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Malecón del paseo
Lunes 28 noviembre, 2022

León Felipe y el Che

•Se conocieron en el D.F.
•Y tenían rotas...
•Las suelas de los zapatos

EMBARCADERO: Era un café en la Ciudad de México... Y era la mitad del siglo pasado, aprox... Y en una mesa se estaban conociendo dos hombres... Uno, poeta, y el otro, médico y escritor... El poeta, León Felipe, recién exiliado en México... Y el médico, Ernesto Guevara de la Serna, y a quien todavía no le endilgaban el título de Che... Y cuando los dos hombres cruzaban los pies en un largo y prolongado cafecito, se les veían la suela de sus zapatos

Luis Velázquez

Y las suelas de los zapatos de los hombres estaban rotas… Los dos eran (y siempre lo fueron) pobres… Y soñaban… León Felipe y Ernesto Guevara eran, además, jóvenes… Muy jóvenes… Y como jóvenes, idealistas…

ROMPEOLAS: Un amigo de ambos los concitó… Para entonces, el Che Guevara tenía un cuarteto de poetas predilectos y a quienes leía y volvía a leer… Incluso, en un cuaderno solía copiar sus poemas preferidos… El cuarteto era León Felipe (español), Pablo Neruda (chileno), Nicolás Guillén (cubano) y César Vallejo (peruano)… Incluso, muchos años después, guerrillero famoso en el mundo, fue asesinado en Bolivia soñando con la libertad y la independencia igual, igualito, como en Cuba, el famoso “Cuaderno Verde” del Che se volvió una disputa internacional pues los militares de Bolivia y los jefes máximos de Cuba, los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, lo disputaban…

ARRECIFES: El “Cuaderno verde” está lleno de poemas copiados con la letra del Che… Una letra diminuta… Clara y nítida, sin parecerse a la famosa letra de los médicos cuyas recetas cuestan un sacrificio descifrarse… El Che leía mucho… A toda hora… Y en todo momento propicio… Incluso, en el prólogo de Paco Ignacio Taibo Segundo del libro “El cuaderno verde del Che” recuerda que cuando le tocaba de vigilia en las noches en la montaña de Bolivia siempre lo hacía acompañado de un libro y que solía leer con una lámpara… Famosa la bolsa que cargaba en Sierra Maestra llena de libros y que junto con sus medicinas para el asma pedía a los compañeros combatientes urbanos de Cuba se los llevaran en sus viajes a la montaña…

ESCOLLERAS: Tanto le gustaban al Che los poemas de León Felipe, Neruda, Guillén y César Vallejo que los sabía de memoria… Y los recitaba en las horas de melancolía y nostalgia tanto en Sierra Maestra como cuando trabajaba todas las noches hasta las 3 y 4 y 5 de la mañana en Cuba designado Ministro de Economía, con profesión de médico…

PLAZOLETA: Con poemas selectos de su cuarteto preferido, el Che dejó un cuadernillo escolar… Al ser rescatado fueron impresos millones de ejemplares en el mundo y presentados como la antología poética del guerrillero más puro y limpio de la historia mundial… Y puro y limpio porque dejó la comodidad de la hamaca en Cuba y agarró camino, primero, al Congo, para luchar por su liberación política, económica y social, y fracasó, y luego, a Bolivia, donde lo mataron…

PALMERAS: El Che también solía escribir poesía… Pero era, aseguraba siempre, para su consumo personal… Además, decía que “eran muy malitos”… En uno de sus poemas llamó a Fidel Castro “el ardiente profeta de la aurora”… Y, bueno, la historia registra que dejó Cuba porque la envidia de Fidel era insostenible y estaba dañando la relación amical y humana entre los dos… Entonces, con toda la prudencia del mundo habló con Fidel y le dijo que su lucha revolucionaria en Cuba estaba cumplida y necesitaba luchar para liberar a su pueblo, Argentina… La famosa foto de Korda donde aparece sonriente mirando el horizonte y con una boina ha sido utilizada hasta en la ropa interior de las mujeres…


1 comentario(s)

pedro 28 Nov, 2022 - 19:16
creo que no lees la verdaera historia de lo que hizo el che masacrando cubanos a nomre de su dictadura

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