precandidato a diputado federal por el distrito de Coatepec.
Es hora, dijo, "de dejar de una vez por todo el escenario de la discordia y la confrontación. Y generar consensos y acuerdos en beneficio de la gente".
Lo dijo, sin ningún ánimo de treparse al ring político y social con Cuitláhuac García Jiménez.
Sin el deseo de participar en la rebatinga por el poder.
Ni menos, mucho menos, caer en el terreno de las abruptas pasioncillas políticas.
Lo dijo porque el góber de AMLO ha tirado 25 meses en la silla embrujada del palacio de Xalapa en la discordia, abriendo frente a cada rato y con todos, el mayor número posible de actores sociales.
Y dos años y un mes después está confrontado con diputados locales y federales, con Senadores de la República, con parte de los Poderes Legislativo y Judicial, incluso, con militantes de su propio partido.
Las cúpulas eclesiásticas de Veracruz.
Las ONG.
Los Colectivos, integrados con madres con hijos desaparecidos.
Las compañías constructoras a partir de que el 99 por ciento de la obra pública la ha otorgado y por dedazo a empresas foráneas.
Incluso, rafagueando cada vez que puede y quiere y el hígado se le fermenta a los medios insumisos.
"No sean alarmistas" les pidió la semana anterior, muchos meses después de que el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, acatando órdenes superiores, dijo que a los reporteros "ningún chile les embona" que, acaso, todos los chiles embonen a él...
Peor tantito, pudiera escribirse que en el 99 por ciento de los actores y sectores sociales, el góber ha sembrado la discordia en vez de la concordia.
Y la confrontación.
Y los desacuerdos.
No hay ningún diálogo con el gobernador reveló líder empresarial de Veracruz.

TAL CUAL ES SU ADN

Ni hablar, así concibe el ejercicio del poder y la tarea de gobernar el señor Cuitláhuac.
Pero, caray, si tiene deformaciones sociales y políticas era para purificarse a sí mismo y ser otro, mirando la vida, por ejemplo, más allá del sexenio, pues también suele existir más vida pública.
Incluso, hasta soñando con la candidatura presidencial.
O de filón, una secretaría de Estado.
Pero el hígado, el corazón y quizá el sexo ganan a sus neuronas.
Y por eso, la discordia y la confrontación.
Ene número de veces los actores sociales de todo tipo le han extendido la mano para una plática, un diálogo, un cafecito, un intercambio de palabras y realidades y de barajitas.
Siempre, con el desdén y el menosprecio por delante.
El discurso del odio que, refirió Pepe Yunes, "polariza a hermanos y vecinos" como eje rector en el góber jarocho preferido y bendecido de AMLO.
Pero, bueno, si durante 25 meses tal cual ha sido el góber significa que es su forma de ser, estar, actuar, reaccionar y trascender.
Digamos, un peleador callejero y que, además, ordena a los subalternos que también rafagueen a los enemigos, adversarios, opositores y críticos.
Y si el góber ejercer así el poder y ninguna enmienda hay de AMLO, su hacedor, entonces, peor tantito.

Posdatita uno: El COVID está causando los peores estragos en la Ciudad de México, una realidad que al ratito caminará hasta el resto del país.
Según versiones de familias, el cupo en las funerarias para la cremación está agotado y cada familia anda en la desesperación total y absoluta con su muertito de por medio buscando una oportunidad.
Y segundo, el peor viacrucis para sepultar a los familiares difuntos.
Más, mucho más, en familias donde han muerto 2, 3, 4 personas contagiadas por la pandemia.
Los soldados aplican la ley con firmeza como en Cazones donde suspendieron una fiesta de quince años (50 invitados) o los peores días vendrán para Veracruz.
Incluso, multa gigantesca debería imponer el gobierno a la familia que celebrara súper boda con doscientos invitados en Córdoba, y de paso, a la iglesia, por celebrar la ceremonia religiosa... así sean ricos.
Tantito peor, el gobierno del Estado se tarda demasiado en decretar el Toque de Queda.