Facebook y posteando memes y otras cosas.

El albañil Ángel Vidal ahora anda cargando a todos lados una galería de fotos de su hijo en su teléfono celular. Con la reciente desaparición ni tiempo de hacer lona ha tenido. Las imágenes del celular las va mostrando con vecinos, comerciantes y con personas que pudieran haber visto a su hijo. Lamenta que en esas colonias donde él vive, Parcela y Tepeyac, hayan ocurrido muchas desapariciones silenciosas en este año y el anterior.

Ahora, junto con el “Colectivo Ayuda a Regresar a Luis Alberto Calleja Martínez”, Ángel Vidal y otras víctimas que tuvieron la desaparición reciente de un ser querido van a hacer un volanteo en los municipios de Cazones, Papantla, Tihuatlán y Tuxpan para intensificar su paradero.

A Ángel Evani Vidal lo están esperando en casa, además de su esposa, dos hijas de 3 y un año y medio de edad.

“SUEÑO CON ÉL, ME DICE QUE VA A VOLVER”
Martha Estela Hernández Cabrera busca desde el 7 de noviembre del 2021 a su hijo, Diego David Olvera Hernández, de oficio pintor, lo último que supo de él fue que abordó un taxi con un amigo y no supo nada más de él.

“Diego vivía conmigo. Nunca me faltaba a casa, como yo tenía dos o tres trabajos, luego le echaba la mano para la comida, cuando le escaseaba el trabajo. Desde el día que no llegó a dormir, lo empecé a buscar”.

En 18 meses, a Martha Estela también le tocó ver cosas raras. El amigo con el que abordó el taxi borró su cuenta de Facebook, la novia que tenía Diego en la colonia Nacional también eliminó del ciberespacio sus redes sociales. Ninguno de los dos, la novia y el amigo, le ha querido dar la cara a la familia Olvera Hernández.

“Sus hermanos lo empezaron a buscar, pedí su ficha de búsqueda… Preguntamos a los amigos y vecinos y nadie lo ha visto. Con el que abordó el taxi yo me lo encontré y le pregunté y me dijo: “No señora, yo no sé de quién me habla, no lo conozco”.

Desde noviembre del 2021, Martha Estela Hernández ha pugnado porque en la Fiscalía le den una orden de “búsqueda en vida” para que ella lo pueda buscar en cárceles cercanas, en Servicios Médicos Forenses, en anexos de alcohólicos y drogadicción, en hospitales, sin embargo, en todo ese tiempo la Fiscalía no ha podido liberar ese documento.

Diego David Olvera trabajaba de pintor en Poza Rica, sin embargo, anteriormente trabajaba en Parras, en el estado de Coahuila, en el corte de tomate. Ahora su madre, para intensificar la búsqueda, ha tenido que dejar dos trabajos, uno en un negocio de antojitos y otro de la venta de ropa de paca.

En las investigaciones que ha hecho Martha Estela, en su cuenta de Facebook ha visto fotografías donde Diego sale con Ángel Evani, los dos desaparecidos de El Tepeyac. En ambos casos, sus amigos se han hecho a un lado y evadido a los familiares de los desaparecidos.

“Ahora he tenido que entrar a meditación… He soñado mucho con Diego, él me dice voy a regresar, mamá, Estoy vivo, no te preocupes. No hagas caso del chisme de la gente. Mis sueños son muy lucidos, yo lo abrazo, yo le digo ya vente que te estoy esperando noche y día”.



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