Y en donde, claro, para el grueso de los feminicidas, el Estado jarocho es el paraíso terrenal, la tierra prometida, el Edén.
Y aun cuando en uno que otro caso hay detenidos, la mayor parte en la impunidad.
En las mujeres hay miedo, temor, pánico, angustia, horror.

DOS. La práctica hace al monje…

Esta viva en Veracruz para una mujer es un milagro porque “la práctica hace al monje”.
Y basta con salir a la calle a un mandado, andar tarde/noche en la calle, asistir a un evento diurno o nocturno, caminar sola en una avenida, para que de pronto, la mujer sea plagiada y desaparecida y asesinada.
Y en una de esas termine en una calle solitaria tirado el cadáver y/o en una fosa clandestina.

TRES. Hasta niñas plagiadas

Antes, eran las mujeres mayores las secuestradas y desaparecidas.
Después, las jóvenes.
Luego, hasta las ancianas.
Ahora, hasta las adolescentes y las niñas.
Y es que como los malandros y malosos, sicarios y pistoleros, carteles y cartelitos, machos y machitos, esposos y parejas celosas ven y advierten que nadie los detiene, entonces, en automático, “crecen al castigo”.
Miran y advierten en Veracruz la tierra de la impunidad.
Y hacen y deshacen a su antojo.
Los astros, acomodados a su favor.
Por eso, montón de chicas se persignan antes de salir de casa y dan gracias al Ser Superior estar vivas.

CUATRO. Caos familiar

Montón de hogares enlutados. En muchos casos, niños huérfanos. Y parejas viudas.
Incluso, padres ancianos a la deriva social porque la mujer desaparecida y asesinada era el sostén de la casa y de ellos.
Por eso, y entre otras razones, hay en Veracruz unos veinte Colectivos, integrados con padres con hijas desaparecidas.
Con todo y que en la Fiscalía General despacha la primera mujer en la historia de la procuración de justicia en el Golfo de México.
La mismita Fiscal General tan aplaudida y bendecida por el góber y el secretario General de Gobierno de la 4T.

CINCO. A orilla de la cima, el abismo

Seis de cada diez habitantes de Veracruz son mujeres, igual, igualito que en el resto de la república amorosa.
Entonces, las mujeres vivas están en la cima de la vida. Pero, vaya paradoja, desde la cima también se advierte y siente y mira el abismo.
Bastaría un empujoncito para caer de la cima a lo más profundo del abismo.
Es decir, el infierno.
El infierno cuyos sinónimos en la Real Academia Española son el secuestro, la desaparición, el ultraje, la madriza, el asesinato y el tiradero de cadáveres ya en la fosa clandestina, ya en un río para flotar aguas abajo, ya entre los cañaverales, ya entre en un pozo artesiano de agua dado de baja, ya a la orilla de caminos y de carreteras.

SEIS. Veracruz hoy

Veinte Colectivos. Montón de ONG y académicas defendiendo a las mujeres, solidarias y firmes, inalterables.
Por ahora, su lucha es social. Pero al mismo tiempo, cuando las circunstancias electorales estén, ninguna duda de que el coraje social se manifestará en las urnas sufragando en contra de los candidatos de MORENA a un cargo de elección popular, como serán la gubernatura y las curules locales y federales.