cargando

En twitter:

Escenarios
Jueves 16 septiembre, 2021

La droga del poder

•El cargo enloquece
•Políticos asesinos

UNO. La enfermedad del poder

Hay una enfermedad más dura y ruda que el cáncer, el Alzheimer, el Parkinson, el Sida y el COVID. Es la enfermedad del poder. Y su hermana gemela como es la soberbia y la frivolidad.
Hay veces, exclamaba Calígula, el emperador, cuando me siento Dios.

Luis Velázquez

Si Dios no existe entonces yo soy Dios, decía León Tolstói…, (se ignora si en broma).
Y es que el poder político se vuelve una droga. Y únicamente se cura un segundo antes de morir cuando la muerte inevitable.

DOS. El poder enloquece a todos

Nada enloquece a una persona como el poder público.
Por aquí toma posesión de un cargo y se sienta en la silla embrujada del palacio y la oficina, entonces, pierde la realidad y siente y cree predestinado por un Ser Superior para la gloria y la inmortalidad.
“Apenas me volví gobernador… me volví sexy” exclamaba hasta con lujuria en los ojos Javier Duarte “en la plenitud del pinche poder”.
El poder político del dinero fácil. El poder de creerse dueño del destino humano y de los pueblos. El mundo, a sus pies. “A sus órdenes, Señor”. “Aquí mando yo”. “Después de mí, nadie”.

TRES. Les endulzan el oído

Un emperador contrató a un amigo como consejero. Tendrás, le dijo, una sola tarea. Y cada vez que veas y sientas que ando levitando, lo dirás al oído.
En los primeros meses, el consejero cumplió obligación. Pero luego, el César lo empezó a mirar con duda y desconfianza.
Y es que, en el otro lado, un ejército de colaboradores del gabinete legal y ampliado, empleados, aduladores profesionales, escoltas y barbies y amantes, endulzaban su oído.
Y tanta miel desparramaron a su paso que el emperador llegó a creérsela y el consejero se volvió incómodo e indeseable y fue lanzado del palacio y exiliado en el otro extremo de la tierra.

CUATRO. El orgullo de mi nepotismo...

Benito Juárez García, por ejemplo, por aquí tomó posesión como presidente de la república y decidió vivir en Palacio Nacional otorgó cargos públicos de primera y sueldos fabulosos a sus tres yernos para dicha y felicidad de las hijas.
Por eso mismo, quizá, el presidente José López Portillo hablaba del “orgullo de mi nepotismo”, su hijo José Ramón delegado de México en la FAO con sede en Roma.

CINCO. Políticos asesinos

En la lucha por el poder, Caín mató a su hermano Abel. El hijo pródigo exigió la parte de la fortuna familiar y agarró camino. Cleopatra mató a hermano para quedarse como reina de Egipto.
Félix Díaz, el sobrino de Porfirio Díaz Mori, y el general Victoriano Huerta, aliados con el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, ordenaron asesinar a Francisco Ignacio Madero.
Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón emboscaron a Pancho Villa. El general Jesús Guajardo emboscó a Emiliano Zapata.
Vaya, en la campaña electoral del 6 de junio Veracruz ocupó el primer lugar nacional con políticos asesinados.

SEIS. El poder crea adicciones

El poder político es la droga más canija.
Tanta que los políticos con presupuesto para manejar a su antojo y capricho y con un ejército de subalternos suelen levitar.
El general Rafael Leónides Trujillo, dictador durante más de treinta años en la República Dominicana, alardeaba relaciones sexuales con más de mil mujeres.
El emperador Adriano tuvo número incalculable de efebos a su servicio sexual.
La droga del poder que ningún político desea dejar.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.