Ejército de aviadores
Hay un ejército de mamíferos sangrando el presupuesto oficial. Pocos los conocen y tienen identificados. Pero existen. Y son más peligrosos, temerarios y audaces, que el, por ejemplo.
Ellos han existido desde “la noche de todos los tiempos”. Y aun cuando desde el aparato gubernamental les declaran la guerra cada cierto tiempo, se parecen a las cucarachas, pues siempre sobreviven.
Además, son invencibles. Nocivos. Dañinos.
Luis Velázquez
Y lo insólito, la mitad de la población y la otra mitad tienen envidia de ellos. Envidia, claro, de la buena, porque todos desearían ser como ellos. Y tener la suerte, la gracia y el milagro de estar y ser. Hacer y deshacer.
Entre ellos, los siguientes:
Los aviadores: Son aquellos que en cada sexenio son incorporados a la nómina del gobierno por los amigos y familiares encumbrados. También les llaman “Los quince/treinta” porque únicamente aparecen en las oficinas los días de quincena.
En los días que caminan, la Auditoría Superior de la Federación, ASF, reveló que en la Cuenta Pública del año 2019, el primero de Cuitláhuac García Jiménez, detectaron “aviadores”, el mayor número en las secretarías de Seguridad Pública y de Educación.
Igual, igualito, que cuando Cuitláhuac tomó posesión en el año 2018 y denunció a montón de “aviadores” (sin dar nombres) de Miguel íngel Yunes Linares.
Y cuando Yunes, a su vez tomara posesión, en el mes de diciembre de 2016 y denunciara el ejército de “aviadores” de Javier Duarte.
Por eso, habría de recordarse el reality-show del góber machetero en el primer año del sexenio con tantos “aviadores”, y a quienes, dijo, habían aplicado la cuchilla y la guillotina para que ninguno quedara pues es el tiempo de la 4T con la purificación, la honestidad valiente y la austeridad republicana.
Pero, todo indica, y según la ASF, dieron de baja a “los aviadores” y en automático dieron de alta a los suyos integrando la Real Fuerza Aérea de la 4T a gusto de las tribus de la izquierda delirante.
OTROS MAMíFEROS EN EL ZOOLÓGICO
Las orejas: Se especializan, cierto, en “parar oreja” en los actos públicos, las marchas de protesta, las mesas de café y restaurantes, primero, para detectar lo que platican relacionado con los funcionados del gobierno, y segundo, soñando con descubrir un complot en contra, digamos, del gobernador para abajo y hasta en contra del presidente de la república.
Tienen como costumbre filtrarse entre los reporteros y hasta convertirse en sus amigos “para sacarles la sopa”, y/o en todo caso, intercambiar información con todo el cinismo del mundo para los diaristas.
Las barbies. Son las chicas apostando a su talento de televisión, primero, quizá, para volverse amantes soñando con el segundo frente, casita de por medio.
Pero también, para estar en la nómina, y si es posible, alcanzar un cargo público.
En el duartazgo, una madre dijo a su hija Barbie:
“Traes loco a este cabrón (un funcionario del gabinete legal). Sácale lo más que puedas. Una casa. Cuenta bancaria. Viajes en el mundo”.
Y la Barbie cumplió la orden de la madre “al pie de la letra”.
Los chairos: Esta nueva cofradía de mamíferos es de reciente aparición. Surgió con la llegada del obradorismo al Palacio Nacional. Son los Narciso Mendoza, Niños Pípila, del nuevo sexenio. Y su tarea es “tirar su espada en prenda” para defender a los Morenistas en el aparato gubernamental, según el caso, federales, estatales y municipales.
La cancha donde actúan con mayor frecuencia es en las redes sociales. Incluso, cada vez que López Obrador se refiere a sus enemigos y adversarios, los chairos los tunden en los facebooks, tuiters, whatsaap, anexos y conexos.
SIERVOS DE LA NACIÓN…
Los soldados de la patria, también denominados siervos de la nación. De entrada, así se hacen llamar los militantes, con y sin cargos públicos de MORENA. Segundo, su tarea en la vida es purificar su apostolado en defensa de los suyos, sobre todo, los jefes. Tercera, ellos mismos se declaran ángeles de la pureza y condenan a los antecesores en el aparato gubernamental como pillos, ladrones y corruptos. También anuncian la tierra prometida, el cielo terrenal, el paraíso en la tierra.
Los cabilderos: Su nombre los identifica. Cabildean. Por lo regular, ocultan su identidad y suelen estar en los desayunos y cafés hablando maravillas de los políticos, sus jefes, quienes les pagan muy bien, además de viáticos.
Unos, cabildean en el Congreso y son visibles. Otros, son invisibles, andan en las sombras, con una máscara ideológica, y suelen cortejar a los enemigos, adversarios y opositores tanto en la política como en el periodismo.
Alardean de ser operadores políticos.
Los asesores: Se creen y declaran dueños de una inteligencia incandescente que todo lo saben y nada humano es ajeno. Ellos creen que en verdad asesoran al jefe máximo, el presidente de la república, el secretario de Estado, el gobernador, el presidente municipal, anexos y conexos.
Por lo regular, son engreídos, petulantes y soberbios. Se sienten paridos por los dioses. En nombre de su conocimiento y sabiduría, pontifican. Y predicen el fin del mundo.
En los días que caminan, a “los aviadores” del gobierno de Veracruz en el tiempo de la 4T, les estaría yendo mal.
La Auditoría Superior de la Federación ya prendió las farolas y los tiene ubicados, y, bueno, tratándose de recursos federales hasta de baja los darían mientras las aguas revueltas se aquietan.
Pero… el cuentito ese del góber machetero de que desde antes fueron denunciados nadie lo cree.