en pueblos y ciudades…

ROMPEOLAS: Cadáveres colgando de los árboles… Cadáveres flotando en los rí­os aguas abajo y hallados por niños y pescadores… Cadáveres arrojados en las calles y avenidas y a orilla de carreteras y caminos y en medio de los cañaverales… Cadáveres tirados en pozos artesianos de agua dados de baja… Cabezas decapitadas abandonadas encima de mesas de bares y antros… Cadáveres decapitados y la cabeza arrojada en un municipio y dí­as después, el cuerpo tirado en otra demarcación… Insólito: asaltos en autobuses de pasajeros tanto urbanos como suburbanos… Pistola en mano, de pronto, en el viaje, viaje de la muerte, unos sicarios se levantan y asaltan y detienen la unidad y se bajan y pierden en el dí­a y en la noche salvaje de Veracruz…

ASTILLEROS: Caray, si los malandros secuestran y desaparecen y asesinan a una persona, y la miseria y ruindad humana los lleva a decapitarlo y cercenarlo, y en muchos casos, los meten en bolsas de negra y arrojan en los canales de agua negra… Y si son mujeres, además, las violan y torturan y luego quitan la vida… Unas mujeres, en la zona centro de Veracruz, ultrajadas y luego asesinadas hasta de cuarenta puñaladas…

ESCOLLERAS: En unos pueblos, el asalto a los comensales de taquerí­as y restaurantes… El atraco a unas mujeres feligreses en una iglesia rezando el rosario en las tardes… Lo peor entre lo peor, al momento, cuarenta niños asesinados… Una población civil que simple y llanamente, ninguna culpa tiene de que los malandros, sicarios, carteles y cartelitos sean los dueños de la pelota… Pero como matar a menores siembra y multiplica el terror y el horror, el miedo y el pánico, van contra ellos…

PLAZOLETA: Se trata de una realidad avasallante en un camino interminable de espinas y cardos y al que nadie puede ser indiferente… Y más, por una sencillí­sima razón… Nadie está ileso… Ningún ciudadano puede gritonear que la libró y que su familia es invulnerable… A la vuelta de la esquina, en la calle, todos sin excepción estamos expuestos a un secuestro, una desaparición, un asalto, un crimen… Cierto, desde hace unos 27 años, el oleaje de violencia es un tsunami, pero al mismo tiempo, desde hace veinticuatro meses, Veracruz está gobernado por las tribus de MORENA, y la vida ha empeorado…

PALMERAS: Además de los feminicidios, los cientos de niños huérfanos y parejas viudas… Pero más, mucho más aún, los menores sin la madre, el gran sostén familiar… Lo más grave es que nada indica que la falta total de respeto a la vida humana pueda mejorar, porque la autoridad quedó “atrapada y sin salida” en el principio de Peter… No puede… Está rebasada… Lleva 24 meses de fracaso social… Y a cada rato, dándose “golpes de pecho” de que pronto, pronto, pronto, ajá, harán justicia, porque tienen identificados a los asesinos fí­sicos e intelectuales… La venta burda y barata de esperanzas…