Pero ahora, y como decía Lenin, el ideólogo de la revolución rusa, “son los hechos, los duros hechos, los que también es imprescindible tomar en cuenta”…

ROMPEOLAS: Sin los hechos, todo ser humano, y ni se diga los políticos, están evidenciados… “Las palabras, dice el viejito del pueblo, se las lleva el viento”… Sin hechos, la vida se vuelve intrascendente… Puro rollo y chorizo… “De lengua me como un plato” dice otro refrán popular… Las palabras, los discursos, la venta burda y barata de esperanzas, pierden significado y trascendencia cuando terminan en el palabrerío… Los hechos cuentan… Y cuando y por ejemplo, en el gobierno de Veracruz van 79 (setenta y nueve) gobernadores y somos una entidad federativa pobre y jodida, entonces, los hechos avasallan con los discursos incendiarios…

ARRECIFES: Lenin enaltecía los hechos como el aval de un político… Entonces, el más cruel de aquella generación política, José Stalin (veinte mil hombres y mujeres asesinados), se adueñó del poder y persiguió en el mundo a su temible adversario y enemigo, León Trotsky, hasta que logró asesinarlo en Cuernavaca, donde vivía exiliado por el presidente Lázaro Cárdenas… La teoría y práctica de los hechos quedó, entonces, diluida…

ESCOLLERAS: Aquel amigo infiel se “daba golpes de pecho” de la siguiente manera… Decía… “Yo reconozco que los fines de semana llego a casa oliendo a leña de otro hogar hacia las 2, 3 de la mañana… Pero mi vecino llega al mediodía del domingo siguiente”… En la política, como en el periodismo, como en la vida, los hechos mandan… Sin los hechos, todo ser humano está perdido… Por eso, digamos como una posibilidad, los políticos en campaña electoral habría de revisar la biografía de Lázaro Cárdenas quien en la campaña presidencial prefería sentarse a escuchar a los indígenas, campesinos, obreros, amas de casa, estudiantes, etcétera, en vez de pronunciar incendiarios discursos y ofrecer “las perlas de la virgen”…

PLAZOLETA: Lázaro Cárdenas hablaba poco… Escuchaba mucho… De memoria prodigiosa, nunca anotaba… Siempre se acordaba de todo… Y transfería pendientes… Y les daba seguimiento… Y volvía al pueblo para checar en el terreno de los hechos si sus órdenes se habían cumplido “al pie de la letra”… Y asestaba manotazos como en el primer año de su gobierno cuando convocara al gabinete completo y les pidiera la renuncia porque muchos seguían estando con Plutarco Elías Calles…

PALMERAS: Más, mucho más ganarían los candidatos si, por ejemplo, se concretaran, por un lado, a escuchar los pendientes sociales… Y por el otro, en la medida de sus posibilidades cabildearan soluciones inmediatas y mediatas… Y por el otro, en los boletines relataran las peticiones que cada sector poblacional les planteara… Y por el otro, en el caso de que un pendiente fuera cabildeado, entonces informar a los interesados de los trámites correspondientes… Además, cada ciudadano de a pie está necesitado, urgido, de ser escuchado y con resultados, claro… El único aval en la vida son los hechos concretos, específicos y macizos…