El góber fifí, salsero, huapanguero y danzonero tronó contra la diputada local, Eusebia Cortés Pérez.
Lo hizo porque Eusebia denunció la corrupción en la dirección de Tránsito del Estado.
Y Cuitláhuac García Jiménez se le fue a la yugular.
Dijo, por ejemplo, que la señora diputada tiene concesiones de taxis y quiere chantajear.
Ok.
Pero...resulta que Eusebia Cortés Pérez es gente, y a morir, de la secretaria de Energía, Rocío Norma Nahle, y a quien sus promotores, fans y feligreses de su capilla le han creado la imagen de que es la favorita del presidente de la república amorosa, AMLO, para la candidatura a gobernadora de Veracruz.
Luego, claro, de que Cuitláhuac lograra que la LXVI Legislatura aprobara la Ley Nahle para posibilitarla en el ranking electoral, pues es originaria de Zacatecas y avecindada en Coatzacoalcos.
Cuitláhuac contra Eusebia Cortés.
Eusebia, gente de Nahle.
¿Cuitláhuac contra Nahle?
La fama pública registra que Eusebia Cortés tenía un changarro de fritangas en la vía pública en Coatzacoalcos enfrente de la casa de Nahle.
Nahle era su clienta.
Y del changarro de fritangas, Eusebia pasó a Regidora en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos.
Ahora, diputada local.
Y taxista.
Cuitláhuac omitió el número de taxis y el número económico de cada uno.
Y, claro, la fecha cuando Eusebia Cortés se volvió taxista.