Una ciudad de lujo
•Sala grande de Veracruz
•Horas resplandecientes
EMBARCADERO: La ciudad jarocha es la sala grande del estado de Veracruz... Por aquí ha entrado y salido todo lo bueno y lo malo de la nación... Por fortuna, las horas oscuras son menos que las horas resplandecientes... Por ejemplo, por aquí entraron al país los escritores Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ambos chilenos, Premios Nobel de Literatura... La Mistral, incluso, vivió en Xalapa, donde el autor del “Poema XX” la visitó
Luis Velázquez
Por aquí también entró Rubén Darío, el creador del modernismo en América Latina, cuando fue recibido por multitud inusitada tanto en el puerto como en Xalapa y que recitaba sus poemas de memoria…
ROMPEOLAS: Por aquí entró el poeta León Felipe, cuando el exilio español, las puertas abiertas por el presidente Lázaro Cárdenas… Según versiones, el cronista de Estados Unidos, John Reed, México Insurgente y Diez días que estremecieron al mundo, tenía listo su viaje a la ciudad jarocha para entrevistar a Venustiano Carranza, refugiado aquí como presidente de la república, pero un pendiente con su amante en EU lo obstruyó… Por aquí pasó Alejandro de Humboldt, quien deslumbrado con la riqueza natural escribió páginas literarias insólitas…
ASTILLEROS: En 1914, el escritor Jack London desembarcó en las playas de Chalchihuecan, con las tropas norteamericanas, listo para cronicar la invasión… En las mañanas, reporteaba, y hacia el mediodía, enviaba el reporte a su periódico, y comía en Los Portales donde agarraba tremenda borrachera y contrataba a una mesalina y se encerrada en el hotel Diligencias para esperar el resto de la tarde y de la noche en fogosa aventura pasional… En el café del hotel Diligencias, Salvador Díaz Mirón, el poeta admirado por Víctor Hugo, tomaba café cuando una tarde un jarocho lo insultó por su respaldo al general Victoriano Huerta, el asesino de Francisco Ignacio Madero y José María Pino Suárez, y sacó su pistola y le pegó unos tiros en la espalda y lo mató y el bardo terminó en la cárcel…
ESCOLLERAS: En el hotel Diligencias, Gabriel García Márquez desayunó con su paisano, el poeta colombiano, ílvaro Mutis, y el director de la Editorial de la Universidad Veracruzana, Sergio Galindo, quien le ofreciera publicar su primera novela, La hojarasca, rechazada por la editorial Oveja Negra… Luego, caminaron en el zócalo, miraron y admiraron Los Portales y pasearon en el malecón y el Gabito platicó con uno que otro jarocho y decidió quedarse a vivir en la Ciudad de México porque Veracruz era igual que su pueblo…
PLAZOLETA: Años más tarde, filmaría en Tlacotalpan “La viuda de Montiel” con la hija de Charles Chaplin y “El coronel no tiene quien le escriba” en Chacaltianguis con Fernando Luján y Salma Hayek… Aquí también, en la ciudad jarocha, pasaron sabrosísimo fin de semana Octavio Paz con su novia de entonces y Carlos Fuentes con la actriz Rita Macedo…
PALMERAS: En la avenida Xicoténcatl, el escritor José Emilio Pacheco, Premio Cervantes de España, vivió en la infancia… Y aquí murió Ignacio Ramírez, El nigromante, el gran periodista crítico, libre, independiente, quien fue Ministro de Instrucción Religiosa de Benito Juárez y le correspondió separar la iglesia del Estado y embargar los bienes materiales de las elites eclesiásticas… Aquí también vivió en la infancia el periodista José Luis Mejías, con su afamada columna, Los intocables, publicada en Excélsior… Algunas noches solía llegar al café de La Parroquia el escritor Renato Leduc, el telegrafista preferido de Pancho Villa, y sacaba su máquina portátil de escribir y le daba a la tecla, mientras tomaba el lechero de sorbito en sorbito…