Le han dicho de todo, entre otras cosas, que en todas las elecciones que ha participado por la alcaldía de su pueblo, Playa Vicente, se ha vendido al mejor postor para entregar la victoria por unos millones de pesos.

Lo han calificado como un peligro para la tranquilidad y la paz de Playa Vicente.

Que su sola presencia agita a las masas de indígenas que habitan en la zona mazateca de Playa Vicente.

Que es un peligro para la paz y que detrás de él hay peligrosos y oscuros intereses que buscan destruir la tranquilidad del pueblo.

Ahora, en cada café, en cada casa donde se reúne la clase gobernante de Playa Vicente. Se refieren a Urbano Bautista Martínez como el "indio", de manera peyorativa por su origen indígena.

"Cómo vamos a dejar que un indio nos venga a gobernar".

"No podemos permitir que ese indio y los suyos tomen el poder".

"Es imposible que un indio llegue a la presidencia municipal".

Son algunas de las frases que rondan de boca en boca en las últimas fechas conforme se acerca la fecha de elegir autoridades municipales para Playa Vicente, uno de los municipios más conflictivos del sur del estado, asentado en los límites de Oaxaca, y que en los últimos años ha sido escenario de graves violaciones a los derechos humanos adjudicadas a una violenta célula del crimen organizado.

Muchas de esas frases, según los sabedores de la política en Playa Vicente, han salido de los labios de la síndica del ayuntamiento de Playa Vicente, Yamileth López López, a quien atribuyen haber puesto a Urbano Bautista el mote de "El Indio".

Pero al aspirante de la alianza MORENA-PVEM-PT lo tienen despreocupados los comentarios de la síndica, al igual que los demás aliados.

"Que se refieran a mí así es un motivo de orgullo, soy una persona que siempre me he preciado de mis orígenes, que estoy muy orgulloso de traer en la sangre raíces indígenas, y que salí de mi pueblo hace muchos años para recorrer el país, aprender, superarme, y atesorar la esperanza de volver a mi tierra para trabajar por ellos", cuenta el candidato en entrevista.

Morenito, chaparrito, de piel completamente bronceada por el andar bajo los inclementes rayos del sol de Playa Vicente, Urbano Bautista es un tipo que habla contando las palabras.

De vos suave, en corto, siempre contesta con monosílabos, nunca se le mira sudar o mostrar nerviosismo.

Es más bien un tipo callado que pasa mucho tiempo metido en sí mismo analizando sus pensamientos.

Pero cuando está ante un foro arengando a una multitud en sus mítines se transforma y el monstruo político que trae dentro, el cual lanza frases lapidarias, comentarios contundentes, análisis puntillosos y remates de primera línea en cada uno de sus discursos.

Con voz firme y tronante, las masas le aplauden y se prenden. Sus intervenciones en micrófono pueden llegar a tardar el doble de tiempo pues en partes se toma el espacio para hablar en su lengua original, el zapoteco. Así le está llegando al corazón de cientos de personas en los poblados de Playa Vicente. Se ha convertido en una amenaza real para el sistema político municipal que actualmente detenta el poder en Playa Vicente y que, según Urbano Bautista, se sienten muy amenazados por que están cerca de perder sus privilegios. Y eso los hace peligrosos.

Qué le digan "indio" lo tienen sin cuidado; ha sabido capitalizar cada insulto.

Urbano Bautista, ex enlace legislativo del DIF Estatal con Rosa Borunda, cuenta que en Playa Vicente las elecciones no son ni se parecen en nada a las del resto de Veracruz.

En estos pueblos, donde siempre ha habido señores del narco que cohabitan con las autoridades municipales, se establecen alianzas para que horas previas a la jornada electoral, grupos de pistoleros salgan a sembrar el pánico en todos los pueblos, y pedir que voten por tal o cual candidato.

Incluso, cuenta Urbano Bautista, hay veces en que los mismos malandros hacen el acarreo de las personas para que voten en las urnas y supervisar que va ganar el elegido.
Ante estas circunstancias, es casi imposible enfrentarse a ese sistema. Él lo ha vivido en dos ocasiones y siempre ha quedado en segundo lugar.

Nativo del poblado de Arenal Santana, con 43 años, menciona que, en su primera contienda electoral, en 2013, sacó más de 6 mil votos contra el priista Abdón Márquez; en la segunda, contra el actual alcalde Gabriel López Álvarez, subió a 7 mil 800 votos y con diferencia de mil 800 votos.

Pero en esas dos elecciones siempre tuvo la presión de los grupos de la delincuencia amenazando y operando políticamente para para hacerlo perder.

Con amenazas de ese calibre -reconoce- no hay operadores políticos sientan ganas quererse quedar a luchar por su candidato o a defender el voto y se abren por miedo.
"Las casillas siempre las peleaban a sangre y fuego" o "amenazaban con matar a su familia o desaparecerse si no votabas por ellos o renunciabas a apoyar a otro candidato".

"Cuidado y te mueves porque el patrón ya te dijo a quien se debe apoyar" es otra de las amenazas más comunes a los operadores políticos de partidos opositores.

Playa Vicente, al igual que historia como municipio ganadero, en el pasado inmediato fue escenario de capos de la droga que ahí llevaban una vida relativamente tranquila, en medio de infiernos y tormentas que ellos mismo provocaban y apagaban, tales como Marcelo Arróniz Serrano, El Alacrán; José Martín Navarrete Salomón, alias “Cheto”; Leonardo Hernández, El Brujo de Playa; y su hermano, Ariel Hernández, El Flaco; Reynaldo Patiño, El Pelón de Abasolo del Valle, entre otros.

Durante 50 años -agrega- esta ha sido la forma en que un pequeño grupo de familias, tal vez seis o siete, se han repartido el poder en Playa Vicente, tal como si fuera una monarquía, entre ellos se ponen de acuerdo para destinarse una parte del pastel, y todos quedar contentos.

Y al acabar cada gobierno municipal, relata, siempre hay nuevos ricos en el pueblo.

Nuevos negocios.

Nuevas cadenas comerciales.

Nuevos ranchos en donde hay caballerizas en las cuales los equinos gozan de dieta balanceada y cuartos climatizados.

Constructoras, fraccionamientos, casas en la capital del estado, viajes al extranjero y amantes de lujo que en su vida estarán comiendo polvo en los caminos dañados en las comunidades, o sufrirán un solo día la falta de agua, como ocurre en muchos pueblos y colonias, incluso, por meses.

Han sido 50 años -cuenta Urbano Bautista- en donde los pueblos de Playa Vicente han permanecido en el abandono.

Muchas, cientos de familias, tienen a sus seres amados en los Estados Unidos o en el norte del país por la falta de oportunidades en el campo, la pesca depreciada, los productos del campo sin opciones para tener bien mercado, y la ganadería, sin un apoyo real que genere sustentabilidad.

"Yo conozco mi pueblo, es muy bonito, hay paisajes muy bellos, ríos, playas, cañadas, cerros y lugares en donde se podría explotar el ecoturismo, buscar opciones para emplear a la gente" reflexiona el candidato.

Pero sin duda, en donde quiere detonar todo su esfuerzo es en las comunidades: "Es la hora de que los pueblos indígenas que tanto han aportado a este lugar, reciban lo que tanto se les ha negado, buenos caminos que sirvan para sacar sus productos, que sean útiles para que ellos vengan al doctor o a la cabecera a hacer sus trámites".

Urbano Bautista afirma no sentir miedo de ir contra el sistema político local que sostiene a Playa Vicente, si en el pasado inmediato esas seis familias usaron a patrones de la droga para amedrentar a sus opositores, ahora se valen de la policía municipal como brazo ejecutor.

Y es que, en últimas fechas, se ha documentado que los municipales persiguen a los operadores políticos, hacen operativos para despintar las bardas de los partidos contrarios al PAN y acompañan a los principales operadores del ayuntamiento, entre ellos Santiago Velásquez, quien es señalado de ser el responsable de entregar amenazas a domicilio para que no voten por Urbano Bautista.

Actualmente Urbano Bautista va por el tercer intento para llegar al gobierno municipal, dice que no tiene miedo ", no me da temor, me da orgullo andar en esta lucha, así lo veo, como un movimiento de liberación de los pueblos que ya no nos gobiernen los mismos de siempre".

Hoy -dice- se está muy cerca de lograr la Presidencia municipal, y sus seguidores y colaboradores deben poner mucho corazón, valor y astucia para no dejarse llevar por las amenazas, pues el grupo político del poder está en su ocaso y por ello se torna más violento.

"Yo gobernar Playa Vicente no lo veo como un problema, es un asunto político y social, pero a estas alturas ellos lo ven como un negocio familiar, por lo tanto ellos están dispuestos a defenderlo a toda costa y a matar por no perderlo, si es posible".

"No se les va quitar un peso, sino millones que se roban cada año. De ganar, llegando a la presidencia, haremos que se aplique y que se haga lo que se tienen que hacer para lograr el avance que durante medio siglo no se ha visto en Playa Vicente", finalizó.