Uno de ellos, imborrable, memorable y citable, la pedofilia insaciable de Marcial Maciel, el padrecito quien, incluso, abusó sexualmente de sus propios hijos y los Papa Juan Pablo Segundo y Benedicto XVI lo condenaron a pasar el resto de su vida encerrado en un monasterio en vez de someterse a proceso penal.
Todo, claro, porque Maciel significaba ingreso millonario al Vaticano con su cabildeo diplomático y económico en el continente.

PASAMANOS: El padrecito Lázaro (Lázaro se llamaba el primo de Jesucristo al que resucitara con dos palabras célebres, "Levántate y anda") celebró misas en Monclova. Y repitió (por si dudas existían) la misma homilía.
Matar a las mujeres abortistas.
Se dio cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, despenalizó el aborto en el país y cuando semanas antes, en Veracruz, la LXV Legislatura también, digamos, legalizó el aborto.
Tiempo cuando, además, la Arquidiócesis de Xalapa casi casi amenazó a las abortistas con la excomunión.

CORREDORES: El curita de Coahuila se pasó de tueste. Quizá, digamos, y como para encontrar un argumento de peso y con peso, habría fumado mota y de la mala y por eso su trance esotérico.
Incluso, una feligresa, Amanda, grabó en el celular el discurso incendiario del padrecito.
"Una mujer que aborta ya no sirve para nada. Está hueca, moral, física y sicológicamente. Una mujer que siempre va a estar amargada. Una mujer que a lo mejor no volverá a tener hijos".
Caray, Veracruz ocupa el primer lugar nacional en adolescentes embarazadas y el primer lugar nacional en abortos. Y con frecuencia, abortos clandestinos.
Lázaro, el padre de Coahuila, bien merece ser colgado del árbol más alto del pueblo.

BALCONES: Desde el púlpito, el ministro de Dios se lanzó en contra de la SCJN. Y por eso, la feligresa de Coahuila, Amanda, fue rotunda y lacónica:
“Me duele porque yo soy católica, pero no puedo tolerar este tipo de tonterías y ninguna de las ‘marchas’ que hacen. Creo en mi fe. Pero no en estas personas que la representan. No se puede permitir que nos sigan violentando”.
Nunca las redes sociales tan llenas de rencor y odio multiplicado.

PASILLOS: En el siglo pasado, la madre Conchita azuzó al caricaturista Jesús Toral, los dos cristeros, para asesinar al presidente de la república, Álvaro Obregón, recién electo... hasta que lo convenció.
Ahora, un curita pide a la feligresía matar a mujeres abortistas. Y, bueno, cuando lo hace desde la homilía, y en el templo, y usando el nombre de Dios, únicamente anuncia vientos huracanados y tormentosos.
La cúpula eclesiástica de Coahuila ha de proceder antes, mucho antes, de masacres imperdonables.
Y de paso, ordenar a los sacerdotes se amarren la lengua como está escrito en la Biblia.