Linchamiento de la 4T
Muchas horas después del segundo informe del gobierno de Veracruz, el único trascendido es el feroz, irritante, apasionado, ciego, irreflexivo linchamiento a los antecesores.
Veinticuatro meses se han cumplido de que en la plaza pública lapidan a los ex gobernadores Miguel íngel Yunes Linares y Javier Duarte, y hasta Fidel Herrera Beltrán, con todo y la fama pública de que entonces le fue muy bien al padre del góber de la 4T, anexos y conexos.
Luis Velázquez
A primera vista, en Veracruz se reproduce el mismo discurso nacional. Pero al mismo tiempo, se teje y desteje y vuelve a tejerse la discordia como vaso comunicante. Jodidos, los 6 de los 8 millones de habitantes en la miseria y la pobreza según dictamen del INEGI.
La 4T tiene una sola característica. Ellos, ángeles de la pureza. Los anteriores, pillos, ladrones y corruptos.
En 2 años, las tribus de la 4T han pronunciado billones de veces el concepto o la palabra corrupción.
Desde antes, claro, ya se sabía. México, en el primer lugar mundial de corrupción política.
Lo peor es que igual, igualitos a los priistas, panistas y perredistas son los morenistas. El caso más emblemático en Veracruz el nepotismo, tráfico de influencias y conflicto de intereses con el primazo Eleazar Guerrero.
La compra por dedazo de medicinas, patrullas y ambulancias.
Y por añadidura, y para redondear el mesianismo, “los golpes de pecho”.
Bastaría referir que la primera impresión de una parte singular de los medios fue el inventario de diecinueve frases apocalípticas del góber de la 4T anunciando el fin del mundo, el Día D, del pasado que todavía, hacia el inicio del tercer año del sexenio, sirve para tundir duro, tupido y rudo a las elites panistas y priistas.
El palabrerío, digamos, para ocultar, distraer, minimizar la incompetencia gubernamental. Veracruz, el tiradero de cadáveres y de impunidad. Veracruz, primer lugar nacional en secuestros, feminicidios y extorsiones. Y de ñapa, un cartel más que ya entró o está por entrar dada la jugosa plaza Veracruz. Veracruz, el paraíso de los narcotraficantes.
CACAYACAS DE LA 4T
Parte de la prensa enlistó los diecinueve rafagueos del góber de la 4T (Notiver, 17 de noviembre, 8 columnas, portada) como eje central del discurso político en el segundo informe.
El linchamiento político, como una cadena de elementos distractores para eludir las tareas pendientes, fundamentales, como son y de acuerdo con el Estado de Derecho garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
Un discurso furibundo con 19 cacayacas kilométricas en contra de la oposición.
La más alta filosofía política y social caracterizada por la lapidación.
El góber está, claro, en el poder. Es el jefe máximo en Veracruz. Algún día cuando se vaya y MORENA pierda la silla embrujada del palacio se conocerá al detalle el estilo personal de ejercer el poder.
En el fondo, el fracaso como jefe del Poder Ejecutivo Estatal.
Filias y fobias. Llenando las neuronas y el corazón de rencores, odios y venganzas.
En contraparte, el montón de denuncias penales interpuestas desde el primer año en contra de los yunistas, duartistas y fidelistas, en el limbo. Mejor dicho, en la nada. Y la nada, nada es.
Al momento, un solo detenido. Un funcionario de la secretaría de Finanzas y Planeación en el penal de Pacho Viejo.
Pero el resto, unos veinte, treinta funcionarios de entonces, viviendo su libertad a plenitud.
Por eso, el discurso insustancial.
En un lado del ring, denuncias penales detenidas, frenadas, inconsistentes.
Por el otro, la incapacidad y la incompetencia de la Fiscalía General para proceder, en todo.
Y en el otro, la diarrea verbal y furibunda del góber de la 4T linchando a la mitad de todos ellos y a la otra mitad, pero sin dar nombres.
Y al mismo tiempo, y en la cuarta esquina del ring, glorificándose a sí mismo cuando, caray, “toda alabanza en boca propia es vituperio”.
Además, la historia es contundente. Los políticos encaramados en el mando suelen terminar haciendo lo mismo que critican.
HACERSE CIEGO ES UN DELITO…
Se ignora si el discurso repetitivo y moralino contra los pillos, ladrones y corruptos del pasado inmediato y mediato surtan efecto positivo en la población electoral.
Pero, con todo y en el “Veracruz se antoja”, se antoja que cae mal. Parecen unas cacayacas reproduciéndose a sí mismo. La fábula del pastorcito oaxaqueño. “Ahí viene el lobo, ahí viene el lobo”. “¡Cállate, chachalaca!”.
Quizá la 4T creerá que así encarnarían al flautista de Hamelin y todos quedarían, o quedan, hipnotizados por un discurso que, cierto, logró treinta millones de votos en el año 2016 para López Obrador, pero que mucho tiempo después, de tanto repetirse llegó al hartazgo ciudadano, con el más de lo mismo.
Y lo peor, sin resultados sociales para el grueso de la población, “atrapada y sin salida”, en la peor calidad de vida de todos los tiempos.
Mientras, las tribus se riegan incienso y perfume a ellos mismos tratando de crear y recrear un mundo para/lelo, digamos, el paraíso socialista, la tierra prometida, donde el grueso de la población mete la mano al bolsillo y está vacío para comer al día siguiente.
Las elites guinda y marrón, declaradas soldados de la patria, siervos de la nación, están convencidas de la rentabilidad política del linchamiento y así continúan.
Un día, cuando despierten bien podrían darse cuenta que “el dinosaurio sigue ahí”.
Y lo más grave, que la mayoría de ellos son igual, igualitos de pillos que los priistas, los panistas y los perredistas.
“Los golpes de pecho” solo sirven para quienes creen que así ganan indulgencias para el otro lado del charco.
Además, hacerse ciego sobre los graves pendientes sociales (miseria, pobreza, desempleo, salarios de hambre, analfabetismo, baja calidad educativa y de salud, asesinatos, impunidad) también constituye un delito “y de lesa humanidad”.