El senador Ricado Monreal Ávila denominó a los tres presidenciales de AMLO, el presidente, como "El Club de las Corcholatas".
Y les envío mensaje connotado: "¡Cuidado con la ley!", dijo para advertirles (Ebrard, Adán Augusto López Hernández y Claudia Sheinbaum) que irá en la boleta.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, tiene COVID y estuvo en Guadalajara que para iniciar gira nacional.
Allá, claro, lo recibieron con el saludito de "¡Presidente, Presidente!" y con que se gratuló con sonrisa doble sandía y que, bueno, nunca antes se le ha visto sonriendo en la fotografía ni en el video televisivo.
Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, estuvo en Puebla y anunció que seguirá trabajando.
Un pueblo en marcha, hosanna, hosanna.
Seis de cada diez mexicanos, en la miseria, la pobreza, los salarios de hambre y el desempleo.
"Mis sucesores serán mejores" vislumbró AMLO, el presidente.
Los sucesores, listos para lograr el objetivo superior como es dignificar la vida de los más de ciento veinte millones de mexicanos, el 60 por ciento en la jodidez total.
Y es que la gran obra social de una tribu partidista en el poder se valora y calibra a partir de que un jefe de familia sienta y palpe en el bolsillo del pantalón suficiente morrallita para llevar el itacate y la torta a casa.
Y cuando, por ejemplo, hay en Veracruz medio millón de habitantes que únicamente hacen dos comidas al día, y mal comidas, debido a tanta precariedad, entonces, ningún aliciente ni emoción social, patriótica ni patriotera, vaya, despiertan los presidenciales.
Ellos, claro, tienen como obsesión obsesiva el poder público.
Sueñan quizá con dignificar la vida de los mexicanos en la miseria, el último grado de la dignidad humana para sobrevivir y cuando se hace de todo y con el acelerador metido hasta el tuétano.
Pero cada vez los pobres más pobres y los ricos más ricos.
Es México. Es el país. Es la utopía. Es la verborrea diarreica.

ASPIRANTES HAN DE RENUNCIAR AL CARGO PÚBLICO

El cuarteto de presidenciales se mueve.
Ok.
Pero a todas luces y por todos lados queda claro que se están movilizando desde el cargo público.
Y por tanto, se amparan en la buena vibra y la mejor química y los astros acomodados a su favor para estar, ser y trascender.
Y tratar de ganar la encuesta, aun cuando la última palabra la pronunciará el jefe máximo "en el país de un solo hombre".
Entonces, caray, convocando la Cartilla Moral...
Y la Purificación Moral...
Y la Honestidad Valiente...
Lo íntegro, lo honrado, lo vertical, es que el cuarteto renuncie a las secretaría de Relaciones Exteriores y Gobernación y a la jefatura de la Ciudad de México y al Senado de la República.
Está bien que busquen "el hueso".
Pero se ve, mira y percibe mal, demasiado mal, que lo hagan desde la comodidad del cargo público.
El presidente, claro, se los permite.
Pero la vida democrática que tanto ensalzan se achica y disminuye.
Claro, cada quien tiene su concepción de la democracia.
Y "a ojo de buen cubero", si el cuarteto busca el siguiente cargo público, palabras mayores la presidencia de la república, entonces que se separen del cargo público y busquen la nominación en igualdad de circunstancias cada uno.
Es como si presentaras examen de oposición para una plaza académica en la universidad y con los dados cargados (el jurado) de tu lado.
Es como si fueras corredor y participaras en una competencia nacional y te drogaras para acelerar facultades automotrices.
Pero, bueno, en el tiempo del obradorismo la vida es así ¡y qué le vamos a hacer!
Incluso, la cacayaca de que no hay destapados, cuando, claro, en efecto, has tres destapados de manera formal... aun cuando nadie sabe con certeza el nombre del Destapado Mayor.
Incluso, y como dijera Marcelo Ebrard en Guadalajara, el presidente de la república lo ha destapado en cinco ocasiones.
Igual que a los otros dos.
Pero ahí siguen.
En el cargo público.
Con "hacha, calabaza y miel" como aliados.

A SUS ÓRDENES, SEÑOR

La fuerza de los cargos públicos del cuarteto hace maravillas.
Por ejemplo:
Los clubes de fans y feligreses y seguidores, a sus órdenes, señor.
Mantienen la expectativa de las tribus partidistas y políticas.
Los medios les abren las puertas "de par en par".
Siguen usufructuando el salario oficial.
Los empresarios siguen apostando por ellos y quizá, quizá, quizá, hasta con financiamiento.
Continúan inflamando la esperanza social en la población jodida y doliente.
Entonces, ninguno de los cuatro quiere perder el privilegio de formar parte del gabinete legal y ampliado.
Y siguen "ordeñando la vaca".
Si son de la 4T y la purificación moral, entonces, nada más honesto que renunciar a los puestos públicos ostentados. Y usufructuados.