La secretarí­a de Seguridad Pública, en el principio de Peter para garantizar la vida. Y la Fiscalí­a General, en el principio de Peter para procurar justicia.
El colmo: en tanto los homicidas fí­sicos ni menos, mucho menos, intelectuales, aparecen, el crimen ha sido politizado, con todo y que el góber de la 4T, como siempre, cacarea que hay par de detenidos.
Uno. El secretario General de Gobierno, Éric Cisneros, peleando con el CEN y el CDE del PRD.
Dos. El PRD interponiendo denuncia penal en contra del gobierno de Veracruz por amenazas y acosos en contra de sus presidentes municipales.
Tres. Marchas de Jamapa y en Jamapa y en la región clamando justicia.
Cuatro. Dimes y diretes entre "El dos del palacio" y los ediles.
Cinco. "El dos del palacio" acarreando, digamos, a 76 presidentes municipales para que le tiraran incienso y loas en la comparecencia en la LXV Legislatura.
Y seis. En el desparpajo y el cinismo, Éric Cisneros invitando a los diputados locales, alcaldes y reporteros a tomar nieve para endulzar el corazón...
El tiradero de impunidad por todos lados.
Presidentes municipales, polí­ticos, lí­deres partidistas, activistas sociales, policí­as, mujeres, niños, ancianos, jóvenes, taxistas, miembros de la comunidad sexual, reporteros, etcétera, asesinados.
Veracruz, un rí­o de sangre. Oliendo a sangre. También, a pólvora.
Y la impunidad como la reina de norte a sur de y este a oeste.
"La flor más bella del ejido".
Lo más terrible al momento: el góber de la 4T inculpando a la alcaldesa de Jamapa de su propia muerte.
"Misógino" le llamó el Observatorio Universitario de Violencia.
El retrato más fidedigno del poder.
Los muertos mueren dos veces.
La primera, cuando los asesinan.
Y la segunda, cuando los satanizan.

"MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES"

Varios asesinatos en Veracruz han derivado en crí­menes politizados. Entre otros, los siguientes:
A. El asesinato del diputado local, Juan Carlos Molina Palacios. "Mucho ruido y pocas nueces" luego de la captura y exhibida de un presunto homicida. Por aquí­, su cuerpo de abogados reviró la Fiscalí­a General dio marcha atrás.
B. El crimen de la corresponsal del Diario de Xalapa en Papantla, Marí­a del Carmen Ferral. Luego de los 5 detenidos que homicidas fí­sicos e intelectuales entre ellos, y de llenarse la boca de miel, y de la elección como Fiscal General por 9 años en la LXV Legislatura, el carpetazo total y absoluto.
C. El carpetazo al crimen de la primera mujer en el sexenio, una migrante originaria de Guatemala, en los lí­mites de Isla y Rodrí­guez Clara. Por aquí­ el presidente municipal de Isla reviró al secretario General de Gobierno de que los asesinos no eran policí­as, como afirmaba, sino polleros, "El dos del palacio" se puso un zipper en la boca.
D. El crimen del activista social de Xalapa, Abiram Hernández Fernández. Luego de un ratito, pasado el efecto, ni para atrás ni para adelante. La opacidad. La impunidad. El desdén.
E. 2 años después, asesinados presidentas municipales, polí­ticos partidistas, lí­deres regionales, lí­deres de taxistas, el góber de la 4T aprendió la lección universal. Cada vez que haya crí­menes, lo mejor entre lo mejor, anunciar a los 2, 3 dí­as que ya tienen retrato hablado de los asesinos, que ya los ubicaron, que andan atrás de ellos y que pronto, pronto, pronto, darán resultados.
F. La más alta lección policiaca y polí­tica aprendida la expresó el góber de la 4T con el crimen de la alcaldesa de Jamapa. La inculpó de su propia muerte, solo para lavar la imagen del secretario de Gobierno en la plaza pública.
G. Veracruz en el primer lugar nacional en feminicidios, los asesinatos fueron politizados inculpando al machismo. Veracruz, pueblo de machos probados, comprobados y bragados. Ellos matan a sus parejas.

JUGAR CON LA ESPERANZA

Igual, igualito que cuando hay crí­menes, digamos, notorios y singulares, ciudadanos con arraigo popular, figuras públicas, el góber de la 4T ha politizado el crimen de la alcaldesa de Jamapa.
Por ejemplo: Que tienen par de detenidos.
Que los detenidos tienen cómplices.
Que tienen en la mira a los criminales fí­sicos, pero también, intelectuales.
Que habrá sorpresotas.
Que se hará justicia.
La misma cantaleta que en otros casos.
Jugar, pues, con la venta burda, ramplona y barata de la esperanza creyendo quizá que la población es ingenua y tonta y cree en su palabra cuando ha perdido la credibilidad que tení­a... si alguna ocasión tuvo.