Los Yunes azules de nuevo en la recta final, en el carril partidista y electoral. Ahora, son tres, en vez de los dos anteriores.
Miguel Ángel Yunes Márquez. Dos veces presidente municipal de Boca del Río, ex diputado local, ex coordinador del programa Oportunidades en el Calderonismo.
Fernando Yunes Márquez. Exsenador de la República y ex alcalde de Veracruz.
Y Patricia Lobeira de Yunes. Presidenta del DIF en Boca del Río y alcaldesa en el puerto de Veracruz.
El trío, con posibilidad de quedarse con la candidatura del PAN a la gubernatura de Veracruz en el año 2024.
Ya se verán los vientos partidistas. Ya decidirán las encuestas. Ya las cúpulas negociaran por el mejor prospecto.
Más, si concitan la alianza con el PRI y PRD.
En el PAN jugando pulseadas dos grupos. El grupo de los Yunes azules. El grupo de los Chapitos, donde pertenece el senador Julen Rementería del Puerto, el opositor partidista.
De acuerdo con unas versiones, por ahora, pareciera que el clan de los Yunes cavila impulsar a Patricia Lobeira.
Uno, la presidencia municipal que desempeña.
Dos, calificada en la encuesta Mitofsky como la mejor alcaldesa del país.
Tres, el aura y el buen karma que tiene.
Cuatro, porque ha cuajado bien en el ánimo jarocho.
Cinco, por su proclividad a una relación civilizada con los actores políticos, incluidos el gobernador de la 4T y el presidente de la república.
Y seis, porque “se daría un mano a mano” con la ingeniera Rocío Norma Nahle García, la secretaría de Energía, que bien pudiera salir nominada en MORENA.
Mujer contra mujer.
Claro, un riesgo hacia el interior del PAN, porque en el año 2020, Lobeira dejó atrás al diputado local, Bingen Rementería, en la disputa por la candidatura a la presidencia municipal.
Y ahora, en el primer trimestre del año 2024, disputaría con el padre, el senador Julen, la nominación a gobernador.
Entonces, el cabildeo ha de ser en las grandes ligas para evitar la ruptura azul y lograr para la alcaldesa jarocha una candidatura tersa.

PATY LOBEIRA SIGUE CRECIENDO
Nunca se ha dado en Veracruz que un presidente municipal pase a la candidatura a gobernador, ni menos, claro, claro, claro, gane en las urnas.
En los 79 (setenta y nueve) jefes del Poder Ejecutivo estatal, los nominados siempre han tenido una trayectoria más amplia y sólida.
Por ejemplo, la tendencia en el siglo pasado de que la Cámara de Senadores era, quizá todavía, un semillero de candidatos a gobernadores.
El caso, por ejemplo, de Fidel Herrera Beltrán, Miguel Alemán Velasco, Rafael Murillo Vidal, Fernando López Arias y Manlio Fabio Altamirano, y quien como gobernador electo fuera asesinado en el café Tacuba, de la Ciudad de México, y delante de su esposa.
Entonces, quedó como sustituto el senador Miguel Alemán Valdés.
También hay diputados federales que de la curul legislativa pasaron a la gubernatura, entre otros, Cuitláhuac García Jiménez, Javier Duarte y Rafael Hernández Ochoa.
Desde luego, es un antecedente, pero en ningún momento, un precedente institucional ni regla o requisito político inevitable.
Lo indicativo y significativo es que la alcaldesa Patricia Lobeira sigue creciendo y escalando la posibilidad.
Y si ella está de acuerdo y lo decide, entonces, los hermanos Miguel Ángel (su esposo) y Fernando Yunes, el padre, Miguel Ángel Yunes Linares, y los Yunistas en el poder azul serán claves y fundamentales.
Más porque en caso de una alianza, las negociaciones entre el PAN, PRI y PRD para elegir al candidato serán cruciales.

EL PADRE, CIEN POR CIENTO PATERNALISTA
Por ahora, los hermanos Yunes Márquez, sin un cargo público manifiesto y visible para operar el 2024.
Cada uno desde su trinchera y con sus equipos estarían remando la canoa y empujando la carreta para trascender y posicionarse.
Miguel Ángel ya fue candidato y perdió en las urnas ante Andrés Manuel López Obrador, y su delfín, Cuitláhuac García.
Pero ganó experiencia política, partidista y electoral.
Fernando ganó las curules y la presidencia municipal y nunca ha conocido la derrota.
Los dos fueron educados por el padre para la política y la vida pública.
Más con la versión de que el padre es cien por ciento paternalista.
Muchas turbulencias habrá vivido el padre en unos cuarenta años, aprox., de vida pública. Pero una vez más jugando la gubernatura para sus hijos las vivencias más intensas y volcánicas de que se tenga memoria.
“La madre de todas las batallas”. El Día D. El Día del Juicio Final. La prueba y el examen estelar de su vida.