Legislatura, el acarreo de más de setenta presidentes municipales para glorificar al vicegobernador, Éric Cisneros.
Ojo por ojo, diente por diente. Como en el primer tramo del siglo pasado. Incluso, y de ser necesario, sembrando el camino de la polí­tica con cadáveres.

LUNES
Incienso para sí­ mismo

Modelo Benito Juárez. El fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo y el par de generales traidores y desleales.
Modelo Lázaro Cárdenas. El exilio de Plutarco Elí­as Calles, y en piyama todaví­a cuando a las 6 de la mañana leí­a, cuenta la leyenda, “Mi lucha” de Adolf Hitler.
Modelo ílvaro Obregón. El asesinato de Pancho Villa.
Modelo Venustiano Carranza. El asesinato de Emiliano Zapata, engatusado por un impostor, quien se hizo pasar como su amigo, el coronel Jesús Guajardo.
Modelo Plutarco Elí­as Calles. El asesinato en Topilejo de los cien seguidores de José Vasconcelos Calderón, el candidato presidencial independiente.
Modelo Carlos Salinas. El crimen de 600 perredistas en menos de un sexenio.
Modelo Ernesto Zedillo. El encarcelamiento de Raúl Salinas, acusado del asesinato de su ex cuñado, José Francisco Ruiz Massieu.
Modelo Rubén Figueroa Alcocer, gobernador de Guerrero en el zedillismo, su compadre. “Guerra quieren, guerra tendrán”, y ordenó el asesinato de 17 campesinos en Aguas Blancas.
“Ojo por ojo”. El CDE y el CEN del PRD, denunciando en la Fiscalí­a General de la República y la secretarí­a de Gobernación, a “El dos del palacio”.

MARTES
El Trucutú del Palacio

Desde un principio, el secretario de Gobierno mostró el diente. Fue en el mes de diciembre del año 2016, el primer mes de la 4T en el palacio de Xalapa.
En los lí­mites de Isla ”“ Rodrí­guez Clara, unos migrantes de Guatemala fueron emboscados. Un niño herido. Una mujer asesinada.
Luego luego, sin mayor información, cachó la bola ocho y acuñó frase bí­blica inculpando a los policí­as de Isla.
El presidente municipal de Isla le reviró. Fueron “polleros”, dijo. Y “El dos” replegó.
Desde entonces, el asesinato de la primera mujer en Veracruz, en la impunidad. Igual, igualito como ahora Veracruz en el primer lugar nacional de feminicidios.
Es su filosofí­a de vida. El trucutú de la 4T de cara al Golfo de México. Quizá por el bullyng que le hicieron en la infancia.
Bajito de estatura, gordo, calvo, cara de plato, mirada desafiante, en contraofensiva, su rijosidad ha crecido en surco fértil desde el palacio de Xalapa.
El presidente municipal de Tlacotalpan, Christian Romero Pérez, lo dijo de la siguiente manera:
Su mala imagen es culpa de los medios… que lo atacan sin investigar.
La alcaldesa panista de Córdoba, Leticia López Landero, redondeó:
“Yo meto las manos al fuego por Éric Cisneros”.

MIÉRCOLES
Someter a los demás

Un hombre público, dice Suetonio en “Los doce Césares”, ha de llegar a la cumbre del poder sin rencores, odios ni venganzas.
Con buena salud en el cerebro.
De lo contrario, dice también Gregorio Marañón, en su libro clásico, “Tiberio, historia de un resentimiento”, pasa los dí­as y las noches cavilando para vengarse, así­ sea del bulliyng para, entre otras cositas, ajustar cuentas.
Los 24 meses de Cisneros son borrascosos. El jefe del gabinete polí­tico de la 4T, el encargado de la polí­tica-polí­tica, el funcionario público que ha de sumar y sumar, nunca restar, con los guantes puestos… en contra de la oposición, pero también en contra de los militantes de MORENA contestatarios. El caso más notorio, el diputado local, Magdaleno Rosales.
Trepado en el ring, por un lado, busca así­ someter a los demás. Y por el otro, “curarse en salud” con su ejército de tiradores de incienso de todo tipo.
Hay quienes trabajadores de la información aseguran que hasta un Cartel de Reporteros tiene a sus órdenes para defenderlo y glorificarlo, convencidos de su misión apostólica en Veracruz.
Hasta de góber lo ven… y que lo asegura, por cierto, Jesús Zambrano, CEN del PRD.

JUEVES
Pegados a la ubre

El mito de “El dos” creado por él mismo, replicado por el góber de la 4T y multiplicado en los medios patrióticos y patrioteros.
“El dos”, sin embargo, como un polí­tico resentido congénito.
¡Vaya falacia que decí­a Juan Maldonado Pereda, 4 veces diputado federal y conocedor de la naturaleza polí­tica:
“No es el hombre el que hace al cargo público, sino el cargo al hombre”.
Incienso a su paso, alfombra roja, sometiendo a los demás, entre ellos, presidentes municipales y diputados locales, a cambio, quizá, de protección e impunidad.
Y desde luego, la oferta de cargos en la administración estatal ahora cuando hacia el año entrante habrá cambios de alcaldes y legisladores y muchos sueñan con seguir en la ubre del erario, pues “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, oh César “Tlacuache” Garizurieta.
Paradojas de la vida pública:
El secretario General de Gobierno, dice la teorí­a, es el jefe máximo de la polí­tica-polí­tica. El operador diplomático del gabinete. El funcionario encargado de velar por el góber de la 4T.
“El dos del palacio” está, digamos, cumpliendo, pero con los guantes, el machete, la moruna, la guillotina, las amenazas y el acoso por delante como ejercicio personal del poder.

VIERNES
Ningún contrapeso

Dos años después de MORENA, ningún contrapeso al titular de la SEGOB jarocha.
En su misión es el general de 5 estrellas. Todo para él.
Es el halcón del góber de la 4T. El Sansón. El objetivo, doblegar a los adversarios y enemigos.
Una cacaerí­a de brujas que incluye hasta a militantes de MORENA, como el caso del diputado local, Magdaleno Rosales, a quien lo han exhibido como un analfabeto que debe ponerse a estudiar para terminar la educación primaria, y que, bueno, en caso de ser así­, serí­a el gran analfabeto en haber ganado una curul para crear y recrear leyes desde el Palacio Legislativo.
Al paso que va, habrí­a rebasado por la izquierda, el centro y la derecha a Miguel íngel Yunes Linares como secretario General de Gobierno de Patricio Chirinos, a Carlos Brito Gómez como subsecretario de Gobierno con Rafael Hernández Ochoa y a Manuel Carbonell de la Hoz como subsecretario de Rafael Murillo Vidal.
Los polí­ticos incómodos de Veracruz, bajo la lupa y la furia de “El dos del palacio”. El Trucutú de la 4T.