Candidato priista 2024
2024 está lejos, pero cerca. Más, en política, porque ninguna candidatura a gobernador se construye “de la noche a la mañana” como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica.
Por eso, quizá, el PAN tiene cuarteto de aspirantes y suspirantes. El senador Julen Rementería del Puerto. El presidente del CDE, Joaquín Guzmán Avilés. Y los hermanos Miguel íngel y Fernando Yunes Márquez.
MORENA conjunta quinteto, acaso, de aspirantes. La secretaría de Energía, la zacatecana Rocío Nahle, mano, parece.
Luis Velázquez
El senador, el hidalguense Ricardo Ahued Bardahuil. El delegado federal de Bienestar, Manuel Huerta. Y los secretarios, General de Gobierno, Éric Cisneros, y de Educación, Zenyazen Escobar, en un descuido, digamos.
Y aun cuando nadie lo esperaba, el PRI ya tiene uno, por ahora. Es Juan Manuel Diez, el millonario de Orizaba, quien fue presidente municipal, y trascendiera en la cancha nacional con la gigantesca estatua levantada a su héroe de la historia, su fan, su dios terrenal, Porfirio Díaz Mori, y que desearía el bustito de Juan Pablo II en Boca del Río o de Miguel Hidalgo en Soconusco.
Es más, la semana anterior, Alejandro Moreno, presidente del CEN del PRI, Alito le llaman unos y Amlito otros, publicitó en sus redes sociales una foto posando en medio, como Jesús en el Gólgota, con Juan Manuel Diez y el alcalde de Orizaba, Igor Rojí.
De acuerdo con las versiones, Diez fue cocinado por un par de priistas. Uno, el presidente del CDE, Marlon Ramírez. Y dos, su jefe máximo, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, ex líder priista, ex diputado local y federal y ex secretario de Desarrollo Social en la Década Perdida que va de Fidel Herrera Beltrán a Javier Duarte.
¡Vaya paradoja! Según los díceres, Marlon y Carvallo, amigos, socios, aliados y cómplices desde aquella fecha, ambos (ex) fidelistas, tienen un gurú azul. Es Miguel íngel Yunes Linares.
Carvallo, como se recuerda, indultado por Yunes en su bienio, tiempo cuando encarcelara a treinta duartistas y a sesenta policías en el penal de Pacho Viejo.
Y como Carvallo resultara tan aliado de Yunes en el bienio azul, el trascendido es que hasta le dieron a construir el distribuidor vial en la carretera estatal, a la altura de la desviación al Frac. Nuevo Veracruz, creado por Carlos Slim Helú.
Y Marlon encontró el paraíso terrenal en su tiempo como regidor en el Ayuntamiento del alcalde Fernando Yunes Márquez.
Según el sicólogo social del barrio, en realidad, Juan Manuel Díez es un candidato paralelo de Yunes a la silla embrujada del palacio, pues también impulsa a par de sus hijos.
Díez, por ejemplo, es empresario. Está ligado a la fuerte iniciativa de la zona centro. Aliado con sus pares de Córdoba y de Veracruz. Los Chedraui. Y hasta con la elite de los Nachón, de Xalapa.
Tal cual, la versión es que Marlon y Carvallo son, en realidad, operadores rojos de Yunes.
Yunes, entonces, amacizándose como la revelación política de todos los tiempos. Trae parte del PAN. Trae al PRI. En los 2 años como gobernador trajo al PRD.
Joel Arcos Roldán es priista. Empujó la carreta electoral a favor de Miguel íngel Yunes Márquez para gobernador. Ahora, es secretario de Operación Política con Marlon presidente.
Otro aliado de Yunes es, sería, la diputada federal, Anilú Ingram Vallines, amarrada a través del senador Miguel íngel Osorio Chong, ex secretario de Gobernación y ex gobernador de Hidalgo.
EL POLíTICO AMBIGUO
De ser así, entonces, el presidente del CDE del PRI está jugando con fuego.
Por ejemplo, con el PRD (Sergio Cadena, 2 veces alcalde de Catemaco) y Joaquín Guzmán Avilés, presidente del CDE del PAN, están puliendo y volviendo a pulir la alianza para la elección de candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores y a diputados locales y federales, soñando quizá, quizá, quizá con el 2024.
Y por ahora, y salvo un perdón, una amnistía, Guzmán Avilés y Yunes Linares tienen un cortocircuito, multiplicado a partir de la rebatinga por la candidatura a la presidencia municipal de Veracruz, donde El chapito con el senador Julen Rementería tienen a Bingen de favorito, mientras Yunes a María Josefina Gamboa, Indira Rosales y al primogénito.
Significaría, pues, que Marlon se estaría “pasando de tueste” jugando, más que a Maquiavelo, a Fouché.
Incluso, creyendo que tiene más experiencia, fogueo y perversidad que Yunes Linares.
A menos, claro, que Marlon sea el ángel de la guarda de Yunes ante Guzmán Avilés para lograr la reconciliación.
Más, en un tiempo cuando los políticos se han vuelto “ajonjolí de todos los moles” y brincan de un partido a otro cambiando, ajá, de ideología, valores y principios como quien se cambia de ropa interior, hasta con “rayita de canela”.
Los días así caminan. Más todavía cuando el tricolor está hecho polvo, talco y moronitas en el espectro electoral. Y si van solos en la contienda del año entrante se trataría de una derrota mil veces anunciada.
Por eso, y cuando las prerrogativas han bajado de manera sustancial, nada mejor que impulsar a un empresario como Juan Manuel Diez y al que se sumarían los apellidos de abolengo y prosapia.