Confianza a ciegas
•Perversidad política
•Traidores y desleales
EMBARCADERO: El presidente de la república ha recordado que uno de los atributos más elevados de un político es “la lealtad a ciegas”... Quizá se basa, entre otras, en la historia de Francisco Ignacio Madero, uno de los 5 héroes patrios de la historia, santos laicos de su capilla, con el general Victoriano Huerta... Huerta, y quien solía tomar una botella diaria de whisky, ordenó su asesinato, hasta con tiro de gracia, a pesar de que Madero le demostrara confianza “a ciegas”
Luis Velázquez/Parte III
ROMPEOLAS: El hermano menor de Madero, Gustavo, ungido diputado federal por dedazo y Ministro sin Cartera, tenía bien investigado a Victoriano Huerta… Y siempre informaba a Panchito Madero (así le llamaba Pancho Villa) de su deslealtad… Pero Madero nunca hizo caso.. Estaba convencido, a ciegas, de la lealtad de Huerta, quien conspiraba en su contra en alianza con el sobrino de Porfirio Díaz Mori, Félix Díaz, y el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, para destituirlo, soñando con la silla embrujada del palacio federal…
ASTILLEROS: Enrique Krauze lo cuenta en el libro “México, biografía del poder”… Es el capítulo sobre Madero intitulado “Martirio”… La fe ciega de Madero en Huerta...Incluso, el mismo embajador Wilson lo registra cuando todavía estaba fuera de aquella alianza sórdida y siniestra… “El general Huerta, escribe a su colega alemán, Von Hintze, ha estado sosteniendo reuniones secretas con Félix Díaz desde el comienzo de la rebelión”… Peor tantito si se considera que Madero lo había nombrado comandante militar en la Ciudad de México, luego del ataque de la Ciudadela… Incluso, Wilson llamaba a Madero un tonto, un lunático “a quien solo la renuncia podrá salvar”…
ESCOLLERAS: Y por eso mismo, Wilson conjura contra Madero con parte del cuerpo diplomático… Pero Madero es un hombre bueno… Bastaría referir que cree en los médiums y se comunica hasta con Benito Juárez en sesión espiritista… Y Juárez le dijo en viaje esotérico que se lanzara contra Porfirio Díaz porque ganaría y hasta se convierte en su coordinador de la campaña electoral… Político de fe y con fe, Madero confía a su leal amigo, José Vasconcelos… “Luego que esto pase cambiaré de gabinete… Todo se resolverá en unos días”… Y claro, se resolvió cuando su jefe policiaco, Victoriano Huerta, lo traiciona, y lo mata en las goteras del viejo Distrito Federal…
PLAZOLETA: La fe, fe ciega y absoluta en un amigo, Victoriano Huerta, tumba a Madero… Incluso, con todo y que Gustavo era su hermano duda de su palabra… Y prefiere a Huerta… Mucho peor, la madre de Madero le advirtió desde un principio que Huerta era un traidor y nunca le hizo caso y/o la quiso escuchar… Tenía el llamado “Apóstol de la democracia” una fe ciega, totalmente ciega, en los hombres… Y como era un místico del poder, hasta llega a redactar su propia renuncia para
entregar a Pedro Lascuráin, su secretario de Relaciones Exteriores, y quien por dedazo de Huerta se convierte en el presidente de la república más espurio de la política pues solo despacha como tal durante 45 minutos para de inmediato entregar el poder a Huerta…
PALMERAS: Político de fe ciega, Madero todavía cree y luego de su renuncia confía a un miembro del gabinete… “Si vuelvo a gobernar me rodearé de hombres resueltos que no sean medias tintas”… Vaya paradoja, derrotado, sin el poder presidencial, reconoce que “he cometido grandes errores… pero ya es tarde”, se consuela… Su gran pecado fue creer a ciegas y dudar de su señora madre y de su hermano…