3) Nacido en 1933, a los 87 años resulta insólita, primero, su lucidez, y segundo, la energí­a fí­sica para seguir en el palenque, y tres, la emoción social para estar y ser. Pero más todaví­a, como un párvulo de la polí­tica, con enjundia y furor.
4) Podrá estarse en desacuerdo con su actitud, digamos, aquellos quienes le refieren su alcoholismo, pero al mismo tiempo, ninguna tribu polí­tica puede darse el lujo de ignorarlo.
5) Miró derruirse el sistema polí­tico priista y sobrevivió. También miró la caí­da del PRD y sobrevivió. Ahora, dando la pelea estelar de su vida.
6) Su inteligencia incandescente resulta asombrosa. Tiempo de jugar con los nietos, juega cartas en la polí­tica.
7) Introdujo a Andrés Manuel López Obrador en el ánimo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. De hecho y derecho, fue su padrino polí­tico. Desde entonces, una amistad fuera de serie desde hace más de treinta años. “El licenciado” le llama AMLO.
8) Es una voz independencia que ejerce la libertad y la dignidad con firmeza. También es un polí­tico institucional, que así­ lo formó y reformó en el PRI para definir el concepto polémico llamado “lealtad ciega”. Y en MORENA defenderá a López Obrador por encima de las tribus polí­ticas, tan incendiarias y bragadas.

INCENDIARA LUCIDEZ

9) Obradorista al cien por ciento, con lealtad que es recí­proca, su oponente, Mario Delgado, diputado federal, está al servicio del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, y, se afirma, del senador Ricardo Monreal, ambos soñando con la candidatura presidencial de MORENA en el año 2024.
10) La pasión por la presidencia de la república ya se apagó en Muñoz Ledo. Por eso, hoy más que nunca su vida gira alrededor del bienestar social en un paí­s donde 6 de cada diez habitantes están en la pobreza y la miseria.
11) Con una vida pública indiscutible se lleva de calle al gabinete legal y ampliado de López Obrador. Incluso, a Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad. Y ni se diga, a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación. Su lucidez es incendiaria.
12) Con unos setenta años en la vida pública, nunca ha sido acusado de pillo, ladrón o corrupto. Tampoco de desviar recursos oficiales. Menos de encumbrar en cargos públicos a una que otra amante. Ni de favorecer con obra de infraestructura a una empresa constructora de su propiedad, de un hijo, de un hermano, de un socio, aliado o cómplice. La honestidad, una de sus grandes prendas. Jamás le interesó coleccionar bienes materiales. Una vida consagrada a la lectura, el estudio y la reflexión.
13) Trabajó en niveles superiores al lado de varios ex presidentes de la república. Parece, desde Adolfo López Mateos a la fecha. “Cruzó el pantano y nunca se manchó”.
14) Respetado y admirado en el paí­s por las elites polí­ticas, también en el extranjero donde lo aprecian y valoran.
15) Como pocos, excepcionales conoce a los partidos polí­ticos desde adentro. Ha ganado y perdido elecciones. Y por eso mismo, el profundo conocimiento de la vida pública. Nada de la naturaleza humana, polí­tica, social y económica, le es ajena.

CARA A CARA, FRENTE A FRENTE

16) En el priismo le tocó trabajar con presidentes de la república como Gustavo Dí­az Ordaz, Luis Echeverrí­a ílvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid. Y nunca se enlodó ni manchó las manos de sangre ni desapareció personas ni ordenó asesinar a enemigos y adversarios. Ni participó en guerras sucias. Ni desvió recursos públicos, los grandes males del priismo en el siglo pasado.
17) Jamás ha reprimido a quienes piensan diferente. Ni desde adentro ni desde afuera del gobierno. Por el contrario, se ha sometido al debate de las ideas, cara a cara, frente a frente.
18) La toma del edificio de MORENA en la Ciudad de México por unas feministas, todo indica al servicio de su adversario, Mario Delgado, señalándolo de acoso sexual parece una vacilada de primaria. A su contendiente le faltó imaginación polí­tica.
19) Del gabinete legal y ampliado de López Obrador, y de los dirigentes de MORENA en la Ciudad de México y el paí­s, Muñoz Ledo tiene la más alta formación ideológica y polí­tica, reconocido, incluso, en el extranjero, y concentra la mejor experiencia pública.
20) De manera ridí­cula, a su oponente, Mario Delgado, le ha dado por llegar al Congreso de la Unión trepado en una bicicleta para demostrar que es joven y está lleno de energí­a fí­sica, a diferencia de Muñoz Ledo quien necesita apoyo humano para caminar. Busca así­ Delgado burlarse y pitorrearse de Muñoz Ledo. Pero, bueno, más allá de la ocurrencia, nadie está jugando para semental. Por lo pronto, ya desearí­a Mario Delgado la inteligencia incandescente de Muñoz Ledo.
21) Con una carrera polí­tica de más de 60 años, la honestidad de Muñoz Ledo está probada y comprobada. Desde luego, ha vivido y vivido bien. En todo caso, toda la vida ha desempeñado cargos públicos. Pero nunca ha entrado en negocios lí­citos o ilí­citos. Ni tampoco ha coleccionado bienes materiales. Los únicos, quizá, su biblioteca. Libros. Discos. Pinturas, quizá.