De entre los 13, 14, 15 aspirantes y suspirantes, un trío fue elegido por el Sínodo.
En orden alfabético:
Uno. El investigador y académico, Martín Gerardo Aguilar Sánchez.
Dos. El investigador y académico, Héctor Coronel Brizio.
Y tres. El investigador y académico, Jorge Manzo Denes.
Hoy martes, en la mañana, el trío compareció en el Museo de Antropología ante los profesores y estudiantes para exponer su plan de trabajo.
Mañana miércoles y jueves, el Sínodo universitario los entrevistará en la recta final.
La próxima semana, el lunes 30, hacia las dos de la tarde, el humo blanco total y absoluto con el nombre del sucesor de la doctora Sara Ladrón de Guevara.
El día último de agosto, entrevista de la Junta de Gobierno con los candidatos (as) a la secretaría Académica de la UV.
El primero de septiembre, la toma de posesión.
Martín Aguilar, considerado luchador social de izquierda. de la vieja guardia.
Héctor Coronel, subdirector de Educación Superior en la secretaría de Educación de Veracruz y director general de Administración Escolar.
Y Jorge Manzo, fundador y director del Instituto de Investigaciones Cerebrales.
Los doctores Martín Aguilar y Héctor Coronel, jugando en el palenque académico de la UV para la rectoría por vez primera.
El doctor Jorge Manzo, en el segundo intento.
Los tres, con amplia formación académica en la máxima casa de estudios.
Los tres, profesores.
Los tres, con reconocimiento nacional.
El Sínodo de la UV está integrado por 9 investigadores y académicos.
Leticia Mora Perdomo, presidenta de la Junta de Gobierno.
Laura Verónica Herrera Franco.
Alma Gloria Vallejo Cazarín.
Genaro Aguirre Aguilar, secretario de la Junta de Gobierno.
Jorge Martínez Contreras.
José Luis Morán López.
Enrique Ramírez Nazariega.
Alfredo Sánchez Castañeda.
Y José Antonio Seade Kuri.
Los 9, dignificando la vida académica de la UV, actuando con una gran libertad y dignidad, más allá de las circunstancias internas y externas gravitando alrededor para, digamos, orientar y reorientar la tendencia.
Ya dieron prueba de su entereza y firmeza y gran calidad moral, ética, social y académica.
Los 9, honrando a la UV, la gran comunidad universitaria integrada por maestros, estudiantes y burócratas.

AQUELLOS ENMASCARADOS EN LA USBI
Hace 8 años, la entonces Junta de Gobierno de la UV tuvo un desliz.
Descarriló en el palenque académico.
Fue el tiempo para elegir rector(a) y entonces, el día cuando el último informe del digno rector, Raúl Arias Lovillo, la USBI de Xalapa fue tomada por unos jóvenes enmascarados para bloquearlo.
Pero, además, para enviar un calambre a la Junta de Gobierno.
Así, el exrector de la UNAM, doctor José Sarukhan, miembro del Sínodo de la UV, advirtió, sintió, presintió... que los enmascarados en la USBI anunciaban el regreso de "los porros".
Y luego de sus elucubraciones, la Junta de Gobierno cambió el voto para elegir al rector recayendo en la doctora Sara Ladrón.
Por eso, ahora cuando la Junta de Gobierno eligió al trío de investigadores haciendo a un lado las presiones políticas y académicas honraron a la UV y se honraron a sí mismo, digamos, como aquellos Consejos de Ancianos del relato bíblico y en los pueblos indígenas que integrados para asesorar al Príncipe en turno siempre actuaban con dignidad ejerciendo la libertad en todos sus sentidos.
De hecho y derecho, y sin caer en cuestiones churriguerescas, como el Sínodo de la iglesia católica y apostólica para elegir al Sumo Pontífice.
Tres mujeres y seis hombres, en la plenitud de la libertad.

VILLALPANDO EN LA HISTORIA
El primer rector de la UV elegido por una Junta de Gobierno fue Víctor Arredondo Álvarez.
El segundo, Raúl Arias Lovillo.
La tercera, Sara Ladrón de Guevara.
Antes, el gobernador en turno nombraba al rector y únicamente por un período, de hecho y derecho, sexenal, y quien desempeñaba la misión conferida durante el sexenio correspondiente.
De aquel tiempo, quizá el más indicativo y significativo fue cuando Dante Alfonso Delgado Rannauro designó a Rafael Hernández Villalpando, subsecretario General de Gobierno, como rector.
Tiempo cuando Villalpando tomó la decisión más estelar de todos los tiempos para que en la UV únicamente fueran aceptados los jóvenes que aprobaran el examen de admisión sepultando para siempre el tiempo sombrío, siniestro y sórdido de que los políticos sexenales y los líderes estudiantiles, incluso "porros" metían a los recomendados en las facultades.
Incluso, varios políticos en el cuatrienio de Dante se pusieron quisquillosos cuando Villalpando tomó la decisión aprobada por el gobernador.
Es más, hasta lo amenazaron con denunciarlo con el góber.
Villalpando fue categórico:
Uno, les dijo, "si entra uno... entran todos" los reprobados.
Y dos, si quieres que tu recomendado entre a la UV, trae por escrito la orden del gobernador.
Desde entonces, en la UV, el examen de admisión es la única y máxima ley.
Villalpando, el gran Rector que tanto trascendiera...

LIBERTAD DE PENSAMIENTO

La Junta de Gobierno dictó, sin proponérselo, cátedra de integridad.
Y de libertad del pensamiento.
Libertad en el pensar, el actuar, el sentir y el reaccionar.
De la libertad de cátedra a la libertad académica total y absoluta.
Por esa misma razón, digamos, el lema de la UNAM, creado y recreado por su rector, José Vasconcelos Calderón.
"Por mi raza... hablará mi espíritu".
La honestidad "a prueba de bomba".
La verticalidad en el día con día y en el transcurso de los años.
Allá que en las pasiones políticas descarriladas todos ensucien las vidas y las biografías.
En la UV, como en otras casas de educación superior, la vida congruente en el decir y el hacer.
Mejor dicho, en el vivir.