Lancen operativo en alimón con los presidentes municipales, digamos, y entre otras cositas, para establecer rondines de vigilancia, autodefensas de ser necesario, brigadas de auxilio, para cualquier imprevisto.

PASAMANOS: Ya policías civiles elegidos entre los ciudadanos de a pie para estar vigilantes con lupa en la calle y en la manzana donde viven, por ejemplo.
Incluso, caray, sistemas de vigilancia telefónica como WhatsApp entre todas y cada una de las familias de los pueblos y ciudades.
Un foco rojo de alerta, por ejemplo, que en automático se prenda y lance la alarma general en el barrio, la vecindad, la calle.
Y es que de veras y más allá de que la abrumadora filosofía de la Fiscalía General cuando dijera que “no a todos se puede tener contentos”, cada vez más más y más y más los malosos se recrudecen.

CORREDORES: El viernes 23 de septiembre, en la comunidad de Cues y Cebadilla, municipio de Ozuluama, en el norte de Veracruz, una mujer fue degollada.
Se llamaba María Clara Guzmán Ortega y tenía 46 años.
Era esposa de Marcos Vega, quien regresando a casa luego de las actividades en el campo, la halló en medio de un charco de sangre.
Se insiste: degollada.
Y asesinada de una puñalada en el cuello.
Y la policía sin pistas, rastros, huellas de los asesinos.

BALCONES: La bitácora de la muerte en Veracruz en el tiempo de la 4T es insólita.
Cadáveres de mujeres flotando en los ríos aguas abajo.
Mujeres secuestradas en sus casas y desaparecidas.
Cadáveres, restos óseos de mujeres, en fosas clandestinas.
Cadáveres femeninos tirados a la orilla del camino de terracería y en las carreteras.
Cadáveres de mujeres arrojados en medio de los cañaverales.
Y tirados a los pozos artesianos de agua dados de baja.
Ancianas asesinadas únicamente para robarles.
Mujeres feligresas de la iglesia católica asaltadas en las tardes en la iglesia cuando rezaban el rosario.
El único legado histórico que ha dejado y está dejando, y todo indica, seguirá dejando.

PASILLOS: Tribus de la 4T, ¡tengan piedad, compasión, misericordia, lástima, de las mujeres de Veracruz!
Insólita, inadmisible, inaceptable tanta saña y barbarie con los feminicidios, y qué caray, llegan a niñas, como la niña de cinco años asesinada de un balazo en Hidalgotitlán cuando acompañaba a su padre en una camioneta y lo emboscaron.
Caray, la profesora de Xalapa de 58 años de edad, subdirectora de la escuela primaria Adolfo Ruiz Cortines asesinada frente a la escuela y delante de su nieto de 7 años, y niños y padres de familia y profesores y ciudadanos de a pie.

VENTANAS: Tres años y diez meses después está claro que el gobierno de Veracruz no puede con el paquete.
Los zapatos de payasito de circo en fiera pueblerina les quedaron demasiados grandes.
Desde un principio cayeron en el hoyo más profundo del Principio de Peter.
Una cosita es que entre las tribus gobernantes se encubran, y otra, mil, dos mil, tres años luz de distancia es que los malos sigan asesinando mujeres como desde el mes de diciembre del año 2018 cuando una migrante de Guatemala fue emboscada en los límites de Isla y Rodríguez Clara.