El góber feliz
Cada ser humano es feliz como quiere y puede. Por ejemplo, el gobernador de Veracruz ha manifestado en casi 22 meses en el ejercicio del poder el secreto de su dicha.
Uno, bailar salsa. Dos, fumar puro. Tres, exprimir el sabadaba a lo máximo, casi casi como los chicos Super Saturday de Londres.
Cuatro, cortar con machete el monte de lotes baldíos oficiales. Cinco, ponerse botas para reforestar el Valle de Perote como si fuera, digamos, boy scout.
Luis Velázquez
Y seis, echar rollos y vender esperanzas como en los mejores tiempos del priismo y el panismo, ni se diga el perredismo soñando con el paraíso socialista en la tierra.
Desde luego, cada político tiene su legítima aspiración para alcanzar la felicidad plena, el objetivo número de uno de mujeres y hombres.
Antonio López de Santana, 3 veces gobernador, once ocasiones presidente de la república, disfrutaba la vida apostando a los gallos.
Jesús Reyes Heroles, el último ideólogo de la revolución mexicana, jugando ajedrez.
Fernando López Arias, jugando a los dados.
Rafael Hernández Ochoa, las carreras de caballos.
Rafael Murillo Vidal, el fútbol con los Tiburones Rojos.
Agustín Acosta Lagunes, los ranchos, su gran placer.
Fidel Herrera Beltrán, apostar a sus estrategias políticas.
Javier Duarte, comer tacos parados en una esquina callejera.
Así, cada político encumbrado en el poder ha ensortijado el tiempo histórico y la vida local ha trascendido, incluso, al grado del mimetismo.
Fidel Herrera, por ejemplo, solía decir que aprendió a jugar ajedrez porque era la debilidad suprema de Reyes Heroles y significaba una forma de acercarse cuando era presidente del CEN del PRI.
Ahora mismo, luego de la política del machete del góber bendecido por López Obrador, los empleados del Instituto Veracruzano de la Vivienda también lo tomaron para agarrar a morunazos algunos lotes baldíos.
Incluso, los diecisiete presidentes municipales de MORENA están afilando morunas para lanzarse a la misma cruzada cívica y los empresarios saldrían de la pandemia con una edición guinda y marrón de botas para la venta masiva y lanzarse todos a reforestar valles y montañas de norte a sur y de este a oeste de Veracruz.
Ningún alcalde tendría más éxito que crear y recrear en su pueblo un festival de salsa para promover en los chicos la pasión fermentada por el bailongo preferido del góber obradorista.
Es la moda y la tónica sexenal. Más, mucho más que declarar héroes patrios a Miguel Hidalgo, Morelos, Benito Juárez, Francisco Ignacio Madero y Lázaro Cárdenas.
PROFECíA CHORICERA
Durante muchos meses, los chairos del centro y la derecha han profetizado la caída del góber. Incluso, festinarían que en dos meses y cacho será primero de diciembre, 2 años y un día para que fuera destituido sin necesidad de convocar a elecciones.
Pero…, el mal fario y la peor vibra y bilirrubina anunciada en contra pareciera que lo tiene más amacizado que nunca.
Y por eso, desde la política salsera y sabadaba hasta la política machetera y de botas.
Más aún, anunciando un nuevo préstamo bancario de cien millones de pesos para alivianar al gobierno del estado en el tiempo adverso de la pandemia y la recesión.
Incluso, por más protestas y resistencia pacífica en contra nada trasciende. Una simple golondrina tratando de anunciar la primavera. Fuego pirotécnico sin ningún resultado social.
En el fondo, el góber reproduce la mítica, histórica y legendaria sabiduría popular del “pan y circo” que tanto festinaba el corazón de los romanos, así sufrieran pandemias y recesiones y vivieran en la miseria, la pobreza y la jodidez.
Nada enorgulleció tanto a las tribus romanas como la llegada de Cleopatra declarada su emperadora.
Nada hacía más feliz a la población que Antínoo, el efebo del césar Adriano.
Por eso, el cacique gordo de Cempoala tenía cincuenta efebos a su servicio social y la población era dichosa.
EL GÓBER SIGUE MANDANDO
Más, cuando hay una elite partidista opositora limitada y achicada en su imaginación para significar un contrapoder.
La simple declaracionitis en los medios en contra del góber… nada significa. Menos, trasciende. Por ejemplo, habría de preguntarse el número de lectores reales de un periódico impreso y el número de espectadores reales de un noticiero televisivo y el número de cibernautas de un medio digital.
Los anuncios de denuncias penales en la Fiscalía General contra posibles actos de corrupción, una faramalla. A nada conducen mientras la titular sea dependiente del Poder Ejecutivo al que debe todo, absolutamente todo, suficiente, por ejemplo, para alardear que “Aquí, mando yo”.
El presunto romance entre el PAN, PRD y PRI, una falacia. El PAN, fracturado. El PRD, noqueado. El PRI, rechazado por una población electoral creciente.
Por eso, el estilo machetero de ejercer el poder en el día con día, con todo y el tiradero de cadáveres y de impunidad, lo más canijo, sigue ganando la batalla.
Más, cuando los profetas aseguran que la elección de mediados del año entrante girará alrededor de un eje transversal… más allá de la popularidad de cada gobernador.
A favor o en contra de López Obrador en el país.