Como un guerrero apache. Un indio yaqui.
Por ejemplo, el rafagueo en contra de varios presidentes municipales, declarados por él mismo incómodos e indeseables. Quizá enemigos y adversarios.
Uno. El fuego amigo y enemigo en contra del presidente municipal de Isla.
Dos. En contra del alcalde de Veracruz.
Tres. En contra del alcalde de Álamo.
Cuatro. El contra de la presidenta municipal de Jamapa, ya asesinada.
Cinco. En contra del alcalde de Zongolica.
Seis. En contra del alcalde de Orizaba.
Y siete. El último, en contra del presidente municipal de Cosoleacaque, a quienes, sin pudor ni rubor, acelerado por las circunstancias, llamó caciques, suficientes para que el edil en funciones le revirara: "No somos caciques".
Además, claro, de la enconada lucha en contra del Arzobispo de Xalapa y su vocero.
Y en contra de sus antecesores, Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte.
De hecho y derecho, más que jefe del Poder Ejecutivo Estatal, El Busca Pleitos.
El Busca Pleitos del palacio.
El góber, predicando la discordia en el día con día.
Tirando más gasolina al fuego.
En 2 años y casi 3 meses, ningún momento bueno ha existido para la tolerancia. La mesura. La serenidad.
Dueño del aparato gubernamental...
Dueño del presupuesto...
Dueño de los créditos incesantes y descarrilados argumentando que ni modo, necesita pedir prestado porque le dejaron las arcas convertidas en un cochinero...
Dueño de las corporaciones policiacas...
Dueño de parte de los Poderes Legislativo y Judicial...
Dueño de parte de los medios, a tal grado que hasta Carteles Mediáticos tiene a sus órdenes...
Dueño de las neuronas y el corazón de López Obrador...
Dueño del partido en el poder, MORENA, con Enrique Ramírez Zepeta..., en vez de predicar la concordia, digamos, para empujar todos juntos la utopía, la gran utopía del bienestar social (6 de los 8 millones y cacho de habitantes de Veracruz en la miseria, la pobreza y la jodidez histórica, legendaria y mítica), el góber se deleita, y es feliz y dichoso, con la discordia.

POLARIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA
Caso alcalde de Isla: el rafagueo en su contra por la emboscada a unos migrantes de Guatemala en los límites de Isla con Rodríguez Clara. Fueron policías dijo el secretario General de Gobierno. Fueron polleros, reviró el edil.
Caso Fernando Yunes Márquez: su pecado mortal, ser hijo de Miguel Ángel Yunes Márquez.
Caso Jorge Vera, de Álamo: la secretaría de Seguridad Pública detuvo a los policías municipales acusados de narcos. Entonces, para "curarse en salud" o lavar su imagen, el panista Jorge Vera lanzó operativo mediático en la plaza pública.
Caso Jamapa: la alcaldesa en funciones, Florisel, reveló que solicitó apoyo al gobierno de Veracruz para la vigilancia policiaca. Y que la matan.
Caso Zongolica: el perredista Carlos Mezhua denunció que como el gobierno del Estado le negara auxilio para la obra pública, entonces, lanzó rifita de un caballito de carreras, mil boletos de a quinientos pesos.
Caso Orizaba: la policía que sin reglamentarse, relevada por la secretaría de Seguridad Pública. El alcalde Igor se entrevistó con la secretaria de Gobernación para "aclarar paradas".
Caso Cosoleacaque: el martes 16 de febrero, hacia las 5 de la mañana, fueron asesinadas la exalcaldesa y ex diputada local, Gladys Merlín Castro, y su hija, Carla Enríquez, lista para la candidatura del PVEM, MORENA y PT a la silla municipal.
El góber, desde la conferencia de prensa, denunció que los caciques del pueblo eran, serían, los culpables.
Los hermanos Vázquez Parissi le reviraron: "No somos caciques" y precisaron que ellos, más que nadie, están interesados en el esclarecimiento de los hechos.
"El único enemigo que tenemos en común ("y sin entrar en pleito con el gobernador") es la delincuencia", precisó Cirilo Vázquez Parissi.
El góber, poniéndose los guantes en todos los casos.
Un político de fuego y con juego, apostando a la polarización social y política.
Incluso, nadie dudaría, tratando, como Poncio Pilatos, de "lavarse las manos".
La prudencia y la serenidad, la mente fría, el corazón reposado, le son ajenos...

MANOTAZOS DE MIGUEL ALEMÁN Y ACOSTA LAGUNES
Manotazo fulminante de Agustín Acosta Lagunes: El desafuero de Carlos Padilla Becerra como presidente municipal de Xalapa. Todo, porque intentó ejercer a plenitud la soberanía, autonomía e independencia del municipio libre.
Manotazo canijo de Miguel Alemán Velasco: El desafuero de Rafael Hernández Villalpando como alcalde de Xalapa. Todo, porque, primero, le tiró la basura del día en el palacio de Xalapa a partir de las diferencias sustanciales.
Pero más aún, porque se metió en su vida privada.
¡Santo remedio en ambas partes!
El jefe máximo, el tlatoani, el gurú, el chamán, jefe máximo.
Con el góber jarocho de López Obrador, el rafagueo perpetuo.
Nunca Acosta Lagunes ni Alemán Velasco miraron lo que la senadora de la república, la profe Gloria Sánchez, descubrió desde el Congreso de la Unión de un complot mediático en Veracruz para derrocar, háganos favor, a Cuitláhuac García.
"No sean alarmistas" ha dicho el góber fifí a la prensa, porque Veracruz, dijo, "tiene ratito que no está teñido de sangre".
El secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, deseoso de congraciarse con su góber, acuñó frase bíblica:
"Ningún chile embona a los reporteros".
El góber, bombardeando a los ediles incómodos, non gratos a su persona y a su luna de miel.
La discordia tiene permiso en Veracruz.