Y ahora, en el trascendido, Coparmex Veracruz (Alberto Aja Cantero) revela que “la comunicación está rota”.
Peor tantito, si se considera el tiempo sórdido y sombrío que se vive. “En puerta, dice la cúpula empresarial, el cierre de cincuenta mil empresas en Veracruz (Notiver, Sandra Segura, 11, 1, 21).
Según el dirigente empresarial, “han tenido algunos acercamientos con la SEDECOP (Desarrollo Económico) y la SSP (Seguridad Pública), pero el gobernador ha estado ausente”.
Y es que una cosita significa tener uno que otro enlace con el par de secretarios, y otra, mil años luz de distancia, con el góber, el jefe máximo, el gurú, el tlatoani, el tótem, el mandamás, el Odorico Cienfuegos.
COPARMEX lamenta las puertas cerradas del palacio para dialogar y tomar acciones… “más allá de filias y fobias”.
Terrible por varias bandas, pistas, carriles:
Uno. El posible cierre de cincuenta mil empresas en Veracruz.
Dos. Un Veracruz con miles y miles de desempleados.
Tres. Un Veracruz con 6 de los 8 millones de habitantes en la miseria y la pobreza.
Cuatro. Un Veracruz donde uno de cada 3 jefes de familia vive, o sobreviven, con el ingresito derivado en el changarro público.
Cinco. La parálisis de la economía debido al covid. Pero también, a los carteles y cartelitos, dueños de los días y las noches.
Y seis. La desigualdad económica y social, la inequidad y la pérdida de vidas que reclaman una respuesta oficial.
El gobernador ausente. Mejor dicho, inexistente. Peor tantito, irresponsable.
El peor error de López Obrador fue imponer a Cuitláhuac García como candidato de MORENA. Pero también, “dejar hacer y dejar pasar” tantos errores cometidos en la tarea de gobernar y que originaron el más espantoso desencanto social en la población electoral… en tanto poco tiempo.

INCALCULABLE DAÑO SOCIAL

Quizá el único góber ausente, digamos, de finales del siglo pasado a la fecha, fue Patricio Chirinos Calero. Ausente, porque la mayor parte del sexenio la pasó en “Los Pinos”, al lado de su amigo Carlos Salinas, el presidente. Tanto que Porfirio Muñoz Ledo, el diputado federal que busca de nuevo reelegirse, le apodó “La ardilla”.
Ni siquiera, vaya, Javier Duarte, tan joven y tan irresponsable, se mantuvo lejos, digamos, de las cúpulas empresariales.
La iniciativa privada, como todos, necesita estímulos, entre otros, facilidades, apertura, contactos, relaciones, que a veces solo cuajan desde el poder, para invertir y crear empleos, sobremanera.
Más cuando como en Veracruz, la inversión privada está frenada, paralizada, con el tsunami de violencia multiplicada por los carteles y cartelitos.
Veracruz, en el primer lugar en feminicidios, pero también en secuestros y extorsiones.
Decenas, cientos de empresarios, de igual manera que los ciudadanos de a pie, han padecido plagios, desapariciones y crímenes.
Incluso, en unos casos, sus esposas hasta decapitadas.
Y cuando en respuesta a la incertidumbre y la zozobra luego del secuestro de la esposa de un ganadero en Las Choapas aparecieron autodefensas, el gobierno de Veracruz se fue en contra de ellas con el descrédito y el desprestigio, incluso, negando su existencia.
Y de ñapa, el desdén y la indiferencia del góber machetero para sostener y mantener un diálogo permanente y cercano y lleno de voluntad e imaginación para junto con la iniciativa privada empujar la carreta social.
Paquete de estímulos. Pago de impuestos. Créditos revolventes. Arrendamientos. Pago a proveedores. Los grandes pendientes en la relación gobierno y empresarios.
El góber creerá, sin embargo, por sus hechos, que actuando con desdén la vida pública camina solita.
El daño económico y social, educativo y de salud, de seguridad y procuración de justicia de López Obrador a Veracruz resulta incalculable.
Caray, está canijo negarse al diálogo con los diferentes sectores y actores sociales.

ENCERRADO EN SU CASTILLO DE MARFIL

El góber está lleno de sorpresas. Diríase que vive aislado en su mundo rosáceo creado y recreado a imagen de su vida anterior donde, y como él mismo lo expresara, es fifí, sabadaba, salsero, catrinero y machetero, la imagen que en 25 meses le ha fortalecido la dirección de Comunicación Social.
Pero más aún, que si tal cual la población lo cree, le vale, pues estando bien con su dios terrenal, el presidente de la república, desdeña a la población electoral.
Además, ene número de actores sociales han lamentado la lejanía con que ejerce el poder (los ministros de Dios, legisladores federales y locales, tribus militantes de su partido, MORENA, presidentes municipales, cúpulas empresariales, etcétera) y encerrado en su castillo de marfil, sigue para adelante, con firmeza, trepado en su macho.
Será el góber para López Obrador, el más honesto y el más leal, el más bendecido, tanto, que Veracruz, dijo, “se sacó la lotería”.
Pero una cosita es la percepción o el chorizo presidencial, y otra, la realidad avasallante.
Nunca en la historia local la población electoral se desencantó tan pronto, en menos de dos años, de un gobernador.
Su estilo de ejercer el poder significa una oportunidad de oro para ganar en las urnas los partidos de oposición a MORENA y sus candidatos, pero siempre y cuando exista una oposición integrada abanderando a gente con arraigo popular y liderazgo social, respetada y respetable, con fama pública de una honestidad “a prueba de bomba”.
Hay demasiadas fisuras y heridas sociales causadas por el menosprecio de Cuitláhuac García.