Tenía entre 25 a 30 años de edad. Los vecinos descubrieron el cadáver.
Nadie en la noche escuchó gritos. Los gritos del silencio atroz, sórdido y sombrío con que caminaron los doce meses de año.
Primero, la incapacidad de la secretaría de Seguridad Pública para garantizar la vida. Y segundo, la ineficacia y la ineficiencia de la Fiscalía General.
El resultado es fatídico para las mujeres. En el transcurso del año, casi noventa feminicidios.
Digan lo que digan las tribus guinda. Nunca Javier Duarte detuvo, o en todo caso, jamás expresó voluntad política y social, para frenar el asesinato de trabajadores de la información. Veracruz, “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”. Campeón de campeones, compitiendo con Somalia, como antes Afganistán, en el crimen de periodistas.
Ahora, los asesinatos de mujeres.
Y cada homicidio (muchos despiadados, cruentos, bárbaros, con saña) significan hijos huérfanos y parejas viudas.
De entrada, la desintegración familiar. Luego, la pesadilla social en que puede caer cada hijo. Peor, si son menores de edad. Cada uno, acaso, redistribuido entre los parientes. Cada quien, por su lado.
Y en vez de festinar la vida, el panteón para llevar flores y veladoras y rezar. Y llorar ante la tumba, si es que, claro, la familia corrió con suerte y pudo rescatar el cadáver.
El Veracruz atroz que vivimos y padecemos. Feliz, la Fiscal General se viste de Gatúbela, pistola al cincho, para comparecer en evento público, creyendo quizá, acaso, que así corretea a los malandros y sicarios, carteles y cartelitos.

MUNDO ADVERSO Y RUIN PARA LAS MUJERES

6 cada diez habitantes de Veracruz son mujeres.
Solo hay 35 presidentes municipales de un total de doscientos doce Ayuntamientos.
El gabinete legal y ampliado del gobierno del estado integrado con el menor número de mujeres al mando.
Las mujeres jefas y gerentes en las oficinas privadas perciben menos sueldo que los hombres en igualdad de circunstancias.
Veracruz ocupa el primer lugar nacional en la producción y exportación de trabajadoras sexuales.
Menos de la mitad de los diputados locales está integrado por mujeres.
En las alcaldías donde el titular es hombre y síndica la mujer, por lo general, un pleito a morir por la rebatinga del poder pues las mujeres se vuelven incómodas para los ediles ambiciosos.
En la mayoría de las tesorerías municipales los titulares son hombres, con todo y que la fama pública los muestra como la parte más corrupta de la naturaleza humana.
Nunca en la historia política de Veracruz ha gobernado una mujer cuando van 78 jefes del Poder Ejecutivo Estatal.
Una que otra mujer, pocas, y de chiripa, se han desempeñado como Senadoras de la República.
La mayoría de los Fiscales Regionales y Agentes del Ministerio Público son hombres, muchos de ellos, machos entre los machos.
De los catorce partidos políticos en Veracruz, incluidos los últimos cuatro aprobados por el OPLE, Órgano Público Local Electoral, solo en uno hay una mujer como lideresa estatal, y el resto, son machitos.
Y en medio de los vientos sociales y políticos huracanados en contra, los feminicidios.
Y ni modo que las tribus de MORENA y los suspirantes y aspirantes a un cargo de elección popular a mediados del año entrante (alcaldes, síndicos, regidores, diputados locales y federales) crean, estén seguros, ciertos, convencidos de que los familiares de las mujeres asesinadas votarán por ellos.
Y si lo creen, están perdidos en su mundo rosáceo creado a imagen de la soberbia y egotismo que arrastran y los aparta de la infortunada realidad social.

MAL FARIO PARA MORENA EN LAS URNAS

En el pueblo han asesinado a 5 mujeres. Y el esposo, los hijos, los hermanos, los padres, los suegros, los cuñados, los primos, los tíos, los vecinos, los compadres, los amigos, todos, están irritados, encabritados, molestos, enfurecidos con las elites de MORENA.
Y desde ahora tienen la firmeza con “encuesta a mano alzada” de que votarán en contra de todo, absolutamente de todo lo que huela a MORENA.
Incluso, sufragarán en contra los viejitos que cada dos meses reciben su bequita de MORENA, los programitas sociales que les llegan, entre otras cositas, para que el obradorismo mantenga fresca, fresquecita, la clientela electoral.
Tal cual se reproducirá aquella letanía de López Obrador cuando era opositor y decía a los priistas militantes y a los ciudadanos que agarraran el dinerito, pero votaran por la izquierda.
Los familiares de todas las mujeres asesinadas, la penúltima en Fortín el lunes 21 de diciembre, así lo han decidido.
Es la única manera de ajustar cuentas. Quizá, quizá, quizá, aprendida la lección electoral para modificar la estrategia de seguridad y disminuir, abatir, reducir, achicar, limitar… los feminicidios.
Por lo pronto, con cada feminicidio que siga dándose en Veracruz, la familia completa y los amigos en contra de los candidatos de MORENA.