Por ejemplo, el sacerdote de la Teología de la Liberación, José Alejandro Solalinde Guerra, dice que “López Obrador tiene mucho de Dios".
Incluso, en la navidad del año 2019 se presentó en una posada cargando un Niño Dios con la cara de AMLO.
También dice que la jefa de Gobierno en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum "es la Virgencita de Guadalupe".
Es una estrategia vieja que durante muchos años de irascibilidad social manejara con éxito. Y que ahora sigue probando con el mismo triunfalismo.
El maestro en Ciencia Política, Carlos Ernesto Ronzón Verónica, la describe de la siguiente manera:
Uno: El mismo fanatismo que tuvieron Adolf Hitler, José Stalin, Francisco Franco y Benito Mussolini, repite AMLO y con el mismo efecto.
Simplemente, la gente en la miseria y la pobreza, los salarios de hambre y el desempleo y los jodidos quieren escuchar del político lo que ellos mismos sufren y padecen.
Y AMLO se los da.
Procurando siempre cuajar en el cerebro y el corazón y el hígado de los resentidos, "los condenados de la tierra" que decía Franz Fanon, "los olvidados de Dios" como les llamaba el cineasta Luis Buñuel.
Dos: Entonces, nada más efectivo, y desde hace unos dieciocho años, AMLO puebleando.
De pueblo en pueblo.
Y en pueblos, claro, jodidos.
En el fondo del infierno.
Por ejemplo, su último viaje a Oaxaca, donde aterrizó en un helicóptero en un pueblito en que lo esperaban unos tres niños bien formaditos con una cartulina en la mano aludiendo a AMLO y uno que otro campesino y señora por ahí desperdigados.
Entonces, AMLO pronunció sabroso discurso incendiario asegurando que su lucha política y social era por ellos, "por ustedes, los pobres, los marginados".
Luego, la televisión oficial y no oficial en sus noticieros se encargaron de reproducir el video, claro, para impactar al resto de la república amorosa.
Tres: Los valores sociales y políticos que AMLO manejaban giran alrededor de un gran combate, duro y rudo, tenaz, sistemático, contra la corrupción y que llevara a México en el siglo pasado al primer lugar mundial con políticos pillos y ladrones.
Incluso, y para asestar en el hígado y el corazón indígena y campesino, gente de clase media y en una de esas hasta de clase alta, pitorreándose del "maíz con gorgojo" que las tribus priistas y panistas solían entregar.
Es decir, el objetivo calculado para capitalizar e incendiar el enojo y el coraje y la indignación crónica de la población jodida.
Dicho de otra manera, lo que la gente quiere oír y escuchar de un político yéndose a la yugular de otros políticos.
Por pillos.
Cuatro: Con esa estrategia comunicativa, practicada por AMLO desde hace más tres sexenios, la gente ha ido cambiando de valores.
Nuevos valores que les siembra en las neuronas.
"Yo no me debo a mi familia. Yo me debo al pueblo. A ustedes, ustedes los pobres".
El Mesías de Macuspana, Tabasco, arraigándose en el corazón colectivo y social.
"Y si nos siguen apoyando le seguiremos dando igual o más", cierra en su discurso intenso y volcánico.
Y la gente, igual como sucediera con Jesucristo ofreciendo de premio el paraíso celestial, aplaudiendo a rabiar.
El héroe terrenal.
Cinco: En medio del discurso, AMLO, dice Carlos Ronzón, filtra los personajes que tanto se corrompieron y acabaron con los programas sociales que deberían estar en manos de los jodidos, como está sucediendo con el obradorismo.
"Tú, político priista, político panista, político perredista, me hiciste daño a mi indígena, campesino, obrero".
Y el resultado sicológico es el siguiente:
La población se vuelve fanática de AMLO.
Más cuando queda probado y comprobado que los políticos de otros partidos les han fallado.
Incluso, cuando hasta la religión ha fallado.
Y les fallaron el INFONAVIT y el Seguro Social del priismo y el panismo.
Ellos, los conservadores, los neoliberales, los malos, los pillos, los corruptos.
Nosotros, los de MORENA, ángeles de la pureza.
AMLO, el presidente, hablando de Dios y la gente casi casi besándole la mano como si fuera Jesucristo, Ernesto "El Ché" Guevara o Mao Tse Tung. Del político de Macuspana al fanatismo sectario.

CAEN VENTA DE PERIODICOS POR GOLPEAR A AMLO
Es tanto el fanatismo de la población electoral a AMLO, el presidente, que bastaría contar la siguiente historia:
El dueño de un estanquillo en la ciudad jarocha dice que antes, mucho antes del obradorismo vendía unos ciento cincuenta periódicos diarios de Reforma, y que tan caro es.
Y unas 130 revistas semanales de Proceso.
Entonces, de pronto, las ventas cayeron a espacios inimaginables, insólitos.
Por ejemplo, ahora, en los días que caminan, vende unos 7, 8 ejemplares diarios de Reforma.
Y a veces unas 5, 6, 7 ejemplares del semanario Proceso.
--¿Por qué?, se le pregunta.
--¿Por qué crees tú?
--Me confieso ignorante.
--Porque como Reforma y Proceso están madreando a AMLO "a tiro por viaje", entonces, los clientes los rechazan con el argumento de que ningún caso tienen leerlos porque ya saben que golpetean al "Viejito".
--¿Quién es el Viejito?
--Pues López Obrador.
Es el fanatismo de los ciudadanos y la población electoral que está de su lado.
Los llamados "Siervos de la Nación".
Una república amorosa fragmentada entre los que están con AMLO y los que no están.
Incluidas montón de familias donde padres e hijos, tíos y sobrinos, toman partido por AMLO, pero también otra parte lo evidencia y cuestiona.
--Y, bueno, dice el dueño del estanquillo, hay de todo. Pero aquí, las ventas de Reforma y Proceso han caído. Por madreadores.