Los Lobitos de Yunes Linares, precandidatos a diputados locales y presidentes municipales de Boca del Río, Veracruz y Alvarado, posando en una mesa del café, con la señal de la victoria (panistas que son).
Y con una sonrisa, en unos, tamaño sandía, como la dibujada por el pintor Diego Rivera.
Todos, con barba.
Jaime de la Garza, Octavio Ruiz y Miguel Hermida, con camisa color azul; De Unanue con suéter azul marino. El primero, azul cielo; el segundo, azul mar.
Dispuestos los diez (los 5 de El Chapito, los 5 de Yunes) a enfrentar a Dios y al diablo.
Los guardianes, no de la bahía, sino de sus búnkers.
Los 5 Lobitos de Yunes Linares, como tendidos sobre la alfombra musulmana para confrontar la guerra electoral.
Luchando los diez, en ningún momento contra las tribus MORENA de Veracruz ni tampoco contra el góber jarocho, sino contra López Obrador, de quien se afirma se conserva adelante en la preferencia electoral de acuerdo con la encuesta.
Son días azotados por el vendaval electoral en donde se juega, claro, la elección de los presidentes municipales y el Congreso local. Pero más aún, el año 2024, tiempo de la sucesión del jefe del Poder Ejecutivo Estatal.
Por eso, la paz de la aldea es inmoral. La guerra, la guerra electoral, encarna la razón superior de la vida, todos sonando y resonando los tambores de guerra.
Las primeras palabras del Corán dicen: "No hay más Dios que Dios y Mahoma es su profeta".
El lema de los 5 Lobitos de El Chapito sería el siguiente: "No hay más ruta que la nuestra".
El lema de los 5 Lobitos de Yunes Linares: "No hay más Dios que Miguel Ángel y Miguel Ángel es su profeta".

GUERRILLEROS EN CAMPO DE BATALLA
Frente a frente. Como guerrilleros en un campo de batalla.
Los Chapitos, cara a cara con los Yunes azules y contra las tribus de MORENA.
Los Yunistas, cara a cara con Los Chapitos y contra las elites guindas y marrón.
Quizá del lado de Los Chapitos, más experiencia y fogueo, viejos que son todos, y del lado de los Yunes, todos jóvenes, aguerridos, pero más obsesionados con el poder.
"El ojo de tigre" que nunca, jamás, ha de perder un boxeador en el ring, pero tampoco un guerrillero en el centro de batalla.
En todo caso, fuego y juventud matan experiencia y vejez. "Caballo viejo" diría el cantante salsero.
El enemigo, sin embargo, está enfrente, "elemental, mi querido Watson", exclama el detective Sherlock Holmes, tan famoso en todas sus novelas.
Los Yunistas, a defender el búnker boqueño. Atrincherados. Aquí, dirán, no entra nadie. Ni El Chapito ni Los Chapitos, ni MORENA con todo y Nena de la Reguera, quien para levantar la expectativa electoral bien podría tener a su lado a Ana de la Reguera, banquete de Dios.
La euforia y la enfermedad del poder.
Las partes, alimentándose de la guerra electoral, social y política.
El bien contra el mal y viceversa.
Dios y el diablo.
Los rusos y los gringos en la guerra fría.
Ormuz contra Ahriman.
David y Goliat.
Todos, combatientes electorales.
Cargados, con toneladas de explosivos para apretar el botón nuclear en el momento estratégico, concreto, específico y macizo.
"Satanás será vencido" decía el guerrero kurdo, Saladino, en el siglo XII.
Una de las grandes batallas de la política local, la aldea, la provincia, el rancho grande, se dará, se está dando en Veracruz y Boca del Río.
Nada les ha destruido la moral. Son los fedayines. Tozudos y tercos que son Miguel Ángel Yunes Linares y Julen Rementería. Uno, sirio. El otro, vasco.
Fuego en la sangre, diría el conductor televisivo.