De ser tal, significaría el peor error de su vida política por las siguientes razones:
Primera. Boca del Río es feudo, parcela, búnker, de los Yunes azules. Ni siquiera una alianza de MORENA y PVEM los derrotaría si ellos, claro, lanzaran a un buen candidato con el visto bueno de Joaquín Guzmán Avilés, el presidente del CDE en turno.

DOS. Sopesar los vientos

Segunda. En la contienda interna, el enemigo a vencer es Guzmán Avilés y sus 5 lobitos, a saber, Julen Rementería, Enrique Cambranis, Tito Delfín, Germán Yescas y Enrique Cambranis.
Las dos partes medirán fuerza, músculo y puño. Y como de seguro De Unanue estaría mirando muros fuertes de concertar, quizá movido por la desesperación y la ansiedad de la silla embrujada del palacio, estaría pensando en.
Nunca la desesperación ha sido buena consejera en el infortunio.
Tercera. De Unanue es joven. Apenas empieza la vida. Tiempo suficiente para continuar soñando y esperar vientos favorables, si es que los Yunes azules pactaran con “El Chapito”. Y segundo, decidieran que, en efecto, el candidato fuera De Unanue, pues, se afirma en el trascendido, que Miguel Ángel Yunes Márquez late por tercera ocasión por Boca del Río.
Más, considerando el objetivo central. “El Chiquis”, para alcalde de Boca. Fernando Yunes Márquez para diputado local pluri. Y el padre, para diputado federal pluri.

TRES. Tiempo de esperar…

Cuarta. El diputado local y empresario bien puede sopesar, primero, la reelección, y segundo, la nominación para diputado federal. Para fortuna, los espacios y posibilidades son varias. Seguiría en el poder para, entre otras cositas, abrir brecha en el surco ciudadano con suficiente anticipación para 2025.
Quinta. En tiempo electoral anterior, el PVEM ya jugó una curul federal con la priista Carolina Gudiño Corro y perdió. Más con De Unanue, a quien todavía le falta crecer en materia política. Además, nadie se posiciona de la noche a la mañana haciendo campañita mediática y propagandística.

CUATRO. Riesgo con Podemos

Sexta Podemos es un partido naciente. Pero otra cosita es disputar el voto en las urnas. Más, mucho más difícil, cuando la plaza está dominada por una tribu política como los Yunes.
Y de ser cierto que De Unanue está buscando al PVEM y/o a Podemos, sería, digamos, un buen candidato, pero de un partido frágil, sin arraigo ni liderazgo electoral ni social, ni partidista, vaya.
Y ni modo que De Unanue posea la fuerza social suficiente para levantar expectativas a uno o al otro. A menos que su frivolidad esté desbordada. Nunca, además, ha de olvidarse que Morgado y Yunes fueron amigos, incluso, de relaciones familiares. Y Garrido fue panista en el tiempo de la yunicidad.

CINCO. El topo de Carlos Marx

El topo de Carlos Marx sería la figura icónica de un político. El animalito que emerge a la superficie de la tierra y ventila y olfatea y mide los vientos. Si son favorables, sale a darse un bañito de sol. Si son adversos, entonces, vuelve a sumergirse y espera, paciente y prudente, con inteligencia y mesura.
Pero si el joven De Unanue se deja llevar por la desesperación, entonces, podría terminar como “el perrito de las dos tortas”.
Esperar, dice el pescador roñoso del pueblo, es una forma de ganar. 85 días esperó Santiago, según la novela de Ernest Hemingway, para atrapar un pez espada.