Tres, para los trabajadores de la información, pero más aún para los columnistas a quienes parte de los políticos definen como Calumnistas y Francotiradores, y como el caso infalible de la senadora guinda, Gloria Sánchez, de enunciar una Conspiración Mediática para tumbar a Cuitláhuac García de la silla embrujada del palacio de gobierno de Xalapa.
Así, y por ejemplo, un primer escenario es el siguiente, incluso, hasta metiéndose en la sucesión presidencial.
Unos, con Claudia Sheinbaum. Otros, con Adán Augusto López Hernández. Otros, con Marcelo Ebrard Casaubon. Y unos cuantos, pocos, con Ricardo Monreal Avila.
Unos, con Rocío Nahle.
Otros, con Manuel Huerta Ladrón de Guevara con “Los pasos de Manuel Huerta” en Facebook televisión.
Y otros con Sergio Gutiérrez Luna, y quien con todo se le metió a la cancha de la secretaria de Energía y le mantiene pisados los talones.
Nahle, claro, apadrinada, todo indica, por AMLO.
Y Gutiérrez Luna por Adán Augusto, el amigo número de AMLO en el gabinete legal y ampliado.
Y sabrá el chamán el padrino y/o la madrina y/o ambos de Manuel Huerta.
Unos, con los Yunes azules. Tres que son: Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez y la alcaldesa jarocha, Patricia Lobeira de Yunes.
Otros, con Julen Rementería.
El CDE del PRI se la jaló incluyendo a Indira Rosales San Román y Anilú Ingram para el 2024.
Y a Juan Manuel Diez Franco, alcalde de Orizaba, aun cuando él mismo ya pidió que lo excluyan, igual, igualito, que en MORENA el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil.
Comiendo garnachas en la vieja y desaparecida estación del Ferrocarril Mexicano en Soledad de Doblado, el priista Héctor Yunes Landa levantó la mano.
Marlon Ramírez jugando a quedarse con la candidatura al Senado y que nunca pudo su hacedor Jorge Carvallo Delfín.
Unos días publicándose en los medios que Sergio Gutiérrez ya descarriló a Rocío Nahle.
Otros, que Nahle está ultra contra súper amarrada y que ni siquiera vientos huracanados la tumbarían.
En unas columnas festinando que lo ideal es, será, sería que por MORENA Nahle y por el PAN-PRI, Indira, para que así mujer contra mujer, guerrillera contra guerrillera, Malinche contra Malinche, mamá Carlota contra mamá Carlota.
En el camino, cuando faltan unos once, doce, trece meses quizá, aprox., “untando la mano” a los medios para aceitar la computadora donde se teclea.
Y, claro, como el colirio eye-mo, para ver bien y clarito a los suspirantes.
Además, las alianzas políticas por arriba y debajo de la mesa. En privado y en lo oscurito.
Es más, cacareando la hora de las definiciones.
“Estás conmigo o estás contra mí”.
El realtiy-show de los anuncios espectaculares en carreteras y caminos y en las ciudades con todo y bardas.
Los acarreados como dice Manuel Huerta, el delegado federal.
Y las encuestas, ajá.
Y las columnas pagadas, aun cuando, y como en el caso, lanzó la pedrada sin especificar nombres de las columnas y nombres de los calumnistas y el pago correspondiente para incendiar la pluma y las teclas.
La especulación política, en su más alto decibel.
El objetivo superior, sacarse el premio mayor de la Lotería Nacional soñando con seis largos y extensos años de jauja.
Cargos públicos.
Asesorías.
Un trabajito burocrático para la familia.
Un subsidio.
Un convenio.
“Una mochadita” jugosa y suculenta que valga la pena extender la mano.
Negocios.
Empresas fantasmas.
Concesiones de obra pública.
Alianzas empresariales con los funcionarios del gabinete legal y ampliado.
Siempre lo dijo el tuxpeño César “El tlacuache” Garizurieta: “Vivir fuera del presupuesto... es vivir en el error”.
Y el día, las semanas, los meses y los años que lo dejaron fuera... se suicidó.
Entonces, y en nombre de la dicha y la felicidad personal y familiar, “a prender veladoras” al mayor número de santos y santas.

EL GRAN ELECTOR

En el lado del PAN, PRI y PRD, y en vez de estar jugando al ensarampado, las adivinanzas y la especulación, quizá les convendría definir las reglas del juego en caso de la alianza partidista y de inmediato definir al candidato.
Y una vez definido, caminar el mayor número de rincones, digamos, con bajo perfil tipo Fidel Herrera Beltrán en el año 2004, tipo Manuel Carbonell de la Hoz en el siglo pasado con las llamadas “Comidas de la amistad” y posicionarse y reposicionarse.
Por una sola razón: MORENA es el partido político en el poder sexenal.
Su líder, AMLO, con todo, está bien posicionado en el ánimo social y por ósmosis transmite su buen karma y mejor bilirrubina a los candidatos de la 4T.
Así, y con la suficiente anticipación, tipo Vicente Fox cuando de gobernador se lanzó a la candidatura presidencial con mucho, demasiado tiempo, buscar la posibilidad de cuajar.
Y, claro, levantar expectativas en un Veracruz con mayoría en la LXVI Legislatura y mayoría de presidentes municipales.
Y dueño del poder sexenal.
Y del aparato gubernamental como en los mejores tiempos del PRI.
Pero, bueno, lo decía Javier Duarte, la especulación es el deporte favorito en Veracruz y nada más efectivo, gozoso y dichoso como ejercitar la imaginación inventando novelas ficcionales de la realidad avasallante.
En el lado de MORENA, la mitad de la población y casi casi la otra mitad está segura, cierta, convencida, de que AMLO pronunciará las últimas palabras inclinando la balanza a favor de su elegido.
Y todos, sin excepción, acatando las órdenes superiores.
El gran elector, como antes, y durante casi setenta años, lo era el presidente de la república priista hasta que llegó el PAN y se apropió de la pelota durante doce años.