cargando

En twitter:

Diario de un reportero
Sábado 03 septiembre, 2022

Tiempo de la zozobra

Un infierno llamado Veracruz
•Un pueblo sin esperanzas


DOMINGO
Tiempo de la incertidumbre



Se vive y padece en Veracruz uno de los peores tiempos. A tono, quizá, con el siglo pasado.
Tiempo, por ejemplo, 1930, cuando el asesinato de los cuarenta mil ejidatarios en la enconada lucha agraria donde el ejecutor fue el cacique y latifundista Manuel Parra, con su ejército de sicarios llamado “La mano negra”.
Tiempo, por ejemplo, 1907, cuando trescientos obreros textiles de Río Blanco fueronejecutados por los militares a las órdenes de Porfirio Díaz Mori únicamente por el gravísimo delito de reclamar condiciones laborales dignas.
Tiempo, 1879, cuando Porfirio Díaz ordenara a su góber Luis Mier y Terán “¡Matar en caliente!”, y por la espalda y con el tiro de gracia a los nueve jarochos sublevados a su reelección.
Tiempo aquel del sexenio de Agustín Acosta Lagunes con su “Sonora Matancera”, integrada con los caciques regionales y sus pistoleros, antecedente

Luis Velázquez

de los carteles y cartelitos.
Tiempo del sexenio de Patricio Chirinos Calero cuando los malandros se establecieran por vez primera en Veracruz.
Es el tiempo de tantos y tantos niños huérfanos y parejas viudas con tantos Feminicidios.
El tiempo de un Veracruz oliendo a pólvora y sangre con tanto tiradero de cadáveres.
El tiempo de la incertidumbre y zozobra en el diario vivir. En el día con día. En cada nuevo amanecer.

LUNES
¡Oh, José Alfredo Jiménez!

Es el tiempo en Veracruz de cantar “La vida no vale nada”, aun cuando en “La mañanera” canten a Chico Ché con aquella canción de que “¡Huy qué miedo, uy qué miedo!”.
El tiempo de convocar a Rosita Alvírez con los tres tiros que le dieron y de los cuales uno solo era mortal, ¡ay, Piporro!
El tiempo de “la noche tibia y callada” de Agustín Lara relevado por el tiempo destrampado y descarrilado de los sobresaltos.
El tiempo, caray, de las fosas clandestinas como en la América Latina con gobiernos militares hacia mediados del siglo pasado.
Y de los cadáveres colgados de los árboles a orilla de los caminos y de los puentes como en la Revolución cuando los conservadores ordenaban las matanzas para sembrar el terrorismo en los indígenas y campesinos.
Y de los cadáveres flotando en los ríos y lagunas y los mares como cuando en Chile, Argentina, Nicaragua, Panamá, Uruguay, la República Domincana, etcétera, los presidentes dictadores ordenaban tirar a los disidentes desde un helicóptero a la mitad de los océanos.

MARTES
Terrible dolor social

Hay dolor y sufrimiento. Un dolor que parece inacabable. Dolor en las familias. Dolor en los pueblos.
En la mayoría de los hogares un hijo, un pariente, un compadre, un amigo, un vecino, un conocido, ha sido plagiado (y hasta en su propio domicilio particular), desaparecido, asesinado y sepultado en fosa clandestina.
Una veladora arde día y noche en el altar de muchas familias con la foto del hijo secuestrado y desaparecido.
Nunca antes, como ahora, tantos Colectivos (veinte) integrados con padres con hijos desaparecidos buscando a los suyos en medio de un dolor indescriptible y que a nadie, absolutamente a nadie, se le desea.
Es la vida cotidiana en el sótano de la desesperación social.
Ciudadanos de a pie traumados, llenos de miedo y “de miedo al miedo”, aterrorizados con el diario vivir.
Hay niños, adolescentes y jóvenes quienes en toda su vida, desde que nacieron, solo han conocido un Veracruz con tenebrosos paisajes donde “la muerte tiene permiso”.
Y en donde, en la vecindad, en la calle, en la avenida, aparece un cadáver, igual, igualito como los cadáveres flotando en los ríos aguas abajo.

MIÉRCOLES
¡Ay, tiempos aquellos!

Es el Veracruz que por fortuna, caray, nunca conoció Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura, cuando caminó en las playas de Veracruz recogiendo conchitas del mar que tanto coleccionaba.
Ni tampoco conoció Rubén Darío cuando fue aclamado en el puerto jarocho para asistir a una fiesta nacional con Porfirio Díaz de presidente de la república.
Ni menos conoció Gabriela Mistral (la primera mujer en ganar el Premio Nobel de Literatura) cuando vivió en la hacienda de “El lencero”, invitada a México por José Vasconcelos, Ministro de Educación con el presidente Álvaro Obregón.
Vaya, ni siquiera conocida por Gabriel García Márquez cuando estuvo en Tlacotalpan y Chacaltianguis, supervisando el filme de su cuento “La viuda de Montiel” y de su novela “El coronel no tiene quien le escriba” y en el puerto jarocho para tomar café en “La Parroquia” de la avenida Independencia.
El Veracruz adolorido que tampoco conoció Alejandro de Humboldt, asombrado con la riqueza natural del Estado jarocho y perplejo con la miseria y la pobreza que ya existía desde entonces.
Veracruz sangra hoy. Como sangró, digamos, en el siglo pasado, con tantos hogares con niños huérfanos y parejas viudas.
¡Vaya destino bíblico de un Veracruz que fuera refugio político de Benito Juárez García y Venustiano Carranza!

JUEVES
Tiempo duro y rudo

Un millón de paisanos, por ejemplo, migrantes en Estados Unidos y otras naciones del planeta, buscando un empleo digno y pagado con justicia laboral para garantizar el itacate en casa para los niños y la esposa y los padres ancianos y enfermos.
Y enviando a casa las remesas que, vaya paradoja política, las tribus gobernantes festinan como logro.
Uno de cada tres jefes de familia que aquí permanecen llevando la torta a casa con el ingresito obtenido del changarro en la vía pública.
Antes del COVID, Veracruz, el productor y exportador número uno hacia el interior de la república amorosa del mayor volumen de trabajadoras sexuales, mujeres que han necesitado subastar el cuerpo para ganar el sustento familiar.
Miles y miles de jóvenes universitarios egresados buscando chamba y si la encuentran, caray, sueldos mensuales de cinco mil pesos luego de cargar la mochila escolar al hombro durante veinte años, aprox.
Luego de 79 gobernadores, seis millones de los ocho millones de habitantes en la miseria, la pobreza, los pichurrientos salarios de hambre, el desempleo y la jodidez.
(Y disculpe el lector si el dato es reiterativo pero como a la autoridad le vale ha de repetirse a cada rato).

VIERNES
Los dueños del día y la noche

Es Veracruz. Y aun cuando las plazas comerciales, restaurantes, cines, antros y hasta las playas los fines de semana están repletos, en las regiones indígenas y campesinas y en las colonias proletarias de los pueblos hay un montón, miles, millones, de personas en la precariedad total y absoluta.
Bastaría referir a los miles de niños indígenas que todas las noches se acuestan con un cafecito de olla sin un pancito y al día siguiente con otro cafecito se van a la escuela y quedan dormidos en el pupitre en el salón de clases debido a la desnutrición y anemia histórica arrastrada.
Y, caray, en tres años y nueve meses en el ejercicio sexenal del poder, nunca, ni por ocurrencia turística, la tribu guinda y marrón se ha asomado a un municipio indígena en Huayacocotla, Chicontepec, Otontepec, Papantla y Zongolica y los Valles de Santa Marta y Uxpanapa.
Ni hablar, son los jefes de jefes. La casta gobernante. Los dueños del día y de la noche. Y de vidas ajenas. Y del destino social.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.