Mal fario persigue a un duartista
Tarek Abdalá es acusado de desvío de recursos públicos
Es Antonio Tarek Abdalá. Uno de los políticos del sexenio de Javier Duarte con mayor poder. Director estatal del DIF. Tesorero de la secretaría de Finanzas y Planeación, de hecho y derecho, el hombre atrás del trono. Diputado federal. Ahora, de aquella gloria que usufructuó, en el infierno.
La autoridad federal lo acusa de varios desvíos de recursos públicos.
Dos mil 300 millones de pesos del sector Salud.
300 millones de pesos de retenciones a sindicatos.
Pero Tarek, el grandote, se defiende.
Y buscar frenar las órdenes de aprehensión.
Un tiempo trascendió como testigo protegido de la Fiscalía General de la República.