El Jesucristo del Edén lanzó nueva filosofía de vida. Por ejemplo, en vez de balazos, tiros, fuego cruzado y Magnum en contra de ellos, “abrazos y besitos”.
Incluso, hasta la amnistía que nunca Herodes, por ejemplo, se la otorgó a Juan Bautista y hasta lo detuvo, asesinó y decapitó, todo, para entregar la cabeza en bandeja de plata a Salomé, la bailadora stripera que tanto lo traía enloquecido con el movimiento de sus caderas y se la había exigido como condición como para acostarse con él.
El Jesucristo del Gólgota predicó la concordia. Pero el Jesucristo del Edén tropical siembra la discordia en cada paso de su vida.
Y en nombre de la discordia se ha conflictuado con todos. Es más, ha descubierto complots en su contra. El primero, el Frena. El segundo, la CNTE. Además, del complot de empresarios, intelectuales y periodistas de las grandes ligas.
A los 12 años de edad, el relato bíblico cuenta la única ocasión cuando Jesús enfureció, perdió el control, tomó un látigo y con violencia lanzó del templo religioso a los fariseos y comerciantes que en palenque público lo habían convertido.
Y, bueno, aun cuando fue un acto solitario, quedó para la historia. Por eso, quizá, el Jesucristo tabasqueño es un peleador callejero, que toda su vida, desde las caminatas de Villahermosa, Tabasco, a la Ciudad de México, al frente de indígenas y campesinos en contra de Pemex, ha abanderado.

VIDAS PARALELAS

Los dos Jesucristo tienen vidas paralelas.
Por ejemplo, el par predica que el “no matarás”. También el “no mentir”. De igual manera, el vivir con austeridad franciscana, monástica y republicana. Y ni se diga, “vivir con la medianía del salario”.
El Jesucristo del Gólgota hacía milagros. Resucitaba muertos. Multiplicaba los peces y los panes. Y convertía el agua en vino.
Era, pues, un hombre bueno, y siempre eligió para su gabinete legal y ampliado a unos modestos y sencillos pescadores, gente sencilla, la más sencilla de todos. Y pobres. Pobres entre los pobres.
Y el Jesucristo de Tabasco anda en la misma frecuencia. Por ejemplo, las miles y miles de becas, programas sociales, para los jodidos, y quienes le viven agradecidos y con lealtad ciega, total y absoluta y que bastaría recordar el avasallante triunfo en las urnas. MORENA, el partido de moda.
El Jesucristo del Gólgota resucitó al tercer día. Y el Jesucristo del Edén vivirá, digamos, y escribiría Carlos Pellicer, para siempre. Incluso, y como dijera el subcomandante Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN, en su tiempo de gloria, “llegará lejos, muy lejos”.
Y llegará lejos a través, entre otras cositas, de la revocación de mandato y de que todo indica, heredará el poder presidencial a la primera mujer en la historia que será convertida en jefa del Poder Ejecutivo Federal luego de haberse desempeñado como jefaza de Gobierno en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, si es que, claro, Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, “se echa a dormir”.
Por eso, cada Jesucristo en su tiempo y con sus circunstancias.
Y si el Jesucristo del Gólgota significó un parteaguas en la historia, incluso cada quien (Buda, Mahoma, Gandhi, etcétera) en su momento, el Jesucristo del Edén será después de Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco Ignacio Madero y Lázaro Cárdenas.

LA PLENITUD DEL CRISTIANISMO

El Jesucristo del Gólgota entró a la historia cuando los tres Reyes Magos llevados por la estrella de Belém llegaron a su casita modesta de carpintero donde naciera.
Y el Jesucristo del Edén alcanzó la plenitud de la vida en un río de Tabasco, quizá el Grijalva, el más impetuoso del país, cuando nadando con los amigos estuvo a punto de ahogarse en una poza traicionera y fue rescatado.
Entonces, igual que san Pablo camino a Damasco tuvo la revelación superior de que estaba predestinado a misiones apostólicas superiores.
Primero, como el líder social al frente de indígenas y campesinos caminando de Tabasco a la Ciudad de México. Y ahora, como el presidente de la república más votado de la historia con treinta millones de votos, y por eso mismo, para que ninguna duda exista, la revocación del mandato en el mes de marzo del año 2022.
Por eso, el Jesucristo tabasqueño es como es. Y a partir de tales premisas ha de entenderse y comprenderse. Y mirarse y valorarse.
Además, que nadie lo olvide, es cristiano. Y vive a plenitud su cristianismo.