Incluso, confirmada queda la teoría y la práctica de que las letras y las palabras y los titulares y las notas son más, mucho más peligrosas que las R-15 y las metralletas.
El caso, entre tantos otros, del gobernador de la 4T en Veracruz lanzando diatribas en contra de un cuarteto de medios, entre ellos, Notiver.
Incluidos la XEU, Meganoticias y Oliva Radio.
De entrada, Notiver es el único, el único, el único periódico escrito... gran sobreviviente de las triples pandemias, a saber, el covid, la recesión y la inflación.
Además, claro, la autosuficiencia económica en un tiempo cuando la 4T lo ha excluido como medio.
Además, la elevada circulación en la zona conurbada Veracruz – Boca del Río.
Lectura obligada de los políticos de Xalapa.
El liderazgo fuera de duda con las noticias exclusivas.
Además, entre otras, apenas, apenitas sucedidas en la madrugada cuando circula.
Además, una veinte noticias locales, aprox.., publicadas en cada nuevo amanecer.
Y en contrapeso, las veinte columnas periodísticas aparecidas en el día con día para el análisis informativo.
Vaya, en las ciudades de Veracruz y Boca del Río, el gran liderazgo mediático.
Incluso, por encima de otros medios antiguos, históricos y milenarios.
Y, bueno, si el góber obradorista despotrica contra Notiver, “veinte y las malas” porque Notiver le ha puesto y tiene “patas arriba”.
Para el góber, Notiver practica un periodismo incómodo e indeseable y bien desearía se “le tendieran al piso”, igual, igualito, que otros medios.
Por eso, honra, enaltece y dignifica que el jefe del Poder Ejecutivo estatal se ocupe con tanta enjundia de Notiver.
Desde luego, en ningún momento se trata de una pulseada.
Cada parte ha de cumplir con tareas fundamentales.
El político, a ejercer el poder público.
El medio, Notiver, ha de informar.
El político, y como es habitual, a reservar y ocultar información.
Y el medio, a rastrear pistas, señales, rastros.
El político, a manejar el gasto público, y, bueno, si cae en la tentación asignando por Dedazo la obra pública, otorgando cargos públicos a los amigos y aliados, socios y cómplices y “a ordeñar la vaca y meter la mano al cajón”.
El medio, a cruzar y entrecruzar información bajo sospecha.
Entonces, y de entrada, nada como cumplir cada parte la tarea.
Y, bueno, si en el camino las partes encuentran puntos con buen karma y los astros acomodados a favor para desarrollar y conservar una relación, digamos, institucional y respetuosa, “en el camino andamos”.
Es el caso, por ejemplo, de AMLO, el presidente, con los moneros Rafael Barajas, El Fisgón, y José Hernández, y antes también lo fue el caricaturista Antonio Helguera, QEPD, y los periodistas Pedro Miguel (ex pareja de Rosario Robles Berlanga), Jenaro Villamil, Paco Ignacio Taibo II y Fabrizio Mejía.
Es el caso, por ejemplo, en Veracruz, del góber con el director general de La Jornada-Veracruz, Tulio Moreno, entre otros.

MUCHOS AÑOS PATEANDO LA PELOTA...

Muchos años, casi la misma edad que Cuitláhuac García, tiene Notiver empujando la carreta y abriendo el surco.
Y siempre con la misma filosofía periodística y de vida.
Desde entonces, unos diez gobernadores han ocupado la silla embrujada del palacio de Xalapa, y en algunos casos, los políticos han levitado.
Y Notiver ahí continúa.
Ejerciendo a plenitud la libertad y que en ningún momento es concesión oficial, con todo y que cada tribu arrastra rencores, odios y venganzas.
Y se sulfura cuando de pronto se topa con un periodismo, digamos, más que crítico, que cuenta los hechos como son.
Lo decía aquel: Estoy en desacuerdo con lo que publicas, pero defenderá hasta el último segundo tu legítimo derecho a publicar.
Nunca, por ejemplo, los presidentes Benito Juárez García y Francisco Ignacio Madero se fueron en contra de la prensa crítica.
Incluso, con Juárez, la prensa más crítica, sólida, documentada, respetada, de la historia nacional.
Y en el caso de Madero, alcanzó a financiar un periódico, Nueva Era, a su hermano menor, Gustavo, para revirar a sus enemigos y adversarios, Victoriano Huerta, Félix Díaz, el sobrino de Porfirio Díaz Mori, y el embajador de Estados Unidos en México.
Notiver, de cara a la historia, sometiéndose cada día al más juicio de que se tenga memoria, como es el tribunal de los lectores, que lo siguen prefiriendo como favorito.
Así ronque y despotrique el góber obradorista.
Cuitláhuac, con su gabinete legal y ampliado.
Notiver, con sus lectores.