Estercolero legislativo
¡Vaya estercolero en la LXV Legislatura con el nepotismo, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses!
¡Todos, ajá, honrando a la 4T con su purificación moral y honestidad valiente!
Los llamados soldados de la patria, siervos de la nación.
Un diputado local de MORENA, Magdaleno Rosales Torres, con un hijito en la nómina y a quien luego del fuego amigo y/o enemigo, dio de baja.
Luis Velázquez
Pero entonces, Maleno "tiró la piedra y escondió la mano" asegurando que otros legisladores también tienen a sus hijos y/o a la familia en la nómina.
Incluso, y en el trascendido, que hasta de choferes los utilizan.
El estercolero voló en las paredes del Congreso, y por ejemplo, llegaron al vocero, antiguo cadenero en los antros donde su amigo Zenyazen era stripero, y revelaron que el señor cobra diez mil pesos mensuales a los diputados para promover boletines.
La cloaca fue destapada y ni hablar, constituye por ahora la obra pública moral, ética y social más importante lograda por los diputados de la LXV Legislatura que así honran el epíteto que les pusieron en la antigua Roma de "Conscriptos de la patria".
Sabrá el chamán el alcance de la corrupción en el Congreso. Pero con lo anterior, apenas, apenitas habrían puesto en el tendedero público la punta del iceberg.
Un exdiputado local, Carlos Vasconcelos, líder obrero en el sur de Veracruz con sede en Coatzacoalcos, renunció meses después a la curul. Quedó harto de la corrupción a su alrededor. "Todos, dijo, llegan para hacer negocios. Todos, soñando con el cargo público siguiente. Todos, "ordeñando la vaca".
Aquella fama pública de que muchos solo levantan la mano para aprobar iniciativas previamente negociadas con billete de por medio ("Ningún general aguanta un cañonazo de 50 mil pesos" decía ílvaro Obregón), ampliada y ramificada.
El amor a los hijos. Y a los parientes desempleados, claro.
"Va mi espada (por mi hijo) en prenda y voy por ella" sería el lema universal.
Magdaleno Rosales Torales destapó la cloaca pestilente y putrefacta.
TENDEDERO POLíTICO
La fama pública de los diputados es la siguiente:
Legisladores que como políticos automáticos que apenas calientan la curul están planeando el siguiente cargo público.
Más ahora cuando ya le dieron en la torre al Sufragio Efectivo, No Reelección, de Panchito Madero (así le llamaba Pancho Villa) y pueden reelegirse como diputados locales.
"Conscriptos de la patria" soñando con brincar a la diputación federal.
Pero también, soñando con pasar a la presidencia municipal de sus pueblos.
Legisladores que crean al vapor compañía constructora para desde la curul negociar obra pública con el gobierno del estado.
Y de igual manera, negociar obra pública con los alcaldes de sus municipios.
Diputados con fama pública de los moches.
Legisladores que de pronto, como un milagro de la 4T, aprueban fast track las iniciativas de ley y los cambios en el ejercicio del poder de la 4T.
Diputados que con un cañonazo aprueban el rechazo en Veracruz a la revocación de mandato.
"Conscriptos de la patria" que incorporan en la nómina, ya del Congreso, ya del gobierno de Veracruz, ya quizá en algunos de los municipios de su distrito a los familiares, amigos, compadres, y socios, aliados y cómplices en los negocios lícitos e ilícitos.
Diputados declarándose los más honestos entre los honestos, y al mismo tiempo, con los hijos en la nómina.
El estercolero está canijo. Nadie duda de que el caso de Maleno con su hijo en la ubre presupuestal es la punta del iceberg.
La fama pública arrasa con la 4T en el Congreso de Veracruz.
UNA AGUJA EN EL PAJAR
Hay, claro, como en la viña del Señor, de todo en el Congreso local.
El ciudadano común que todos los días vive con sencillez y a la quinta pregunta para llegar a la quincena desearía conocer a un diputado íntegro, honrado, decente, prudente, mesurado, sereno, con una vocación social irrefrenable para enaltecer la vida de la población en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Y con una capacidad legislativa para crear y recrear leyes que todos cumplieran, empezando por las tribus políticas.
Y más en un Veracruz donde 6 de los 8 millones y cacho de habitantes están en la precariedad según el Inegi y los Cuadernillos Municipales de la secretaría de Finanzas y Planeación.
Se trata de una utopía, una quimera, un sueño, una ilusión. Y aun cuando significa "buscar una aguja en un pajar", la esperanza se mantiene, bajo la regla universal de que "no todo está podrido en Dinamarca".
Por lo pronto, el estercolero en la LXV Legislatura.
Ya se verá hasta dónde llega o quiere llegar el diputado Magdaleno Rosales para destapar la cloaca, conscientes todos de que lo puedan sensibilizar con un cañonazo y/o un cargo público y amarrar su silencio, con todo y que su hijo fue exhibido.