Dolor y sufrimiento
•En todas las casas
•La guerra ajena
UNO. Dolor y sufrimiento
En esta guerra del gobierno y los carteles, todas las familias en Veracruz hemos perdido un pariente, un compadre, un amigo, un vecino, un conocido, un colega de trabajo, un condiscípulo en la escuela, un feligrés que cada domingo escuchaba misa y de pronto, desapareció.
Luis Velázquez
En todas las familias hay dolor y sufrimiento.
Lo más angustiante, hijos huérfanos, parejas viudas, padres ancianos a la deriva económica y social, desprotegidos que están luego de que el hijo fue plagiado, desaparecido, asesinado, quizá sepultados en fosa clandestina.
DOS. La guerra ajena
Por ningún cachete que se le mire y espulgue, esta guerra es nuestra. Nunca, jamás lo ha sido.
Menos, mucho menos, en el sexenio priista de Javier Duarte cuando se diera la alianza sombría y siniestra de políticos, jefes policiacos, policías y carteles para desaparecer personas.
Menos, en el sexenio de MORENA que camina cuando, vaya paradoja, descubrieron narcopolicías en Álamo y Paso del Macho, al servicio de los malandros que de la población han de estar.
Veracruz, un tiradero de cadáveres. Y con saña y barbarie. Y los 8 millones y cacho de habitantes condenados, todo indica, para siempre.
Una guerra que lleva 28 años. En el año 2023 cumplirá treinta años de edad y ONG, fundaciones, académicos, Colectivos, familiares, lo celebrarán con un pastelito que bien podrían apagarse sus velitas en la escalinata de la Catedral de Xalapa, frente al palacio del mandamás.
TRES. Promesa incumplida
Cada gobernador ha jurado en la mesa de los sacrificios que pronto la tranquilidad y la paz serán restablecidas.
Y/o como en el caso del góber de MORENA, prometer en el discurso oficial que en dos años Veracruz estaría pacificado.
Han pasado 25 meses y cacho, y la vida se ha recrudecido como un infierno incesante.
CUATRO. Niños huérfanos
Esta guerra ha dejado niños y mujeres y jóvenes y ancianos asesinados.
Incluso, menores de edad ejecutados en medio de una balacera, y todo indica, como estrategia del peor terrorismo de la vida, acaso solo repetida en las guerras de Vietnam y Afganistán cuando asesinaban a los niños para intimidar a las familias y evitar se unieran a las guerrillas.
Luego del asesinato con saña y barbarie, el otro mal bíblico escapado de la caja de Pandora, como es la impunidad y que, en el ejercicio del poder como pitorreo, quizá, llevara a la Fiscal General a vestirse de negro, pegadita la ropa al cuerpo, con pistola al cincho y gorrita policiaca.
CINCO. Negligencia oficial
En medio de esta guerra, el destino incierto. Pareciera, por ejemplo, que nunca tendrá fin.
Patricio Chirinos Calero, Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares, pudieron como gobernadores aplicar la mejor estrategia para disminuir el índice delictivo.
Pero algunos nunca pudieron. Otros, fueron evidenciados y rebasados. Otros, quizá, hasta aliarse con los malandros.
Y el góber de la 4T “canta bien las rancheras”.
SEIS. Mucha falta hace Gutiérrez Barrios
El Sistema de Seguridad Pública nacional trascendió el recuento de daños en Veracruz en el año 2020:
186 feminicidios. 4 mil 193 homicidios. 435 secuestros. Más de 48 mil 313 robos. 3 desapariciones masivas con un total de 25 personas, en Ixtaczoquitlán, Emiliano Zapata y Playa Vicente.
Veracruz, en el primer lugar nacional de secuestros, feminicidios y extorsiones.
Uno de los peores tiempos en la vida local. Solo comparable a “La Sonora Matancera” en el sexenio de Agustín Silvestre Acosta Lagunes.
¡Cuánta falta hace en Veracruz Fernando Gutiérrez Barrios, quien en 40 días restableciera la tranquilidad!