Además, con facultades metaconstitucionales para trascender a un sexenio. Nueve años en total.
Incluso, para limitar la influencia y las órdenes y hasta los manotazos del góber en turno.
Una justicia plena, total, absoluta, rápida y eficiente y eficaz, para procurar y administrar el más alto espíritu de la ley.
Nada de aplicar la ley en base a las órdenes del góber, ni menos del secretario General de Gobierno y/o de otro funcionario del gabinete legal con ínfulas, digamos.
Tampoco, claro, para someterse a un familiar del góber en turno.
Incluso, a una Barbie del momento.
Y de ser necesario, ni modo, hasta para investigar a las tribus políticas y a los políticos del partido político en funciones.
El primer Fiscal General de Veracruz (Luis Ángel Bravo Contreras, gente de Javier Duarte) tuvo vigencia efímera.
Por aquí el góber del bienio, Miguel Ángel Yunes Linares, tomó posesión, en automático Bravo Contreras fue lanzado del paraíso y entronizado el yunista Jorge Wínckler Ortiz.
Y Wínckler apenas, apenitas duró unos tres años, meses menos, primero, cumpliendo órdenes “al pie de la letra” del jefe máximo, y segundo, ni modo, la llegada de la tribu política de la 4T al mando superior originó su caída, en el mes de septiembre del año 2019, y desde entonces, prófugo de la justicia, quizá, quizá, quizá, “a salto de mata”.
Entonces, entró al quite la abogada Verónica Hernández, antigua funcionaria pública en el Ayuntamiento de Xalapa con el alcalde Reynaldo Gaudencio Escobar.
Todos los Bravistas (Luis Ángel Bravo), todos los Wincklerianos (Jorge Wínckler) debieron renunciar.
La política, pues, como un tragadero de mujeres y hombres donde permaneces en el cargo, primero, hasta que el patrón desea y quiere, y segundo, hasta cuando los enemigos ascienden al poder.
Y si hubo desencanto con Bravo Contreras y Jorge Wínckler, por ejemplo, la gran decepción de los Colectivos, integrados con padres con hijos desaparecidos, ahora, con la Fiscal General, la primera en la historia local, están peor.
Simplemente, una Fiscalía que, cierto, manda, mandaría en su palacio (mujer con agallas la definió su vocero en campaña mediática), pero obediente y sumisa a las órdenes del góber, y de su pa/ni/no, Éric Patrocinio Cisneros Burgos.

MUCHO DOLOR Y SUFRIMIENTO

En otras circunstancias, y dados los resultados (caso Marlon / Monse que se entregó y fue aprovechado por el vocero para cacarear que lo detuvieron, y caso Viridiana, con el presunto asesino serial, ajá) era para que la Fiscal General estuviera renunciada.
Más con tantas tantas tantas quejas y dolor y sufrimiento y reclamos de los Colectivos, con los cientos de cadáveres sin la prueba ADN para su identificación.
Más, Veracruz, campeón nacional en feminicidios (Veracruz feminicida) pues ante los crímenes en cascada de mujeres (incluidas niñas y ancianas), la impunidad.
Más, el tiradero de cadáveres de políticos, activistas sociales, miembros de la comunidad sexual, taxistas, sacerdotes, profesores, etcétera, en la impunidad.
Pero como la Fiscal General está bien parada o parece estar tanto con Cisneros Burgos como con el góber precioso de la 4T, entonces, antes, mucho antes, despedir a un Fiscal Especial, un Fiscal Regional, que dar las gracias a ella.
Incluso, con tanto poder político y social, anexos y conexos, bien puede lanzar cacería de brujas, digamos, a propósito del asesino del ex director del DIF de Acayucan y la tirotiza al síndico de Tecolutla y hasta por la ineficacia e ineficiencia de la Policía Ministerial con el caso del secuestro y desaparición del director de la Policía Vial, Juan Alan Cuetero Meza, el 29 de mayo del año que camina con tantos huracanes.

YERROS COMETIDOS

Hay, claro, un antes y un después.
Por ejemplo, Luis Ángel Bravo Contreras y Jorge Wínckler fueron presionados para retirarse del cargo por cuestiones políticas.
En tanto, Verónica Hernández se mantiene… a pesar de tantos yerros cometidos.
En la LXVI Legislatura y los Colectivos, por ejemplo, ya conocen de sus límites y del “pie que cojea”.
Y aun cuando por ahora hay mayoría legislativa de MORENA, su partido quizá, puede vivir cada día sin sobresaltos, riesgos ni amenazas de un manotazo para removerse.
Pero al mismo tiempo, caray, un Veracruz donde además de los magros resultados sociales de la 4T, el tiradero de impunidad por todos lados.
Más si, como se afirma, es una abogada con la sangre fría para revirar, digamos, a los detractores, entre ellos, diputados locales solicitando la comparecencia en el Palacio Legislativo para aclarar paradas de tanta impunidad.
Un solo hecho resume la madre de los todos los escándalos en la era Verónica Hernández:
El tiradero de cadáveres de la población civil (Colectivos, ONG, activistas, miembros de la comunidad sexual, niños, jóvenes, adultos, ancianos, mujeres, hombres, políticos, taxistas y reporteros, entre tantos otros) sin que al momento hayan sido detenidos los asesinos físicos ni menos, mucho menos, los asesinos intelectuales.
Con todo y que ha sido una promesa del góber salsero y huapanguero.