Nahle, en el palenque
La secretaria de Energía juega. Norma Rocío Nahle, originaria de Zacatecas, igual que Guadalupe Victoria, el primer gobernador de Veracruz nacido en Durango, está en el palenque.
Y es que si la conseja popular dice que en política quien gana las presidencias municipales intermedias gana la candidatura a la silla embrujada del palacio, entonces ninguna duda.
Por ahora.
Luis Velázquez
Al momento lleva par de destapes. Primero, con el diputado federal, Ricardo Exsome Zapata, para la alcaldía jarocha. “Es un cuadrazo” dijo, como si fuera término beisbolístico, el deporte favorito del jefe máximo, López Obrador.
Luego, de hecho y derecho, con una comelitona, destapó al diputado local, Amado de Jesús Cruz Malpica, para la alcaldía de Coatzacoalcos, allí donde la obra pública más importante del cuatrienio de MORENA es que el edil Víctor Carranza entró a la historia local bailando tirado al suelo la cumbia de La Iguana, mientras el pueblo se hunde en el abismo de la violencia, la extorsión, el bandidaje, el desempleo y los pésimos servicios básicos, como describió el cronista Ignacio Carvajal García.
Coatzacoalcos, por ahora, en manos de MORENA y el puerto jarocho, del PAN.
Pero la temporada de gallos en el palenque apenas empieza. Pero, bueno, en política, como en el box, quien tira el primer jab puede ganar la pelea.
Y la secretaria de Energía tiene suficiente tiempo y espacio para seguir dirigiendo la obra pública más importante del obradorismo como es la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y para asestar manotazo categórico.
Y es que, así lo ha escriturado el sistema político, la nominación de los candidatos a gobernadores constituye facultad metaconstitucional del presidente de la república y de los candidatos a alcaldes del góber en turno.
En el caso, como parece, Nahle tiene, tendría, tanto la bendición de López Obrador y Cuitláhuac García… para mover sus fichas.
Juega, entonces, con el visto bueno superior.
Los panistas Joaquín Guzmán Avilés y Julen Rementería, quizá el priista Héctor Yunes Landa, y los candidatos de los otros partidos políticos, incluidos los 4 nuevos que contendrán por vez primera, han de saber, entonces, y desde ahora, que enfrentarán a Rocío Nahle, la política que empollara en el sur de Veracruz como la versión femenina de López Obrador.
RESUMEN DE UNA MUJER
El ingreso de la titular de Energía en la vida pública de Veracruz fue meteórico.
Según parece, fue fallida aspirante a la alcaldía o curul de Coatzacoalcos. Pero siguió, como la gota solitaria, perforando la roca. Y en un dos por tres, repuntó.
En el Congreso de la Unión como diputada federal deslumbró a López Obrador cuando defendiera su tesis petrolera, importante y trascendente porque habría de recordar que Andrés Manuel López Obrador se dio a conocer en el país, tiempo de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo en la oposición, con las marchas de indígenas y campesinos de Villahermosa a Tabasco en contra de Pemex.
De ahí pasó a la Senaduría, digamos, como una especie de currículo, igual que significara el caso de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Y luego, ungida secretaria de Energía, con la obra de infraestructura más indicativa y significativa del sexenio obradorista.
Así, cuestión de esperar, la candidatura de MORENA a la gubernatura, todo indica, por encima del senador Ricardo Ahued Bardahuil, quien como director de Aduanas de López Obrador se enrocó en el buen karma de Teodoro A. Dehesa, a quien Porfirio Díaz Mori designó titular de Aduanas para combatir la corrupción y entrar en la purificación moral, y luego lo premiara con la silla embrujada del palacio de gobierno de Xalapa.
Ambos, están jugando por el 2024. Pero al momento, pareciera que Nahle se está moviendo con mayor seguridad, pues lleva par de destapes de favoritos para alcaldías mientras Ahued permanece, digamos, a la expectativa, y/o en todo caso, afilando el machete para el zarpazo oportuno.
“NO SE HAGAN BOLAS”
Cierto, se dirá que falta mucho tiempo (unos 3 años y medio) para la elección de gobernador, pero como afirma el politólogo Carlos Ronzón Verónica, ninguna candidatura se fragua de la noche a la mañana.
Por eso, si la titular de Energía hace un mejor trabajo en Dos Bocas con la refinería, pero más aún, “con honestidad valiente y purificación moral”, más que ganarse la medallita de la 4T será la candidata de López Obrador a gobernadora de Veracruz y como Porfirio Muñoz Ledo dice que MORENA durará en el poder político dieciocho años, entonces, ninguna duda de que ganará.
Más, porque el PAN está, por ahora, en riesgo de fracturarse con las candidaturas a presidentes municipales. Y el PRI, pobrecito, sin esperanzas. Y el PRD, agonizando, por más y más que apueste a mujeres dirigentes. Y el resto de los partidos, buscando alianzas para sobrevivir en materia electoral.
Además, ningún político de oposición tiene el suficiente arraigo y liderazgo popular y capacidad de convencimiento entre la población electoral para significar una posibilidad.
Ni tampoco en Veracruz hay una figura avasallante levantando expectativas, a la altura, digamos, y entre otros, de Carlos Alberto Madrazo, denominado “El ciclón del sureste”.
Nahle juega. Más aspirantes y suspirantes destapará. Desde para alcaldes hasta para diputados locales y federales. Y de paso, nadie dudaría de que el góber machetero está de acuerdo.
Lo dijo Carlos Salinas de Luis Donaldo Colosio. “No se hagan bolas”.