PASAMANOS: En términos generales, la mayoría de migrantes, tanto de América Central (Honduras, Guatemala, San Salvador y Nicaragua) como del otro extremo del mundo (incluso, África y Asia) como de México, y por añadidura, de Veracruz, se emplea, lo dijo Vicente Fox Quesada como presidente de la república, “en los trabajos que ni siquiera, vaya, los negros quieren hacer”.
Uno, trabajadores agrícolas. Dos, pintores de brocha gorda. Tres, albañiles. Cuatro, fontaneros.
Cinco, meseros. Seis, lavaplatos. Siete, meseros en cantinas. Ocho, el trabajo sexual.
Y, cierto, ganan en dólares. Pero al mismo tiempo, los gastos son canijos. Más, cuando dejas familia en el país.
Con todo, las remesas de los paisanos se han convertido, por ejemplo, en Veracruz, en el sostén número uno de la economía por encima de los ingresos obtenidos de las industrias del café, los cítricos y la caña de azúcar.

CORREDORES: Con todo y COVID, cada semana migran de Veracruz y del resto de la nación decenas, cientos, miles de paisanos.
El desempleo está canijo. Incluso, apretando tuercas hasta en las trabajadoras sexuales.
Ahora, unos cuantos anuncitos sexuales (2, 3, máximo) suelen publicarse los fines de semana en el periódico ofreciendo las caricias más voluptuosas de la vida y hasta con rebaja.

BALCONES: El proceso migratorio es un infierno de principio a fin. Por ejemplo:
La partida del padre y/o del jefe de familia dejando a la esposa y los hijos, los padres, solos, conscientes de que pasará mucho tiempo para reunirse.
El viaje de Europa y África, América Central, México y Veracruz a EU desafiando los peligros en el paso a paso:
Uno, la policía migratoria con órdenes de apretar tuercas para obligar a todos a regresarse.
Dos, la migra mexicana blandiendo el tolete para encarcelar a los migrantes detenidos.
Tres, los polleros y quienes suelen abandonar a los migrantes cuando la migra les cae encima.

PASILLOS: Cuatro, la espera cardiaca en la frontera norte para entrar a Estados Unidos.
Cinco, el cruce del río Bravo y los peligros, entre otros, la migra esperando en el otro lado.
Seis, el cruce más peligroso por el desierto.
Siete, la entrada a EU burlando siempre la policía migratoria.
Ocho, la migra de EU cazando migrantes en el país vecino, incluso, hasta en las escuelas, orfanatorios e iglesias.
Nueve, vivir siempre a la defensiva y contraofensiva.

VENTANAS: Insólito: la 4T hecha gobierno a cada rato festina que las remesas aumentan y aumentan.
Pero, caray, el 99 por ciento de los migrantes han partido de sus pueblos por voluntad propia, correteados por el desempleo, los salarios de hambre y sin prestaciones y el hambre, la pobreza, la miseria y la jodidez.
Desencantos, además, de la política económica. Sin pedir un centavo a la 4T para irse. Desafiando el peligro.
Pero ni hablar, los políticos así son, trepándose en los méritos y vidas de otros.
Con todo y que andar de migrante es toparse todos los días y noches con el infierno oficial.
El gobierno, incapaz de alentar la creación de empleos en las regiones urbanas, suburbanas, rurales e indígenas.