Pero, caray, quitarse la vida en el viejo penal de Allende, donde Mel Gibson filmara película sobre el Apocalipsis...
Y en donde estuviera preso el gran líder socialista, Herón Proal, por encabezar el movimiento inquilinario en el siglo pasado, y que obtuviera su libertad cuando un montón de trabajadoras sexuales que alquilaban cuarteríos en los patios de vecindad se plantaran ante el penal gritoneando justicia.
El penal de Allende donde el presidente Luis Echeverría Álvarez y el gobernador Rafael Murillo Vidal encarcelaran a los líderes cañeros (Roque Spinoso Foglia, Francisco Castro González, Manuel Pérez Bonilla, etcétera) luego de paralizar el ingenio San Cristóbal, de Carlos A. Carrillo, el más grande del mundo por moler más de dos millones de toneladas en una zafra.
El penal de Allende, donde el gobernador Rafael Murillo Vidal, el procurador de Justicia, Aureliano Hernández Palacios, y el presidente del CDE del PRI, Rafael Arriola Molina, encarcelaran durante casi dos años al reportero Juan Zanoni de la Garza, director general de la revista incendiara, Basta!, la primera en Veracruz y el país en utilizar siempre como portada una página negra con los titulares letras en blanco.
El penal donde también estuvo presa la reina del carnaval jarocho que en un viaje a la incandescencia mental asesinara a sus hijos y desperdigara los cachitos en unas macetas con florecitas y las colgara del balcón de su departamento en el viejo edifico céntrico de la Lotería Nacional.
Y en donde el gobernador Fernando Gutiérrez Barrios encarceló al líder ganadero sureño, Cirilo Vázquez Lagunes, quien luego de organizar huelga de hambre de los reclusos lo obligó a recular enviándolo a un penal de Puebla, donde gobernaba Manuel Bartlett Díaz.
Allí, en aquellas viejas paredes y mazmorras y crujías, "El Yogui" quiso suicidarse.
Quitarse la vida en un centro histórico por excelencia.
Incluso, proyectado en el mundo con la película de Mel Gibson y que sirviera para que el actor y director cinematográfico invitara a Fidel Herrera Beltrán a una entrega de Oscar en Hollywood, para, entre otras cositas, saludar de mano y besito a unas de sus heroínas fílmicas, Nicole Kidman.

"EL YOGUI" SOLÍA LEER LIBROS DE HISTORIA

Hacia 1907, el viejo castillo de San Juan de Ulúa, la cárcel privada del dictador Porfirio Díaz Mori, sirvió para que los cadáveres de los trescientos obreros textiles de Río Blanco, asesinados por los soldados, fueran arrojados al fondo de la bahía, incluso, amarrados a una piedra, para evitar que flotaran en el Golfo de México.
Fue el castillo la cárcel, entre tantos otros, del legendario y mítico "Chucho el roto", pero también de Benito Juárez y Melchor Ocampo, encarcelados por Antonio López de Santa Anna.
Y la cárcel de los indígenas y campesinos rebelados a la reelección de Díaz Mori.
Y la cárcel donde desde el norte del país don Porfirio enviaba a sus enemigos y distractores para apaciguar sus ínfulas.
Nunca en Ulúa, quizá por la vigilancia, acaso porque los guías de turistas están pendientes, se ha suicidado una persona.
Por el contrario, Ulúa fue la sede de la V Reunión de la República con José López Portillo, tiempo cuando delante de todos aclamara a Rosa Luz Alegría, su secretaria de Turismo, esposa que había sido de uno de los hijos del presidente Luis Echeverría Álvarez.
Ahora, con "El yogui", el penal de Allende adquiere un nuevo sentido social.
Desde el lunes 22 es la tierra prometida, el paraíso terrenal, el Edén jarocho... para suicidarse.
Suicidarse, pues, en el corazón de la historia.
Nada como aquel sacristán de la iglesia de Tenejapan que en el mes de abril del año 2019 se colgó de una viga en la iglesia.
O el chico de 25 años que en el mes de diciembre del año 2020 se colgó de un salón externo de la iglesia de la Resurrección en Tlatetela.
O el niño de diez años que en el mes de diciembre del año 2020 se quitó la vida en Tlalixcoyan, emberrinchado con sus padres porque no lo vistieron de indito para ir a la iglesia el día de la Virgencita Morena del Tepeyac.
"El Yogui", de quien se afirma también era adicto a la historia y a las grandes epopeyas de la humanidad, libritos que leía antes de acostarse a dormir, quiso morir como un dios terrenal sacrificado a Huitzilopochtli.
"En vivo y en directo".
Con reality-show por delante y que, digamos, quizá nunca habría vislumbrado.
Es el tiempo de la 4T.
Suicidarse en una iglesia o en el penal de Allende.