ya nadie mira “a la noche tibia y callada” de Agustín Lara.
Bueno, apenas, apenitas, y de acuerdo con su vocación social, el turismo de horchata, jícama, picadas y gordas en el mercado popular y camarena.
Tanto, caray, que los hoteles se encabritaron y lograron que la secretaría de Turismo prohibiera, por decreto, dormir en la playa a orilla del Golfo de México, ¡vaya concesión!

LUNES
Exilio ilustre

En Xalapa vivió en la hacienda “El Lencero”, la escritora Gabriela Mistral, la primera mujer de América Latina en ganar el Premio Nobel de Literatura.
Fue cuando el Ministro de Educación del presidente Álvaro Obregón, José Vasconcelos Calderón, la invitara para tareas educativas y ella decidió permanecer un tiempecito en Xalapa.
Por aquí pasó y quedó a vivir otro tiempecito el poeta de Nicaragua, la gloria de las letras de América Latina en Europa, Rubén Darío.
Fue cuando invitada Nicaragua por el dictador Porfirio Díaz Mori a fiesta patria, de pronto, golpe militar y la misión diplomática de Rubén Darío quedó nulificada y el poeta vivió entre Xalapa y Veracruz.
Por aquí ingresó al país el poeta español, León Felipe, y durante mucho tiempo quedó en la ciudad jarocha y todas las tardes tomaba café en el Café La Parroquia, en la avenida Independencia, y de vez en vez iba a las dos librerías del padre de Alfonso Salces Fernández.
Luego, agarró camino a la Ciudad de México, el destino final de los exiliados españoles cuando Francisco Franco adueñado de la madre patria.

MARTES
El paraíso terrenal

Aquí se refugiaron los presidentes Benito Juárez y Venustiano Carranza para salvar a la república.
Y Juárez promulgó la Ley del Registro Civil y Carranza las leyes agrarias y de la libertad de expresión.
Antonio López de Santa Anna encarceló en el castillo de San Juan de Ulúa, su cárcel privada, a Benito Juárez y Melchor Ocampo porque le andaban desbaratando la república amorosa.
El poeta Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura, paseaba en las playas de Veracruz y Boca del Río y levantaba conchitas de mar y que seleccionaba, en total, quince mil conchitas que llegó a tener como colección privada en sus viajes por los mares del mundo.
Decidido a regresar a Colombia, un fin de semana, Gabriel García Márquez viajó con su paisano y amigo, el escritor Álvaro Mutis, y tomaron cafecito en La Parroquia, de la avenida Independencia.
Luego, con su amigo, el escritor Sergio Galindo, director editorial de la Universidad Veracruzana, pasearon en el zócalo, Los Portales y el malecón y platicaron con los jarochos.
Y el Gabo quedó prendido con el calor humano de la gente y el paisaje urbano y que le recordaba a Colombia y decidió quedarse a vivir en la Ciudad de México, y en donde escribiera su novela “Cien años de soledad” en la casa que luego comprara, ahora convertida en museo.

MIÉRCOLES
Nahui Ollín deslumbrada

Por aquí caminaron en periplo turístico los escritores Carlos Fuentes Macías y Octavio Paz, acompañados de sus parejas en turno.
Un viaje lo iniciaron en Los Tuxtlas y luego pasaron a la ciudad jarocha y después partieron al norte de Veracruz.
Pero aquí también era el paraíso terrenal del escritor y cronista, Luis Spota, quien con su amada amante, la actriz Elda Peralta, preferían Costa Esmeralda con sus playas con aguas limpias y fresquecitas.
En el puerto jarocho, Nahui Ollín (Carmen Mondragón), la primera mujer en posar desnuda en México, sufrió el peor calambre emocional de su vida cuando le informaron que su pareja, el capitán de un barco, había fallecido en Cuba de una infección estomacal.
Y ella se volvió una muerta en vida. Perpleja, ida, ausente, hipnotizada, deambulando en las calles de Veracruz… hasta que unos amigos poetas y pintores, de fin de semana en la ciudad jarocha, la hallaron.
Y rescataron.

JUEVES
Intelectual ruso en Veracruz

Hacia 1800, Alejandro de Humboldt aterrizó en Veracruz procedente de América Latina.
Y quedó deslumbrado. Aquí, por ejemplo, la más grande riqueza natural del continente. Pero al mismo tiempo, espantosa desigualdad social y económica… y que todavía perdura.
Hacia 1940 estuvo en la región Veracruz-Boca del Río, el ideólogo ruso, contemporáneo y amigo de Lenin y León Trotsky, intelectual, académico, escritor y articulista, Víctor Serge.
Llegó de Europa huyendo de José Stalin, quien había ordenado una feroz persecución en su contra.
Se instaló en la Ciudad de México y hacia mediados del año, aprox., arribó al puerto jarocho para esperar a su esposa e hijo procedentes de Europa.
El barco se atrasó varias semanas. Entonces, la pasó explorando la región y llegó hasta Medellín, Jamapa y Cotaxtla según cuenta en su libro “Diarios de un revolucionario”.
Y quedó perplejo con la riqueza natural. Fascinado con el calor humano.
Después, con la familia volvió a la Ciudad de México y allí vivieron con múltiples trabajos de Serge.
Incluso, hasta impartió clases de francés y ruso a hijos de amigos y conocidos.
Estaban tan pobres que con frecuencia, Serge faltaba al café con los amigos por falta de liquidez para pagar el suyo.
Murió de un infarto cardiaco en un taxi en el viejo Distrito Federal.

VIERNES
Los días de El Nigromante

Algunos de los últimos años de su vida, Ignacio Ramírez, El Nigromante, Ministros de Asuntos Religiosos del presidente Benito Juárez, uno de los grandes periodistas del tiempo de la Reforma, los pasó en Veracruz.
El cantautor Pepe Guízar se fincó en su casita en Boca del Río y en donde decidió vivir.
Chabela Vargas se aposentó en una casita a orilla del Golfo de México, en Antón Lizardo.
Juan Gabriel compuso una canción sobre amar en Veracruz con intensidad volcánica.
El cineasta y escritor, Juan Manuel Torres, y las actrices Meche Carreño, originaria de Minatitlán, la diosa sexual del siglo pasado, y Delia Casanova, nacida en Poza Rica, enaltecieron el nombre de Veracruz en la marquesina nacional.
Desde Veracruz, Salvador Díaz Mirón logró la mirada del poeta francés, Víctor Hugo, la gloria de las letras europeas, y reconoció su movimiento poético con la fuerza avasallante de las palabras rítmicas.
Fue Veracruz en siglos anteriores Gran Pueblo Mágico. Y sin andar con títulos de nobleza. Pero, bueno, hasta las estrellas suelen perder su luz, y los dinosaurios, con tanta vitalidad, desaparecieron…